Entender las brechas de género, trabajo de toda una vida de la Nobel de Economía

La galardonada con el premio Nobel de Economía enfocó gran parte de su trabajo en investigar la integración de las mujeres al mundo laboral y los elementos que distinguen su labor de la de los hombres
María Fernanda Navarro María Fernanda Navarro Publicado el
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La brecha salarial entre hombres y mujeres existe y para disminuirla o erradicarla es necesario un cambio de paradigma en el mercado laboral, sobre todo enfocado en cómo se define la remuneración de los puestos de trabajo que pone foco en el tiempo en el que se pasa laborando.

Esta es una de las premisas del vasto trabajo de Claudia Goldin, profesora de economía en Harvard y ganadora del premio Nobel de Economía de este año, quien se ha enfocado en estudiar la integración de las mujeres al mundo laboral y los elementos que distinguen su labor de la de los hombres.

Los trabajos más influyentes de Goldin están enfocados en la historia de la búsqueda de la carrera profesional y la familia por parte de las mujeres, el impacto de la píldora anticonceptiva en las decisiones profesionales y matrimoniales, los apellidos de las mujeres como indicador social, las razones por las que las mujeres ahora son mayoría en los estudios universitarios y el nuevo ciclo vital del empleo femenino.

Esta comprensión que ha brindado Goldin en la participación de las mujeres en el mercado laboral fue la razón para que la Real Academia Sueca de Ciencias le otorgara el galardón del Nobel de Economía este año.

“Las mujeres están infrarrepresentadas en el mercado laboral mundial y, cuando trabajan, ganan menos que los hombres. Claudia Goldin ha ratresado los archivos y recopilado más de 200 años de datos en Estados Unidos, lo que ha permitido demostrar cómo y por qué han cambiado a lo largo del tiempo las diferencias de género en los ingresos y las tasas de empleo”, afirma la Real Academia Sueca de Ciencias.

Histórica brecha salarial

La integración de las mujeres a los puestos de trabajo es mayor, sus niveles de educación han ido aumentando, así como su experiencia laboral y aunque los ingresos entre hombres y mujeres se han ido emparejando, la diferencia aún existe.

En el estudio “A Grand Gender Convergente: Its Last Chapter”, publicado en 2014, Goldin señala que la brecha salarial entre trabajadores y trabajadoras continúa existiendo debido al tiempo, es decir, las horas de trabajo en muchas ocupaciones que valen más cuando se dan en momentos concretos y cuando las horas son más continuas.

“Generalmente no es sólo en términos de número de horas, pregunta a las mujeres que están en el mundo de las finanzas  ¿cuántas horas a la semana trabajan? Trabajan muchas horas, pero puede que no trabajen determinadas horas, y por lo tanto, no van a obtener los ingresos más altos. Así que no se trata sólo del número de horas, sino de qué horas”, explicó Goldin en 2021 como invitada al podcast “Ask a Harvard Professor”.

Generalmente son las mujeres las que optan por tener horarios de trabajo flexibles, lo que conlleva un alto costo.

Recientemente la Organización Internacional del Trabajo (OIT) advirtió que la brecha laboral entre hombres y mujeres a nivel mundial es más sombría de lo que se observaba.

Una nueva medición en torno a los desequilibrios de género en el acceso al empleo y las condiciones de trabajo por parte de este organismo internacional, advierte que 15 por ciento de las mujeres en edad de trabajar desearían tener un empleo pero no lo tienen, frente al 10.5 por ciento de los hombres. Esta diferencia es impulsada por “las responsabilidades personales y familiares, incluido el trabajo de cuidados no remunerado” que, generalmente recae sobre las mujeres, señala la OIT.

El poder de una pastilla

Una de las investigaciones que más atención atrae del trabajo de Goldin, es la que sugiere que con la aparición de la pastilla anticonceptiva en Estados Unidos aumentó la edad en la que las mujeres contraen matrimonio, así como su integración a carreras profesionales.

Esta investigación titulada “The Power of the Pill: Oral Contraceptives and Women’s Career and Marriage Decisions” apunta que la píldora anticonceptiva dio a las mujeres mayor certeza sobre el control natal al tener relaciones sexuales, lo que a su vez reducia el “costo” de comprometerse a enrolarse en carreras profesionales largas.

El estudio señala que las jóvenes que se integraban a una larga educación profesional tenían que pagar “la penalización” de la abstinencia o hacer frente a una considerable incertidumbre con respecto al embarazo.

El trabajo de Goldin se dedicó a observar a las mujeres que ingresaron a carreras como medicina, odontología, leyes y administración de negocios, que tradicionalmente son carreras de estudio de largo plazo. En ese sentido señala que la integración a estas profesiones por parte de estudiantes mujeres fue aumentando en 1970 y una década después se disparó. Cabe destacar que la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) aprobó la venta de la pastilla anticonceptiva en 1960.

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