Evo Morales regresa a la contienda presidencial después de cuatro años

El expresidente de Bolivia, Evo Morales, oficializó su intención de contender en las próximas elecciones generales de su país.

El político de origen indígena no había participado en una jornada presidencial desde 2019, cuando a pesar de que los resultados lo beneficiaban, dimitió.

La renuncia de Morales a la presidencia se originó por una presunta irregularidad en la Transmisión de Resultados Preliminares (TREP) que le daba 10 puntos porcentuales de ventaja a diferencia de su entonces contrincante Carlos Mesa.

Aunque el presidente y sus electores defendieron su victoria y el que sería el cuarto mandato consecutivo de Evo, la Organización de los Estados Americanos (OEA) se dijo preocupada por los resultados oficiales.

Ante la postura de la OEA, la oposición boliviana se manifestó en contra de que Morales permaneciera en el poder. En un panorama de manifestaciones en las calles, en noviembre de 2019 Evo renunció y salió de su Estado natal con dirección a México y Argentina, donde le ofrecieron exilio.

A pesar de que el expresidente volvió a Bolivia tras la victoria electoral de Luis Arce, hoy en día la separación entre ambos es una de las razones detrás de la postulación del izquierdista.

De acuerdo con las declaraciones del propio Evo, los ataques del oficialismo, su plan para dar de baja al partido e incluso eliminarlo físicamente lo hizo aceptar los pedidos de su militancia y ser candidato a la presidencia.

“Voy a dar todo lo que pueda. Tenemos fuerza todavía. Vamos a enfrentar con la verdad, dignidad y honestidad toda esa agresión que sufrimos en las redes sociales del Ministerio de la Presidencia (…) Vamos a dar batalla. Somos herederos de las luchas de nuestros antepasados que nos han enseñado a nunca rendirnos”, escribió Morales.

Para el doctor Fernando Neira Orjuela, investigador del Centro de Investigaciones sobre América Latina y el Caribe (CIALC) de la UNAM, es el expresidente quien tendrá que analizar qué tanta fuerza tiene por todo lo que ha vivido.

“Es algo que él tendrá que evaluar, ver qué tanto peso tiene para volver a la presidencia de Bolivia”, dice.

Luis Arce se separa del partido oficialista; tiene oportunidad de reelegirse en otro partido

Con la candidatura de Morales a las elecciones de 2025, el izquierdista se convierte en el primer político en oficializar su participación en la jornada electoral.

Otro de los aspirantes podría ser el presidente Arce, quien aunque no ha declarado su intención a la reelección, el partido con el que llegó al poder, el Movimiento al Socialismo (MAS), rompió relación con él.

Fue en agosto pasado que el vicepresidente del grupo político anunció la separación definitiva con Arce por supuestamente atacar e intentar desplazar a Evo Morales.

“Con estas amenazas de inhabilidad, meter preso, a nuestro hermano Evo, aquí se rompió todo”, declaró Gerardo García.

El representante del MAS añadió que dentro del partido aún tenían las esperanzas de solucionar las diferencias con el mandatario, pero las versiones de inhabilitar a Morales para las próximas elecciones hizo que se concretara la separación.

Con esa “traición”, como mencionó García, el MAS invitó a Arce a buscar su propia estructura política o hacer su partido si quiere contender en las elecciones.

Hasta la fecha, solo el Partido Socialista ha abierto las posibilidades para que Arce sea su candidato a las elecciones de 2025. Rimmy González, dirigente del grupo, aclaró que si la coyuntura política lo permitía, el presidente podría ir por la reelección con su partido siempre y cuando lo aprobaran todos los integrantes.

Ante la separación de Arce del partido oficialista y de Morales, el doctor Neira Orjuela coincide en que no cabe duda que el próximo proceso electoral va a ser muy tenso para todo el país.

“Preocupa que veamos el rompimiento de un movimiento que ya se había consolidado, lo cual sin duda va a generar factura en las elecciones (…) Quien pierde es el país, pierde todo lo que se había logrado con un partido fuerte.

“Todo esto lo que hace es desgastar la democracia boliviana y que la derecha saque provecho”, remarca el doctor.

La separación entre políticos que pertenecen a un mismo partido ya había ocurrido en otros países, como en Ecuador, donde a pesar de que Rafael Correa y Lenin Moreno lideraban el mismo grupo y eran llamados aliados, este último fue acusado de traición por levantar acusaciones contra su antecesor.

“Correa avaló a Lenin y éste terminó haciendo todo un movimiento que sume al país en su peor crisis. Entonces, en Bolivia se debe hacer un llamado a los efectos que tiene una división política”, sostiene el especialista en la región.