Canadá y la Unión Europea preparan una serie de medidas para responder al plan del presidente Trump de imponer aranceles al acero y aluminio que ingresa a los Estados Unidos; una medida que ha provocado división dentro del propio Partido Republicano.
El gobierno de Canadá, encabezado por Justin Trudeau, ya contempla nuevos aranceles para los vinos de California y la miel de Vermont que ingrese a territorio canadiense; Canadá es el principal abastecedor de Estados Unidos de esta clase de metales.
Trudeau ha dicho que si Trump incluye a Canadá en los aranceles al acero y aluminio sería una decisión sin sentido y absolutamente inaceptable, pues además de ser socios comerciales, también comparten objetivo militares.
Canadá es una de las naciones más molestas por el plan de gravar con 25 por ciento las importaciones de acero y 10 por ciento a las de aluminio, pues además de compartir una historia conjunta, ambos países, junto con México, se encuentran en plena renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
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Contrario a la respuesta que ya prepara Canadá, el gobierno mexicano sólo se ha pronunciado contra el plan de Trump, pero no ha anunciado ninguna clase de medidas para revertir el efecto de los aranceles a esta clase de metales.
El martes pasado, legisladores republicanos y asociaciones industriales presionaron a Trump para que limite su plan de aranceles a las importaciones de acero y aluminio, pues esto podría desatar una guerra comercial; el presidente respondió que “las guerras comerciales no son tan malas”.
Sin embargo, la Casa Blanca señaló este miércoles que Canadá y México podrían quedar exentos de los nuevos aranceles al aluminio y el acero que planteó Trump alegando que son necesarios para preservar la seguridad nacional.
“El presidente indicó que si podemos llegar a un acuerdo con Canadá y México, ellos estarán exentos. No es inconcebible que otros puedan ser eximidos sobre una base similar”, dijo el secretario estadounidense de Comercio Wilbur Ross a la prensa.
Por su parte, la portavoz presidencial Sarah Huckabee Sanders señaló en conferencia de prensa que las excepciones a estos aranceles se harán “caso por caso” y “país por país”.
Europa no se queda de brazos cruzado
La Unión Europea advirtió este miércoles que impondrá aranceles de hasta 25 por ciento a una serie de productos fabricados en Estados Unidos y que pretendan ingresar a Europa, en caso que el gobierno de Trump imponga los polémicos aranceles al acero.
Algunos de los productos que serían gravados con nuevos aranceles son los jeans Levi’s y las motocicletas de la marca Harley Davidson, así como productos agrícolas, como maíz, cacahuetes y naranjas, señaló la comisionada europea de Comercio, Cecilia Malmstöm.
Llama la atención que estos productos provienen, principalmente, de estados gobernados por el Partido Republicano. Es decir, que esta medida no sólo es comercial, sino también política, para que los legisladores republicanos ejerzan más presión sobre Trump.
La mesa está servida y Trump deberá decidir en los próximos días si cede ante las exigencias del mundo o, fiel a su costumbre, ignora las advertencias de sus propios aliados.