Esperanza griega

Por primera vez en meses, Grecia fue capaz de realizar una propuesta a los líderes de la Unión Europea sin que sea rechazada de manera automática.

Aunque el paquete de reformas fue propuesto en el último momento previo a la reunión de ayer de líderes europeos en Bruselas, y por lo tanto todavía se desconoce en qué medida será aceptado, analistas concuerdan que es el avance más significativo en los últimos cinco meses. Un acuerdo podría llegar a consolidarse a finales de la semana, justo a tiempo para impedir un default griego el 30 de junio cuando el país tiene que realizar un pago importante al Fondo Monetario Internacional (FMI). En el peor de los escenarios, si no se llega a un acuerdo Grecia debería salir de la Unión Europea, lo que podría significar un peligro para la estabilidad económica global.

Fuentes del Banco Central Europea aseguraron ayer que la propuesta griega “es más completa, aunque faltan por definir acciones prioritarias”. Las acciones y bonos griegos se apreciaron ayer en medio del positivismo que rodeó la junta europea.

Lo transcurrido en los últimos tres días contrasta con el camino que seguían las negociaciones hace tan sólo dos semanas cuando el FMI retiró de Bruselas a su equipo encargado de las negociaciones con Grecia, frustrado ante la falta de progreso.

“El acuerdo podría llegar a final de semana”, ha dicho hasta cuatro veces el presidente del club del euro, el holandés Jeroen Dijsselbloem, en rueda de prensa.