El monopolio de Silicon Valley
Las firmas dominantes del sector tecnológico cuentan con un común denominador en su modelo de negocios. Tanto Google como Amazon y el resto de las empresas líderes de la industria han seguido la máxima de Peter Thiel, inversionista pionero de Silicon Valley: “la competencia es para perdedores”. Desde el punto de vista de Thiel toda start-up debe apostar a convertirse en un monopolio en el largo plazo.
Rodrigo CarbajalLas firmas dominantes del sector tecnológico cuentan con un común denominador en su modelo de negocios. Tanto Google como Amazon y el resto de las empresas líderes de la industria han seguido la máxima de Peter Thiel, inversionista pionero de Silicon Valley: “la competencia es para perdedores”. Desde el punto de vista de Thiel toda start-up debe apostar a convertirse en un monopolio en el largo plazo.
La más reciente edición de la eterna batalla legal entre la Comisión de Competencia de la Unión Europea (UE) y Google pone de relieve que la influencia de Silicon Valley depende de un poder monopólico que, según las autoridades, inhibe la innovación y es perjudicial para la sociedad.
Dado que el sector de las tecnologías de la información es considerado como la industria más innovadora, esto podría parecer una paradoja.
No obstante, para Margrethe Vestager, comisionada de Competencia de la UE, Google se ha convertido en una prioridad para su gestión. Ayer, la agencia antimonopolio europea impuso cargos formales contra la empresa estadounidense por abusar de su posición de dominancia en el mercado de los smartphones.
Las autoridades europeas argumentan que Google utilizó su influencia excesiva en el mercado para obligar o incentivar fuertemente a los productores y operadores de teléfonos móviles a pre instalar la barra de búsquedas de Google, así como Chrome, el buscador de la compañía.
De acuerdo a la investigadora de mercados Gartner, el sistema operativo de Google, Android, está instalado en alrededor de 80 por ciento de los teléfonos móviles del mundo. Esto le ofrece a la compañía una plataforma para apuntalar su negocio principal.
Dominar el mercado de buscadores es vital para la operación de Google, ya que le permite obtener información de los intereses y hábitos de sus usuarios para colocar publicidad enfocada.
Persecución americana
A pesar de la insistencia de la Comisión de Competencia de que la conducta de Google inhibe la innovación e impone barreras a la entrada para desarrolladores y proveedores de servicios informáticos, crece el consenso entre las firmas de Silicon Valley de que se han tomado medidas desproporcionadas contra empresas de tecnología estadounidenses en Europa.
Google, Apple, Amazon y Qualcomm han estado sujetas a algún proceso legal por las autoridades europeas; ya sea por cuestiones fiscales o de competencia. Las empresas estadounidenses consideran que ha generado un antagonismo con las autoridades reguladoras de Europa, lo que se ha traducido en una intervención excesiva.
Los cargos imputados a Google se impusieron un día después de que el organismo anticompetencia de Canadá cerró una investigación muy similar contra el gigante tecnológico. Aunque Google cuenta con doce semanas para responder, la Comisión de Competencia de Europa ya está limitando su operación: Google no mostró interés en el proceso de venta de Yahoo, uno de sus principales competidores. Analistas sugieren que esto no se entendería sin el contexto de presión regulatoria que enfrenta Google.