Empresas femeninas globales crecen tras la pandemia
La pandemia por COVID-19 no sólo provocó afectaciones, los cambios que impulsó generaron oportunidades y herramientas que permitirán el crecimiento internacional de las empresas encabezadas por mujeres, afirma Sonia Garza en entrevista con Reporte Índigo
María Fernanda NavarroHerramientas digitales, formalidad y ejemplo de liderazgo femenino son los elementos clave para que las empresas dirigidas por mujeres mexicanas alcancen los mercados globales.
En México, las mujeres tienen una alta tendencia a emprender pero la mayoría de ellas lo hace en la informalidad, además la tradicional asignación de trabajo doméstico y de cuidado de los menores de edad y adultos mayores a ellas siguen impidiendo su pleno desarrollo como líderes empresariales, afirma Sonia Garza, presidenta de la Asociación Mexicana de Mujeres Jefas de Empresas (AMMJE).
La formación de empresas encabezadas por mujeres es más necesaria que antes, después de todo ellas fueron las más afectadas con la crisis laboral que se generó por el paro de actividades no esenciales en 2020 para tratar de contener los contagios por COVID-19.
Las empresas dirigidas por mujeres se encuentran mayoritariamente insertadas en el sector de servicios, por lo que fueron de las más afectadas por la crisis sanitaria que inició en 2020 y que en 2021 continúa generando estragos a la economía mexicana.
Pero la inmediata puesta en marcha de estrategias de digitalización, adaptarse a los cambios de consumo que estableció el confinamiento y la unión de mujeres empresarias permitieron que por lo menos entre las asociadas de la AMMJE los efectos del COVID-19 fueran menores en sus empresas.
“Hicimos una encuesta interna para conocer las afectaciones de las empresas que se encuentran en la AMMJE y encontramos que 40 por ciento de las afiliadas perdieron 30 por ciento de sus ingresos. Reaccionamos con prontitud, leímos el entorno y empezamos inmediatamente a usar la tecnología, innovar, cambiar los negocios, apoyarnos desde el mercado local hasta el nacional, eso hizo que nos afectara menos el entorno, unirnos entre todas y empezar a capacitarnos”.
En México la conversión digital de los negocios ha sido lenta sobre todo entre los pequeños y medianos negocios, pese a los intentos de integrar a su servicio aplicaciones de delivery, habilitación de una página web, la difusión de servicios y productos en redes sociales o la venta en línea.
Datos de la Cámara de Comercio Servicios y Turismo en Pequeño de la Ciudad de México (Canacope) apuntan que en 2020 tres de cada 10 empresas pudieron digitalizarse, que ya representa un incremento de la presencia comercial en línea de los negocios, toda vez que previo a la pandemia solamente una de cada 10 contaba con alguna de estas herramientas.
Con esta experiencia por delante, la asociación ofrecerá apoyo, cursos de capacitación e incluso divulgación de proyectos para captar inversión a través de la Academia AMMJE que se estrena el próximo tres de marzo.
El objetivo es generar un círculo virtuoso para estimular el crecimiento y responder a este llamado de ayuda que están haciendo las emprendedoras en medio de una crisis que provocó que 1.3 millones de mujeres perdieran los ingresos que generaban a través de sus empresas.
Oportunidad global para empresas femeninas
En cada crisis existe una oportunidad y las crisis sanitaria, económica y laboral provocadas por el COVID-19 no son la excepción. Sonia Garza, recién nombrada líder de la AMMJE, apuesta porque los cambios generados en 2020 permitirán que los emprendimientos de cualquier persona evolucionen de tener impacto regional a alcances globales.
Por eso, la empresaria regiomontana con más de 30 años de experiencia insiste en la importancia de generar un pensamiento emprendedor y exponencial en las mujeres empresarias.
Además de las herramientas digitales, insiste en la formalización de las empresas de mujeres no sólo con el objetivo de generar mayores ganancias y laborar en un marco de legalidad que repercuta en mediano plazo en su seguridad económica, sino para que puedan integrarse a cadenas globales de valor.
Por eso la AMMJE en donde tradicionalmente sólo podían integrarse jefas de empresas legalmente constituidas ha decidido “democratizarse” y apoyar a todas las mujeres emprendedoras.
“Las mujeres no nos vamos a detener, si nos facilitan el camino, qué bueno, ahí vamos, pero si no lo hacen vamos a emprender, y aplaudo a estas mujeres que no se hincan ante la adversidad sino que salen adelante. Pero también es importante fomentar nuevas masculinidades en donde los hombres se unan a las mujeres, que las vean como iguales, debemos quitar esa cultura de la desigualdad”, afirma.