El rostro femenino del SAT

La titular del SAT apuesta a desarrollar tecnologías que faciliten a los mexicanos cumplir con sus obligaciones fiscales con una visión diferente a la que se ha implementado desde hace décadas
Nayeli Meza Orozco Nayeli Meza Orozco Publicado el
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Margarita Ríos-Farjat sabe el peso que carga sobre sus hombros. No sólo es la encargada de transformar el Servicio de Administración Tributaria (SAT) durante esta administración, también es la segunda mujer en ocupar la silla como jefa del órgano tributario en su historia.

“Para mí, hombres y mujeres son iguales, pero siempre estoy del lado de ellas porque existe una obstaculización social, cultural y familiar que impide que muchas mujeres no tengan acceso a las mismas oportunidades”, dice la jefa del SAT

Cuando la doctora en Política Pública por la Escuela de Gobierno y Transformación Pública del Tec de Monterrey tomó las riendas del organismo se puso un objetivo claro: combatir la evasión fiscal de grandes empresas, pero en su visión también se comprometió a transformar al SAT para hacerlo más cercano a los contribuyentes, que durante décadas lo han visto como un ente lejano.

Para lograrlo convocó a dos mujeres que juegan papeles clave: Katya Arroyo, como administradora general de Servicios al Contribuyente, y Rosalinda López, quien se desempeña como administradora general de Auditoría Fiscal Federal.

Sin embargo, reconoce, la tarea no es sencilla al tomar en cuenta que México ocupa el último lugar en recaudación entre los países que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

A su llegada al edificio ubicado en Avenida Hidalgo 77, Ríos-Farjat fue consciente de que, como en cada cambio de gobierno, hay voces a favor y en contra, pero sus encuentros con el personal son favorables.

“Encontramos una institución muy sólida y con personas muy bien preparadas. Es de destacar que hay muchas mujeres que quieren transformar al SAT en un órgano más sensible a las necesidades de los contribuyentes y eso nos motiva seguir trabajando”, precisa la poeta.

Uno de los mayores retos que ve la jefa de los impuestos es que, a pesar de que el servicio tributario cuenta con muchos procesos útiles que se han digitalizado, aún existe una fragmentación entre áreas y servicios en su estructura, entre los que destaca el retraso en las devoluciones.

16.2
por ciento del PIB fueron los ingresos tributarios recaudados durante 2017

Margarita Ríos-Farjat asegura que cumplir con la promesa de aumentar la recaudación tributaria en México sin crear nuevos impuestos es complicado, pero sabe que cuenta con las herramientas y el equipo para lograrlo.

“Nuestra prioridad es facilitarles la vida a los contribuyentes y por eso estamos apostando al desarrollo de tecnologías que les permitan cumplir con sus obligaciones”.

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