EUA y China entran a disputa por el comercio internacional, G7 también en la contienda

El G7 se perfila para imponer sanciones a la economía china. Las medidas, más allá de la retórica, surgen como un intento de frenar la influencia del país asiático en el plano internacional
Gabriel Nava Gabriel Nava Publicado el
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Estados Unidos está dispuesto a todo con tal de recuperar terreno en el comercio internacional frente a su rival político y económico: China. Y para ello trabajará en conjunto con las otras seis naciones más industrializadas del mundo.

El Grupo de los Siete (G7) se ha mostrado preocupado por la “coerción económica” que China ejerce mientras el gigante asiático los acusa de dividir los mercados internacionales.

En el marco de su reunión anual, el grupo que engloba a las economías más grandes del mundo se posicionó por recuperar el espacio perdido a manos del país liderado por Xi Jinping, considerado como “la fábrica del mundo”.

Hay consenso entre los países occidentales que buscan una reconfiguración en el mapa económico y comercial. Por ejemplo, Janet Yellen, secretaria del Tesoro de Estado Unidos, señaló que tomará acciones específicas con tal de contrarrestar lo que consideran la “coerción económica” china; y Ursula Von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, apuntó necesario replantear la relación con una “China cambiante”.

“Por supuesto, estamos compitiendo con China. Esto significa: Tenemos que fortalecer nuestra propia vitalidad económica; tenemos que hacer nuestra tarea en nuestras economías. Reduciremos las dependencias estratégicas”, señaló Von del Leyen durante su intervención en la cumbre G7.

Por su parte, el Gobierno chino propone una revisión a las políticas comerciales de Estados Unidos, pues ellos son los “mejor calificados” en materia de coerción económica y, actualmente, dividen el mundo en dos mercados.

“Estados Unidos ha estado intimidando a los países relevantes para que se desvinculen económicamente de China, imponiendo un bloqueo de ciencia y tecnología a China y reprimiendo a las empresas chinas. No se trata de una competencia justa, sino de una grave violación de los principios del mercado y las normas de la Organización Mundial de Comercio”, declaró Wang Wenbin, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China.

Impacto negativo

Sin embargo, establecer sanciones impactaría de forma negativa a diversos países entre ellos los europeos por la vinculación que tienen con el mayor exportador del mundo.

“Estaremos viendo qué tanto estas medidas (sanciones) que van a llevar a proponer en la agenda del G7 se pueden implementar a raíz de que China es su principal socio comercial”, comentó José Ignacio Martínez Cortés, coordinador del Laboratorio de Análisis en Comercio, Economía y Negocios de la UNAM en entrevista para Reporte índigo.

Martínez considera que los principales afectados por las sanciones a China serían los propios países europeos, y señaló que “esto apenas inicia. Vendrán, sin duda, más fricciones comerciales. Ojalá y no se dé una fricción militar, porque sí, ahí estaríamos entrando a temas mayores”.

Signos de debilidad

La contienda por un mayor peso en el comercio internacional se da cuando Alemania y Estados Unidos, los dos grandes exportadores del G7, no muestran señales sólidas en su desempeño, sobre todo después de la pandemia y en medio del conflicto bélico ruso ucraniano.

La producción industrial de Estados Unidos lleva seis meses en contracción, de acuerdo al Índice Pedidos Manufactureros (PMI) y sus exportaciones perdieron el dinamismo que mostraron el año pasado, según muestran los datos del Buró de Análisis Económico .

Alemania registra una caída de 3.4 por ciento en su producción industrial en la última actualización disponible, sin poder recuperar los niveles que su industria tenía antes del inicio de la pandemia y sus exportaciones cayeron 5.2 por ciento en marzo, lo que perfila un segundo mes de retrocesos en su vinculación al exterior, exponen los datos de la Oficina Federal de Estadística.

Por su parte, Reino Unido, Francia, Italia, Canadá y Japón continúan combatiendo las presiones inflacionarias que provocan alzas de precios no vistas en décadas, cuestión que complica llevar a buen puerto el desarrollo del comercio internacional en esos países.

La situación en China no es distinta; el índice PMI registra en abril 49.2 por ciento, lo que indica una contracción en la producción industrial del país asiático. Sus exportaciones tampoco muestran signos positivos al caer en el primer bimestre de este año, cuestión que genera interrogantes sobre la recuperación económica de la nación luego del impacto que recibió por el Covid-19.

A pesar del escenario adverso, la serie de sanciones que Estados Unidos impuso en materia comercial al país asiático desde la administración de Donald Trump; y las que la Unión Europea adoptó en 2021 parecen no haberle restado influencia al 14.4 por ciento que coloca a China como el mayor exportador del mundo.

La contienda por el liderazgo comercial se agudiza a la espera de las sanciones que el G7 pretenda imponer.

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