Esperar a diciembre

La tesis de que el activismo de los principales bancos centrales del mundo ha impulsado artificialmente el precio de los activos financieros se ha convertido en un consenso generalizado.  

 

Cada vez más son las voces que argumentan que la política monetaria laxa ha distorsionado la manera en que los mercados financieros evalúan el riesgo.

Rodrigo Carbajal Rodrigo Carbajal Publicado el
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El incremento de los tipos de interés o un desmantelamiento de la compra de activos (por parte de bancos centrales de Europa y Japón) podría desacelerar a la economía global e incluso podría ser la causa de la siguiente recesión.”
David LaffertyEstratega de inversión en jefe de Natixis Global Asset Management
Es tiempo de que, tanto la Fed como el mercado, sean honestos consigo mismos y reconozcan que el siguiente capítulo en este experimento histórico de política monetaria no va a ser lindo para muchas clases de activos.” 
Nir KaissarFundador de Unison Advisors

La tesis de que el activismo de los principales bancos centrales del mundo ha impulsado artificialmente el precio de los activos financieros se ha convertido en un consenso generalizado.  

 

Cada vez más son las voces que argumentan que la política monetaria laxa ha distorsionado la manera en que los mercados financieros evalúan el riesgo.

 

Las acciones, o inacciones, de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) representan el principal motor de este status quo. La decisión del banco central más influyente del mundo de mantener su tasa de interés de referencia sin cambio en la reunión de esta semana dejó emociones mixtas en el mercado.

 

Por un lado, la medida evitó que los inversionistas globales adquirieran una postura de aversión al riesgo. De tal suerte, el debilitamiento del dólar contrastó con el avance de las acciones globales y los activos emergentes registrados después de que se dio a conocer la decisión de política monetaria.

 

Por otra parte, quedó claro que tarde o temprano llegará el momento en el que la Fed tenga que subir los tipos de interés e interrumpir la relativa estabilidad de los mercados financieros.

 

Fed: arrastrada por el mercado

 

Una minoría de analistas y seguidores del mercado incluso ha cuestionado la credibilidad del banco central estadounidense. Consideran que la Fed ha sido incapaz de subir los tipos de interés porque el mercado ha sido reticente a las señales enviadas por los miembros del banco central.

 

El mantenimiento de la tasa de interés en su rango actual de 0.25 por ciento a 0.5 por ciento era ampliamente esperado. La posición de los inversionistas en el mercado de futuros de la tasa de fondos federales le asignaba a este evento una probabilidad de apenas 18 por ciento.

 

En efecto, las proyecciones de la trayectoria de la política monetaria de los miembros de la Fed han sido arrastradas hacia posturas más cercanas a lo que espera el mercado.

 

En diciembre del 2015, la mediana de las proyecciones de los miembros de la Fed estimaba cuatro alzas de 25 puntos base en la tasa de interés para el 2016. Hasta el momento, todavía no es seguro de que pueda concretarse un solo incremento de esta magnitud.

 

Analistas coinciden en que el discurso de la Fed abrió la puerta para un aumento en la tasa de interés de referencia en la siguiente reunión de diciembre. El mercado asigna una probabilidad de 52 por ciento a este evento.

 

Sin embargo, ante la insistencia de que la Fed se encuentra en medio de una normalización gradual de la política monetaria, hay voces que insisten en que el ritmo no es “gradual”, sino “glaciar”.

 

El comunicado de la última reunión de la Fed revisó a la baja el número de alzas de tipos de interés estimadas para el siguiente año, de tres a dos incrementos.

 

Esto pone de relieve el dilema que enfrenta la Fed, que pone en una balanza a la frágil recuperación de la economía real y al apoyo continuo que otorgan sus políticas a los mercados financieros.

 

Aunque el mantenimiento del status quo fue percibido por los mercados como una buena noticia en el corto plazo, el escenario de tasas de interés en niveles cercanos a mínimos históricos vuelve más difícil encontrar una puerta de salida para esta política.

 

“El mantra de que las tasas serán bajas por un largo tiempo está en todos lados” señaló al portal Bloomberg Michael Every, director de investigación monetaria y financiera para la región Asia Pacífico de Rabobank. “Esto representa una función estructural de una economía global disfuncional” .

 

Recuperación en juego

 

Nir Kaissar, fundador del fondo de cobertura Unison Advisors, señala que, aunque el mercado ha sido reticente a un eventual alza de tasas de interés, la Fed no puede mantener esta postura de manera indefinida: “Es tiempo de que, tanto la Fed como el mercado, sean honestos consigo mismos y reconozcan que el siguiente capítulo en este experimento histórico de política monetaria no va a ser lindo para muchas clases de activos.”

 

Un shock en los mercados globales podría poner fin a una recuperación que no da señas claras de una consolidación.  David Lafferty, estratega de inversión en jefe de Natixis Global Asset Management, dijo a Bloomberg: “El incremento de los tipos de interés o un desmantelamiento de la compra de activos (por parte de bancos centrales de Europa y Japón) podría desacelerar a la economía global e incluso podría ser la causa de la siguiente recesión.”

 

Para inversionistas como Tad Rivelle, director de inversión en renta fija del fondo de 195 mil millones de dólares TCW Group, esta coyuntura es reminiscente de los días previos a la crisis financiera global.  Rivelle argumenta que los bancos centrales están alimentando burbujas de activos: “Hemos visto esta historia antes…ha llegado el momento de retirarse de la pista de baile.”

 

Aunque Janet Yellen, presidenta de la Fed, descartó que los activos financieros cuentan con valuaciones anormales, las declaraciones de Rivelle hacen eco en la advertencia lanzada por el fundador de PIMCO, Bill Gross: “Es una supernova que algún día va a explotar.”

 

En septiembre, la Fed fue complaciente y alargó el sentimiento alcista de los mercados. Diciembre representa la hora de la verdad para el papel de los bancos centrales en la economía global.

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