Emergentes: quien no arriesga…

El Banco Mundial alienta a los países en vías de desarrollo para que gestionen de manera rentable los riesgos económicos que en ocasiones generan una sobredosis de cautela.

El comunicado publicado el domingo pasado establece que las economías emergentes deben estar dispuestas a asumir mayores riesgos para conseguir un mayor estímulo al crecimiento económico. 

De acuerdo al informe, el miedo a caer en una crisis económica lleva a los países a actuar con extrema cautela, pero esto puede ocasionar un efecto no deseado. 

Demasiadas precauciones pueden obstaculizar el crecimiento económico y estancar los niveles de vida de la población. 

De tal modo que se debe llegar a un equilibrio donde se eviten errores costosos y persista la búsqueda de oportunidades.

El presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim, afirma que la evidencia demuestra que existen beneficios por reconocer y prepararse en contra de los riesgos económicos, pero invitó a los países a dejar de ser “combatientes de la crisis” para convertirse en “gestores de riesgo”.

El informe del Banco Mundial es una de las acciones que está realizando para cumplir con su objetivo de erradicar la pobreza extrema para el año 2030, elevando en un 40 por ciento los ingresos de las personas de escasos recursos.

Con la crisis financiera, la mayoría de las economías se aislaron de la globalización y fortalecieron sus políticas conservadoras y proteccionistas. 

Ahora los países emergentes se encuentran luchando contra la volatilidad de los capitales que están saliendo rápidamente de sus economías. 

Prudencia emergente

Existen varios ejemplos de economías emergentes que se han caracterizados por su cautela. Uno de ellos es Corea del Sur, donde los bancos están sujetos a impuestos de hasta 0.2 por ciento de sus pasivos no esenciales para evitar que se endeuden demasiado.

Otras políticas similares que el informe llama “macro-prudenciales” consisten en la exigencia de muchos requisitos para las reservas de los bancos y la imposición de límites a los dividendos, que intentan asegurar un márgen de acción más amplio cuando haya problemas económicos en las instituciones.

El Banco Mundial pone como modelo a seguir a Singapur, el cual ha creado un Consejo Nacional que evalúa la interacción de los riesgos y las diferentes maneras de abordarlos de manera rentable. Esto pretende evitar medidas que son muy cautelosas y perjudican el crecimiento.

Por último, también se advierte que los rescates financieros son perjudiciales para la economía de los países, pero que puede haber ocasiones donde sean necesarios para evitar una mayor crisis.