Ellas sí influyen

Existe una noción de que el ámbito de la economía es primordialmente un área manejada, estudiada y trabajada por hombres. 

El Banco de la Reserva Federal de San Luis, en Estados Unidos, lleva una base de datos donde cuantifica y califica los estudios económicos hechos alrededor del mundo. De los más de 35 mil autores, solo el 18 por ciento son mujeres. 

Aún así, el creciente número de mujeres economistas con estudios significativos en sus respectivas áreas han generado gran impacto, no por el género de su autor, sino por el grado de sofisticación y creatividad en su trabajo.

Carmen Reinhart, la gurú financiera

La profesora del Sistema Internacional de Finanzas de la Universidad de Harvard es considerada entre las 50 personas más influyentes en el planeta por la revista Bloomberg Markets. Es la economista con mayor índice de influencia y ha trabajado en el área de investigación del Fondo Monetario Internacional. 

Su análisis sobre las finanzas internacionales y la historia de la banca ha encontrado similitudes impresionantes entre los auges y depresiones económicas en  toda la historia de las finanzas internacionales.  Ha sido publicada en diversos medios especializados.

Janet Currie, tras el bienestar infantil

Dirige el Centro de la Salud y el Bienestar de la Universidad de Princeton y es pionera en mezclar el ámbito económico con un enfoque de la salud y el bienestar infantil. Su trabajo ha presionado para la expansión de mejores programas de salud en Estados Unidos.

Al analizar las diferencias socioeconómicas en la salud infantil y enfocarse en las amenazas ambientales que limitan su desempeño, la profesora encontró nuevas soluciones para avanzar en el desarrollo social. Su sello se nota en la reestructuración del modelo de salud de la administración de Barack Obama.

Esther Duflo, el fin de la pobreza

La doctora Esther Duflo, del departamento de Desarrollo Económico del MIT, ha ganado fama por su novedoso enfoque para combatir la pobreza alrededor del mundo. Su trabajo con  el uso de experimentos de campo como base metodológica para descubrir relaciones causales en la economía ha encontrado nuevas formas para combatir la pobreza alrededor del mundo.

En el 2010, recibió la medalla John Bates Clark, el cual la reconoce como una de las economistas abajo de los 40 años que ha hecho una contribución significativa al pensamiento económico.