El mundo hotelero podría pronto tener un nuevo líder de proporciones gigantescas: Starwood Hotels and Resorts Worldwide ha decidido aceptar nuevamente una oferta de fusión de parte de Marriott International.
La actual operación, valuada en 13.6 mil millones de dólares, resultaría en la creación de la mayor empresa hotelera del mundo, con una cartera de más de 30 marcas, 5 mil 300 propiedades, e ingresos anuales de casi 20 mil millones de dólares.
Starwood es dueña de Sheraton, Westin, W Hotels, y los hoteles St. Regis, mientras que Marriott, además de su marca homónima, es dueña de los hoteles Ritz-Carlton.
En noviembre del año pasado Starwood había aceptado una oferta de compra, valuada en 12.2 mil millones de dólares repartidos entre efectivo y un intercambio de acciones, por parte de Marriott.
Sin embargo, a mediados de marzo de este año Starwood anunció que terminaría este acuerdo para aceptar una oferta de compra, de 13.2 mil millones de dólares en efectivo, por parte de un consorcio liderado por la aseguradora china Anbang Insurance Group, el cual también incluía a las empresas de capital de inversión J.C. Flowers & Co. y Primavera Capital.
Decidido a no perder la negociación, Marriott mejoró su oferta y convenció al consejo administrativo de Starwood de volver a entablar relaciones, resultando en el actual acuerdo.
Atractiva oferta
Bajo los términos del nuevo acuerdo, los accionistas de Starwood recibirán 21 dólares y 0.8 acciones de Marriott por cada uno de sus títulos. La operación tendrá que ser aprobada por los accionistas de ambas empresas en una votación planeada para el 8 de abril de este año.
Anbang o cualquier otra empresa competidora aún podría realizar una oferta más alta para adquirir Starwood antes de esa fecha, pero si Starwood vuelve a renegar el acuerdo tendrá que pagarle 450 millones de dólares a Marriott – una penalización 12.5 por ciento mayor a lo que enfrentaba en noviembre del año pasado.
Arne Sorenson, presidente y director ejecutivo de Marriott, dijo el lunes en teleconferencia que “debería de ser obvio” que la nueva oferta ofrece “valor irresistible” a los accionistas de Starwood, pero ante preguntas acerca de la posibilidad de una nueva oferta rival dijo “no vamos a negociar en público”.
Costos desalojados
Fuera de la penalización por echarse hacia atrás, Starwood podría tener otros motivos para preferir a Marriott sobre Anbang.
“Una combinación Marriot-Starwood crearía un gigante del alojamiento diversificado, ligero en activos, y enfocado en expandir su base de tarifas y de hoteles administrados y franquiciados”, escribió en un reporte Tim Craighead, director de investigación en Bloomberg Intelligence.
En contraste, “una compra por parte de Anbang Insurance podría nublar el panorama de crecimiento en el largo plazo”, agregó Craighead.
Sorenson parece pensar lo mismo, enfatizando en sus comunicados que Marriott planea lograr reducciones de 250 millones de dólares en costos anuales para la empresa fusionada a dos años de que se finalice el acuerdo. Esta cifra es 25 por ciento mayor a los recortes que se tenían previstos cuando se realizó la oferta de fusión inicial.
Competidor chino
A pesar de que el negocio principal de Anbang es ostensiblemente el de ofrecer seguros y otros servicios financieros y bancarios, la empresa china se ha convertido en un importante jugador en el sector hotelero.
A finales del 2014, la empresa compró el afamado hotel Waldorf Astoria de Nueva York a un precio de 1.95 mil millones de dólares, quitándoselo de las manos a Hilton Worldwide Holdings.
La empresa intensificó su inversión fuertemente este año, comprándole Strategic Hotels and Resorts, dueña de 16 hoteles de lujo estadounidenses, a The Blackstone Group por 6.5 mil millones de dólares a mediados de marzo.
Esa misma semana, la empresa también anunció su interés por descarrilar la fusión entre Starwood.
Las mayores inversiones por parte de Anbang pueden tener un fin adicional a una mera búsqueda de rendimiento: el sacar el dinero de miembros de la élite de China desde su país mientras éste se enfrenta a una desaceleración económica, burlando los controles de capital a los que está sujeto.
Anbang ha sido descrita por el diario Financial Times como “una de las empresas más políticamente conectadas de China”. Wu Xiaohui, fundador y director ejecutivo de la empresa, está casado con la nieta de Deng Xiaoping, el sucesor de Mao Zedong como mandatario de China y arquitecto de la apertura económica del gigante asiático.