Expectativas 
de la reforma

De manera reciente México ha generado bastantes expectativas en la comunidad internacional, pero depende de la aprobación de reformas como la energética para mantenerse en alto.

México se ha consolidado como un país con gran potencial y en comparación con otros países denominados “emergentes” ha demostrado mayor estabilidad durante los últimos meses. 

Carlos González Carlos González Publicado el
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se espera que sea 
el crecimiento 
del país en el 2013 
de acuerdo al Banco 
de México
Posiblemente la reforma de mayor importancia para incentivar la inversión, acelerar el crecimiento e inyectar millones de pesos a la economía mexicana es la reforma energética
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De manera reciente México ha generado bastantes expectativas en la comunidad internacional, pero depende de la aprobación de reformas como la energética para mantenerse en alto.

México se ha consolidado como un país con gran potencial y en comparación con otros países denominados “emergentes” ha demostrado mayor estabilidad durante los últimos meses. 

Diversos analistas han señalado que el país se encuentra en las condiciones para hacer un gran salto en el crecimiento, pero el llamado Mexican Moment no ha terminado por despegar.                                        

El crecimiento mexicano empezó a ser afectado por una desaceleración y por la mayor dependencia de exportaciones de manufacturas desde Estados Unidos. 

Esto tuvo como consecuencia un aumento del Producto Interno Bruto (PIB) de 0.8 por ciento en el primer trimestre del 2013, un récord como el más bajo en los últimos 14 trimestres, lo cual comprobó que el país sigue siendo muy dependiente de la economía estadounidense para poder crecer.

Aun con los crecimientos posteriores de Estados Unidos, el Banco de México (Banxico) anunció este año en repetidas ocasiones que sus expectativas del PIB para el 2013 se ajustaban a la baja, debido a la debilidad del mercado externo, su inestabilidad financiera y deterioro de la productividad internacional, en donde la inseguridad nacional juega un papel muy importante.

Mientras que en enero del presente año las expectativas del crecimiento del PIB anual por parte de Banxico eran de 3.67 por ciento, hoy en día, los mismos analistas esperan que crezca tan solo un 2.65 por ciento.

Fundamental 
para crecer

Para realmente poder crecer a un ritmo más acelerado, se requiere de reformas que realmente incentiven la inversión. 

Por parte de la reforma de telecomunicaciones, vimos que se promovió la equidad y competencia, brindando una mayor calidad al consumidor. 

Pero posiblemente la reforma de mayor importancia para poder incentivar la inversión, acelerar el crecimiento e inyectar millones de pesos a la economía mexicana, es la reforma energética, cuya propuesta se enviará esta semana al Congreso, siendo crucial para las expectativas futuras del país, tanto a corto como a largo plazo.

De acuerdo con datos proporcionados por el INEGI y Banorte-Ixe, la aprobación de las reformas estructurales podría tener un impacto directo en el crecimiento del PIB hasta en un 2.5 por ciento anual.

Lo anterior significa que con la aprobación de las reformas, el PIB podría crecer al 5.5 por ciento anual para el año 2015, en comparación con el 3.5 por ciento que se espera en el caso de que no se den las reformas. 

Debido a esto, las reformas estructurales son consideradas como requisito fundamental para conseguir los objetivos de crecimiento del sexenio.

Principio del fin

El verdadero problema es lo que sucedería en dado caso de que las reformas no logren lo que se espera, y las expectativas continúen a la baja, teniendo como consecuencia una respuesta negativa por el mercado internacional.

Esto es algo ya visto hoy en día con los países emergentes más poderosos, conocidos como BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudafrica), en donde se cuestiona si seguirán siendo lo que alguna vez parecían ser.

El mercado internacional no ve con buenos ojos la desaceleración económica de estos países, que se han visto directamente afectados por la crisis europea y el estancamiento de sus economías, pues gran parte de las exportaciones de los BRICS son comodities, a diferencia de México en donde son bienes manufactureros.

Aunque los BRICS forman el 20 por ciento del producto mundial, siendo los dominantes irrefutables de los mercados emergentes, México llega a ser comparado como una gran economía en desarrollo. 

Para muchos analistas, el país puede llegar a ser una mayor potencia que cualquier miembro de los BRICS.

Sólida fuerza laboral

México no se ha visto afectado por la crisis en Europa, mientras que las BRICS se vieron fuertemente afectados, dejando de tener altas tasa de crecimiento; queriendo importar a menores precios y buscando exportar a precios altos no pueden ser aptos para competir en el mercado internacional. 

Por otro lado, México tiene una fuerza laboral en crecimiento, en donde se le considera como una nación joven con un gran atractivo del capital humano, en una edad entre los 15 y 60 años.  Esto convierte a México en un país con potencial de incrementar sus estándares de bienestar, creando la capacidad de crecer tanto a corto como a largo plazo dado el incremento en la confianza en la economía mexicana.

Según el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), México es más competitivo que las naciones BRICS, en donde de la misma manera, un trabajador mexicano genera más valor agregado. 

Al ser México un país especializado en manufactura más que en comodities, la exportación de los mismos son más baratos; por ejemplo, producir un auto en México es más barato que hacerlo en Rusia o Brasil, por consecuente, con excepción del gigante asiático, México es un mayor exportador de tecnología que el resto de los BRICS.

Qué espera México

México tiene la urgencia de hacer un cambio importante, y a través de las reformas es una manera de lograrlo. 

Desde cifras muy positivas de un crecimiento anual del PIB por encima del 4 por ciento, hasta lo que hoy se especula sin ser mayor que 2.7 por ciento, preocupa a analistas, pues irrumpe el crecimiento y debilita el mercado interno. 

Pero aun así, México logró conseguir en lo que va del año una inversion extranjera superior a los 13 mil millones de dólares.

Los recientes Indicadores de Confianza del Consumidor (ICC) opinan positivamente sobre el país, en donde el 85 por ciento de la población considera que la situación es mejor que hace un año, y el 79 por ciento opina que se verá mejor en los próximos seis meses.

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