El legado de Carstens

El exgobernador del Banco de México cumple 61 años el próximo 9 de junio. A poco más de un año de su salida de la institución, el sello del actual gerente general del BIS sigue presente en algunas decisiones
Nayeli Meza Orozco Nayeli Meza Orozco Publicado el
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Las economías emergentes tenemos gran experiencia en crisis
Agustín CarstensGerente general del BIS

El futuro de Agustín Carstens se definió a los ocho años. A su corta edad, su padre Guillermo Augusto Carstens le enseñó una poderosa lección: un día que lo dejó en la escuela camino al trabajo depositó varios pesos en su mano para que pudiera pagar el autobús de regreso a casa.

A la salida de clases, abordó el camión, pero no pudo pagar su pasaje, ya que los precios habían subido en el transcurso de ese día por lo que tuvo que caminar.

Al llegar a casa, se acercó a su madre Paulina Carstens y le preguntó por qué había sucedido eso. De manera sencilla, su progenitora le explicó qué era la inflación. Ese fue el inicio de todo.

El exgobernador del Banco de México (Banxico) tiene su sello propio. Su experiencia no es en vano: creció en la década de 1960 y 1970, y fue testigo en primera persona de la devaluación que sufrió el peso durante ese periodo.

Al igual que millones de mexicanos, el economista vivió la escasez de muchos productos básicos en las tiendas y supermercados que visitaba, como la leche o el azúcar. Incluso, en ocasiones, las personas no podían adquirir estos alimentos porque el gobierno había comenzado a fijar artificialmente los precios.

“Experimenté entonces que la inflación y la inestabilidad financiera pueden afectar de modo adverso las vidas de las personas”, compartió el actual gerente general del Banco de Pagos Internacionales (BIS, por sus siglas en inglés) durante una entrevista con el diario suizo Basler Zeitung en junio del año pasado.

El originario de la Ciudad de México se convirtió en un personaje clave para la preservación de la economía, ya que conocer de primera mano el comportamiento del dinero le ayudó a entender cómo influye en las personas.

Agustín Carstens dejó un legado en el país que migró con él cuando tomó el cargo como banquero central del mundo. Sin embargo, a 9 mil 604 kilómetros de distancia, la influencia del egresado del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) aún se deja entrever en algunas decisiones de la Junta de Gobierno de Banxico.

Jorge Gordillo, director de Análisis Económico y Bursátil de CIBanco, destaca el papel de Carstens al frente del organismo y considera que sus elecciones fueron clave para la modernización del mismo.

“Es un reconocido banquero que le dio personalidad a Banxico, al grado de que gracias a eso hoy es una institución muy sólida y que ha fortalecido su autonomía, a pesar de los riesgos a los que está expuesta”, destaca el analista

Salida polémica

Carstens buscó encabezar el Fondo Monetario Internacional (FMI) hace años, pero ese deseo no se le cumplió, al menos hasta la fecha, aunque eso no significa que otros tampoco.

Si el mexicano hubiera prevalecido contra Lagarde sería el primer representante de un país emergente en ocupar el puesto de jefe del FMI, pero este escenario era poco probable al tomar en cuenta que desde la época de la Guerra Fría, Estados Unidos y Europa tienen un acuerdo tácito en el que los estadounidenses eligen al presidente del Banco Mundial y los europeos al jefe del FMI.

El hecho de que el Fondo Monetario siempre haya tenido un líder europeo desde su inicio es una “tradición lamentable” que mantiene al FMI como “rehén”, declaró Carstens en 2011.

En diciembre de 2016, el economista anunció su salida del banco central de México la cual se haría efectiva en julio de 2017 para ocupar la gerencia del Banco de Pagos Internacionales, sin embargo, su renuncia ocurrió meses después (en noviembre) luego de que acordó postergarla con el entonces presidente Enrique Peña Nieto y el secretario de Hacienda José Antonio Meade.

2017
año en que se convirtió en gerente del BIS

Este aplazamiento permitió a la administración federal ganar tiempo para que Banxico pudiera tomar una postura sobre la tasa de referencia, la cual a la salida de Carstens se ubicó en 7 por ciento.

Durante los años que estuvo en el cargo logró contribuir de diferentes maneras a la estabilidad monetaria del país.

Una de las más valiosas fue la creación de la Ley del Mercado de Valores de 2005, la cual otorgó mayores derechos a los inversionistas minoritarios

No obstante, la mayor hazaña del fanático de beisbol es que llevó al país a una transición de estabilidad financiera al mantener la inflación durante algunos periodos en la meta del banco central de 3 por ciento.

Carstens abandonó el edificio ubicado en la Avenida 5 de mayo en un momento en que la economía mexicana iniciaba una fase de desaceleración y la inflación comenzaba a repuntar, algo que provocó incertidumbre sobre lo que ocurriría en el futuro.

Pero cuando los analistas adelantaron que con la llegada de Alejandro Díaz de León a la silla principal de Banxico las decisiones de política monetaria mantendrían una ruta similar a las de Carstens los temores cesaron.

Jorge Gordillo asegura que el banquero que el próximo domingo 9 de junio cumplirá 61 años sentó un precedente en la economía mexicana aunque, como cualquier personaje, también tiene sus claroscuros.

27
años los dedicó al Banco de México

“En la trayectoria de Agustín Carstens no se olvidan momentos como cuando mencionó ‘el catarrito’ o ‘la película de terror’ para referirse a las amenazas del presidente Trump, pero no se puede negar que también fue el hombre que en más de una ocasión sacó a flote al peso mexicano”.

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