No priorizar en concretar la iniciativa que reduciría el máximo periodo de tiempo que legalmente puede laborar un mexicano ha traído consigo el descontento de millones de personas que desean contar con mejores condiciones laborales, y la denuncia de los impulsores de la propuesta, ante lo que consideran que es una deuda histórica con la clase trabajadora del país.
Llegó el considerado “primer gobierno de izquierda” a México, y con ello se pensaba que la lucha por mejorar las condiciones en las que casi 60 millones de trabajadores laboran, encontraría un avance sin precedentes; sin embargo, a seis años de dicho suceso, persisten pendientes que impactan directamente a quienes “mueven al país”.
Un claro ejemplo de ello es la falta de voluntad política para concretar la iniciativa que busca reducir de 48 a 40 horas el periodo semanal máximo de trabajo en el país, cuestión que incluso implicaría que el patrón tendría que pagar de forma íntegra dos días de descanso por cada cinco días laborados.
Pese a que desde abril de 2023 la propuesta cuenta con un dictamen aprobado por todas las fracciones parlamentarias y listo para votarse, no se ha impulsado gracias a la obstaculización que, inclusive, ha venido desde la facción política morenista; muestra del pendiente que la actual administración tiene con la clase trabajadora mexicana, denuncia Susana Prieto, diputada independiente de la LXV legislatura.
“Incluso se demostró en los parlamentos abiertos en los que acudieron académicos, investigadores, patrones y trabajadores que había una urgencia por la disminución de la jornada laboral ya que, al igual que Colombia, éramos el único país en el mundo que trabajaba 48 horas semanales; a estas alturas ni ese país tiene esa jornada, por lo que somos actualmente el único país en el mundo que tiene esa estipulación”, señala a Reporte Índigo la también activista por los derechos de los trabajadores.
Así, la lucha por impulsar la iniciativa de Prieto, la manifestación nacional por una jornada digna a nivel nacional y los señalamientos hacia los legisladores que pretenden dejar “congelada” la propuesta de modificación en materia laboral se da en un contexto donde casi 15 millones de personas en México trabajan más de 48 horas a la semana, de acuerdo con los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía(Inegi).
La propuesta de modificar la jornada laboral en México no cuenta con el aval de los más poderosos
Pese a que la reducción de la jornada laboral en México figura como una necesidad de carácter humano, tal como lo ha señalado la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico; la clase empresarial y los máximos representantes de la actual facción política en el poder han demostrado su desdén por la idea.
Por ejemplo, Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, ha solicitado que se posponga el impulso de dicha modificación ante lo que él considera una necesaria profundización de la discusión sobre ese tema; postura similar a la de Claudia Sheinbaum, presidenta electa del país, quien considera que esa propuesta solo puede avanzar a partir del consenso con los empresarios, que dicho sea de paso, se han mostrado reacios al respecto.
“Es importante mencionar que la medida también impactará los precios de los bienes y servicios, propiciando mayor inflación y que los montos que las familias actualmente destinan para alimentación, salud, educación y esparcimiento, entre otros, eventualmente se incrementarían por el aumento en costos laborales; de aprobarse la reducción de la jornada laboral, ésta podría afectar el costo laboral de los 14.3 millones de trabajadores formales asalariados que, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del Inegi, trabajan más de 40 horas a la semana”, considera la Confederación Patronal de la República Mexicana sobre la propuesta.
Al momento, pese a que la postura de las personalidades con mayor poder e influencia en el país se ha mostrado contraria a la necesidad de millones de trabajadores mexicanos, la movilización de ese sector de la población resulta crucial para obtener un derecho que le pertenece gracias al trabajo y valor que aporta al país, considera la entrevistada por este medio.