Pese a la “negra fama” que lleva a cuestas y las leyes locales que establecen la prohibición de la venta y uso de sus productos, la industria del plástico se resiste a su extinción en México.
Las diferentes legislaciones buscan atender los llamados de organismos internacionales, nacionales y ambientales para la disminución significativa e incluso erradicación en el uso de estos materiales que generan seis mil toneladas de residuos al año en el país, afecta a especies animales que lo consumen y gran proporción de estos terminan en los océanos.
En el otro extremo están los integrantes de la industria que señalan su relevancia para la economía del país, la generación de empleos y su compromiso con los procesos de reciclaje de estos productos.
El más reciente intento por disminuir el uso de estos productos se localiza en la Ciudad de México en donde a partir del uno de enero se prohíbe la comercialización, distribución y entrega de plásticos desechables de un sólo uso, que incluye tenedores, cuchillos, cucharas, platos, popotes, globos y varillas para globos, vasos, charolas para transportar alimentos y aplicadores de tampones.
Estas medidas conforman la segunda etapa de la puesta en marcha de la Ley de Residuos Sólidos de la Ciudad de México, que inició en enero de 2020 con la prohibición de la comercialización, distribución y entrega de bolsas de plástico de un sólo uso, además establece que los únicos plásticos que estarán permitidos serán los elaborados por “composta”.
Aunque en este momento las autoridades capitalinas llevan a cabo una campaña de difusión de las medidas para disminuir el uso de plásticos y no se prevé establecer multas por el momento, la ley contempla el castigo en el uso o comercialización de estos productos con penas económicas de 42 mil hasta 168 mil 900 pesos.
Pero los líderes de esta industria en México, que genera una derrama económica de alrededor de 30 mil millones de dólares, afirman que los productos plásticos no deben ser señalados como los villanos o héroes de la lucha ambiental.
Advierten que sólo la medida prohibicionista en la capital del país pone en riesgo entre 30 mil y 50 mil empleos, además de no constituir un método efectivo para el manejo de residuos sólidos.
Pymes afectadas por prohibición de plastico
Pero el impacto más fuerte lo resentirán los pequeños negocios que utilizan estos productos de forma cotidiana, sobre todo aquellos enfocados en la venta de comida, afirma Torres Arenas.
“Habrá que explicarles que un plato que les costaba un peso ahora les va a costar 4.50, porque la autoridad nos dice que se van a prohibir los materiales, de una manera inadecuada, y vamos a irnos a compostables, cuando la capacidad del mundo de compostables es de dos millones de toneladas al año y nuestro país demanda tan sólo 3.2 millones de toneladas, no alcanza”.
La conversión de artículos de plástico a compostables ha sido abrupta por lo menos para los dueños de restaurantes que los utilizan para la entrega de sus productos, sobre todo durante los últimos meses en las que los servicios “para llevar” o de entrega a domicilio se convirtieron en el brazo fuerte de esos negocios.
“Sí sabíamos que teníamos que hacer el cambio para enero pero con esto de que volvieron a ordenar el cierre de los negocios estamos más concentrados en que no se hunda el barco. Ya habíamos comprado una cantidad grande de unicel para la entrega de comidas, ahora pues vamos a tratar de hacer el cambio pero no sé ni cuánto cuestan los recipientes reciclables que se tienen que usar”, relata Gonzalo Jiménez, dueño de un desayunador de la alcaldía Benito Juárez.
Algo similar ocurrió en el negocio de venta de dulces y artículos para fiestas de Guadalupe Arroyo en la alcaldía Gustavo A. Madero, en donde continúan vendiendo los plásticos a sus clientes frecuentes y en bolsas negras para hacer más discreta su comercialización.
“Pues vamos a seguir vendiendolos hasta que se acaben, la gente los siguen pidiendo porque son más baratos y yo sé que son malos pero para cómo estuvo el año la verdad no me puedo dar el lujo de quedarme con esa mercancía” señala Arroyo.