En medio de la contienda electoral, Estados Unidos crece y su Producto Interno Bruto se recupera

La última actualización del Producto Interno Bruto de la economía más grande del mundo sugiere que su ritmo de crecimiento ha resistido, pese a un contexto marcado por la incertidumbre y el conflicto
Gabriel Nava Gabriel Nava Publicado el
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La economía más grande del mundo recobró la senda del crecimiento luego de iniciar el año con un retroceso que planteaba un escenario lleno de incertidumbre de cara a 2024; cuestión que incluso podría ser definitoria para el proceso electoral que la nación vivirá en noviembre próximo.

Durante el segundo trimestre de 2024, el Producto Interno Bruto (PIB) de Estados Unidos registró un aumento, a tasa anual, de 2.8 por ciento, de acuerdo con la estimación anticipada de la Oficina de Análisis Económico (BEA, por sus siglas en inglés); con dicho resultado, el indicador revirtió la tendencia negativa con la que arrancó este año.

De dicho resultado destacó que el gasto en bienes y servicios logró dinamizar a la gran economía de Norteamérica pese a que el Fondo Monetario Internacional destacó en enero que el consumo registraría un debilitamiento como resultado de la restricción monetaria que la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) ha sostenido para hacerle frente a las presiones inflacionarias, cuestión que podría figurar como el elemento crucial de influencia en las próximas elecciones por la presidencia estadounidense.


“En los contextos electorales en Estados Unidos es sabido que el desempeño de la economía es un factor determinante para saber si un presidente en funciones se puede reelegir o no, y ahora es lo que vemos; las expectativas del Partido Republicano en gran medida estaban sustentadas, o siguen sostenidas, por el hecho de que la economía del país no estuviera bien para este momento, pero para sorpresa de muchos se encuentra vigorosa”, puntualizó en entrevista para Reporte Índigo, Francisco Torres Landa, especialista en competencia económica y socio líder en Hogan Lovells.

Al respecto,  vale agregar que el Índice de Precios de Gastos de Consumo Personal, también conocido como “inflación PCE”, ha registrado una tendencia a la baja que podría dar la suficiente confianza para que la Fed pueda disminuir su tasa de interés e impulsar una postura distinta a la que ha sostenido desde marzo de 2022.

“La actividad sigue siendo débil en vivienda, estructuras no residenciales y la mayoría de los tipos de bienes de capital, y los consumidores están gastando más en servicios que necesitan que los que desean, sin embargo, los hogares gastaron más en bienes duraderos caros, las empresas derrocharon en equipos de transporte y las importaciones aumentaron en el trimestre”, puntualizó sobre el tema el centro de pensamiento The Conference Board.

Contienda de ideas superficial ante una misma práctica

Pese que a que la población estadounidense considera que el estado económico resulta fundamental para poder elegir a su líder político, y la coyuntura actual plantearía que el Partido Demócrata podría renovar su mandato en noviembre, Samuel Ortiz, profesor de economía de la Universidad Nacional Autónoma de México, planteó a este medio que la idea de cambiar el partido para dirigir el país continúa latente gracias a la cantidad de ciudadanos que consideran al modelo económico que prioriza a la industria y capitales de su país, una mejor opción; aunque en lo fundamental se continúen impulsando las mismas ideas más allá de la facción que gobierne.

“La guerra comercial entre Estados Unidos y China inicia con Trump gracias a la imposición de aranceles, medida que no se levanta con Biden, y de hecho en su administración se impusieron aranceles; cuando comparas estas medidas, lo que vivimos con realmente en materia de política comercial no hay mayor diferenciador”, consideró el académico.

Así, pese a que las agendas que se disputan la victoria en los comicios que se llevarán a cabo en el próximo mes de noviembre guardan un amplio contraste en el ideario, a la hora de la práctica, solo se han diferenciado por la belicosidad en el discurso de sus líderes cuando se han encontrado en el poder, como ha sucedido en las últimas administraciones.

Un resultado que puede impactar de forma positiva en la economía mexicana

El hecho de que la economía de Estados Unidos supere los pronósticos y continúe con una dinámica de crecimiento beneficia a México ya que cuestiones como la relación comercial, el ciclo industrial y hasta el envío de remesas podrán mantenerse resilientes de cara a la segunda mitad del 2024, como lo sugiere la vinculación con la que cuentan ambos países actualmente.

Incluso, podría resultar definitorio para la economía mexicana, ya que el Indicador Global de la Actividad Económica(IGAE) ha indicado que el ritmo productivo del país ha venido a la baja durante los últimos meses, lo que podría confirmar el PIB nacional en su próxima actualización.

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