Evitar desastres

Las tomas clandestinas provocadas para robar combustible ponen en riesgo a las comunidades que se encuentran en la cercanía, pues los hidrocarburos, entre ellos las gasolinas, son una sustancia peligrosa debido a su alto porcentaje de inflamabilidad.

Aunque el incidente que ocurrió en el municipio de Tlahuelilpan, en el Estado de Hidalgo, puede considerarse como un caso atípico, es relevante alertar a las poblaciones sobre el peligro que representa tener contacto con el combustible, declara Paulina Burgos, especialista de la facultad de ingeniería de la Universidad La Salle.

“Hay maneras de evitar estos accidentes creando conciencia entre la gente. Deben tener claro que quienes manipulan los hidrocarburos son personas entrenadas para manejar sustancias peligrosas”, opina la especialista.

Por Tlahuelilpan cruzan cuatro ductos para el abasto de gasolina que tienen una longitud promedio de seis kilómetros. Es en estos tramos donde Pemex reparó 70 tomas de 2016 a la fecha, de acuerdo con Octavio Romero, director de la petrolera mexicana.

El funcionario declaró en un encuentro con medios que el año pasado se registraron seis incendios en ductos ilegales, mientras que en lo que va de este año detectaron 164 tomas, según cifras que aún no son públicas en la página de la Empresa Productiva del Estado.

La característica más peligrosa de los combustibles que transitan por los ductos, como la gasolina, es que más allá de las reacciones químicas, tienen un punto de inflamación inferior a los 36 grados, es decir, pueden explotar a temperatura ambiente al tener contacto con una chispa de pequeña magnitud, que puede ser provocada por algún dispositivo electrónico, un cerillo o la estática de las telas, explica la investigadora de La Salle.

Burgos añade que almacenar combustible también es una actividad que no debe tomarse a la ligera, ya que si no se emplean los recipientes indicados se puede ocasionar una explosión, sobre todo, si se utilizan bidones de metal que son altamente flamables.

Prevenir explosiones

Raúl Plascencia, integrante del cuerpo de bomberos de Pemex, explica que aunque es importante prevenir accidentes derivados de la explosión de hidrocarburos, también es vital saber cómo actuar ante una contingencia.

El profesional en apagar incendios comenta que la primera acción en caso de una fuga de combustible, por pequeña que sea, es identificar la fuente y aislar el lugar, es decir, retirar a la gente pues los gases del hidrocarburo se impregnan en la ropa y piel, que se traduce en un mayor riesgo de incendio.

En caso de tener contacto con el combustible, Plascencia recomienda cambiarse de ropa y desechar las prendas contaminadas en una bolsa de plástico.

Los hidrocarburos pueden explotar al contacto con cualquier chispa, son peligrosos y deben ser manipulados por personal capacitado y con herramientas especiales

El bombero de Pemex también recomienda a los viajeros evitar transitar por donde se registran explosiones a causa de fugas de combustible, que se pueden identificar con el uso de binoculares, una práctica poco común entre los mexicanos.

Aunque el bombero destaca la importancia de que todos los ciudadanos se familiaricen con las acciones de primeros auxilios, reconoce que sólo un pequeño porcentaje de la ciudadanía se preocupa por tener conocimiento de atención inmediata, por ello declara que en el mejor de los casos lo mejor que se puede hacer es no entorpecer la labor de las personas capacitadas para atender emergencias.

Plascencia comparte que una acción para evitar que un incendio tome proporciones fatales es el uso de un extintor.

En el caso del fuego por combustible se debe evitar el manejo de agua, por tal motivo aconseja emplear un extintor de espuma o dióxido de carbono, ya que impiden el proceso de combustión en alguna explosión.

“Es importante tener este elemento en casa y en el automóvil. Normalmente se cataloga como estorboso, pero es una herramienta que puede salvar vidas”.