Etiquetado en alimentos, el rival de las microempresas

La nueva disposición en los productos beneficiará a la salud de los consumidores, sin embargo, el pequeño comercio podría sufrir las consecuencias al presentar una disminución en sus ventas
Viviana Bran Viviana Bran Publicado el
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El etiquetado de productos es un arma de doble filo. Para algunos, la ventaja de implementar este sistema radica en que los consumidores conocerán el origen y los ingredientes de los alimentos que consumen, para otros, como las tiendas de abarrotes, esto podría poner en riesgo las ventas, ya que se enfrentarían a las nuevas exigencias que demanden los clientes. 

Además de las posibles implicaciones que trae el etiquetado, el pequeño comercio está entre la espada y la pared por las regulaciones excesivas, sobrecarga fiscal, así como los problemas económicos y políticos a los que México se enfrenta en la actualidad.

La propuesta de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) de incrementar las cuotas del Impuesto Especial sobre la Producción y Servicios (IEPS) a productos como refrescos, botanas, dulces, huevo, pan, lácteos, embutidos, cigarros y cerveza, también afectan las ventas generales de las pymes y el bolsillo de los consumidores al pagar más de lo que acostumbran. 

Cuauhtémoc Rivera, presidente de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec), asegura que las medidas recaudatorias que está implementando el Gobierno federal no representan una gran amenaza para los pequeños comercios, debido a que las personas siguen comprando esos productos sin importar que sus precios se eleven. 

Nuevos impuestos se implementaron en los refrescos, botanas, dulces, cigarros y cervezas

Por otra parte, argumenta que el etiquetado tampoco afecta en mayor medida las ventas de los establecimientos, pues son pocas las personas que muestran interés en ese tipo de información.

“En las cajetillas de cigarros y la publicidad de la cerveza se muestran los riesgos que pueden traer para la salud, incluso con imágenes fuertes para crear conciencia en el consumidor, a pesar de las advertencias sobre el contenido,  gran parte de la población sigue comprando y eso puede pasar con el etiquetado que se pretende implementar en otros productos”, explica Rivera.

En el primer semestre del 2019, la industria tabacalera registó la venta de mil 773 millones de cajetillas de cigarros, según los resultados de la Encuesta Mensual de la Industria Manufacturera del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

El consumo de cervezas durante el mismo periodo  ascendió a seis mil 95 millones de litros vendidos, mientras que los refrescos representaron 15 por ciento de las ventas totales en tiendas de abarrotes en el país, de acuerdo con la información de la Anpec.

86
por ciento de los comerciantes aseguran que sus ventas no han crecido en los últimos seis meses

Aun con las cifras anteriores, 86 por ciento de los comerciantes que fueron encuestados por la Anpec manifestaron que sus ventas no han crecido en los últimos seis meses. Más de 42 por ciento de ellos consideró que sus ingresos se han ido a la baja.

Cuauhtémoc Rivera declaró que los micro negocios se enfrentan a más problemas, pues para que les queden ocho mil pesos libres al mes deben de vender entre 25 y 30 mil pesos, no cuentan con créditos para la vivienda y seguro médico, además muchos de los establecimientos carecen de alumbrado público y por lo tanto de seguridad, situación que los pone en un riesgo constante. 

“Los pequeños establecimientos no son beneficiados por ningún tipo de programa del gobierno. En la actualidad, solo hay dos que están vigentes, la beca Benito Juárez y los apoyos para adultos mayores, los otros todavía no han llegado a la población”. 

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