Este martes 20 de agosto, el peso mexicano experimentó una pérdida frente al dólar estadounidense, acercándose peligrosamente a las 19 unidades por billete verde.
La jornada cerró con un tipo de cambio de 18.99 pesos por dólar, un nivel que preocupa a los analistas debido a su proximidad al techo de los 19 pesos.
El lunes pasado, la paridad peso-dólar había cerrado en 18.67 unidades, una leve variación respecto a las 18.64 unidades registradas el viernes. Sin embargo, la depreciación de este martes ha marcado un aumento notable en el tipo de cambio.
Según Gabriela Siller, directora de análisis económico en Grupo Financiero Base, el peso mexicano es la moneda que más se ha depreciado entre las principales divisas frente al dólar.
Este movimiento se vincula con la apreciación del yen japonés, que se ha posicionado como la tercera moneda más fortalecida frente al dólar. Además, un mayor nivel de aversión al riesgo en relación con México ha contribuido a esta depreciación.
Así cerrará el peso en 2024 y 2025
El Banco de México (Banxico) informó en julio que los especialistas del sector privado han ajustado a la baja sus proyecciones de crecimiento económico para México en 2024, reduciéndolas del 2.06% al 2%. Asimismo, se estima que el peso cerrará 2024 en 18.66 unidades por dólar, con una tendencia que podría llevarlo a 19.26 unidades por dólar en 2025.
Aunque el tipo de cambio ha mostrado cierta mejoría desde los más de 19 pesos por dólar que se observaban a principios de mes, la reciente depreciación genera incertidumbre sobre su comportamiento futuro.
Factores que influyen en el tipo de cambio
El valor del peso mexicano frente al dólar fluctúa debido a diversos factores. La oferta y la demanda son fundamentales: un aumento en la demanda de pesos fortalece la moneda, mientras que una baja la debilita.
Las decisiones del Banco de México sobre las tasas de interés también juegan un papel crucial, ya que pueden atraer o desalentar inversiones en el país. La inflación es otro factor determinante; si la inflación en México es más alta que en Estados Unidos, el peso tiende a depreciarse.
Además, el crecimiento económico y las expectativas sobre el mismo influyen en la fortaleza del peso. Si se anticipan buenas perspectivas, la moneda se fortalece; de lo contrario, pierde valor. Factores globales, como los precios del petróleo y las políticas en Estados Unidos, también afectan el tipo de cambio.
Finalmente, la estabilidad política en México es esencial, ya que cualquier incertidumbre en este ámbito puede devaluar el peso frente al dólar.
