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El juego de la OPEP

Este viernes los 12 representantes de los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), que en conjunto controlan 40 por ciento de la producción petrolera global, se reunirán en Viena. 

En dicha reunión, según prevén analistas y expertos, la OPEP decidirá mantener sin cambios su nivel de producción en 30 millones de barriles diarios. 

60
por ciento se ha reducido desde octubre el número de pozos perforados en Estados Unidos, dado que la baja en el precio del crudo afectó a productores de alto costo
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Este viernes los 12 representantes de los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), que en conjunto controlan 40 por ciento de la producción petrolera global, se reunirán en Viena. 

En dicha reunión, según prevén analistas y expertos, la OPEP decidirá mantener sin cambios su nivel de producción en 30 millones de barriles diarios. 

Esto en un contexto en el que el crecimiento en la producción global de crudo (sobre todo en Estados Unidos) y la debilidad de la demanda global ha resultado en una caída de más de 40 por ciento en el precio internacional del petróleo en el último año.

Cuando en su reunión de noviembre del año pasado la OPEP (liderada por su mayor productor, Arabia Saudita) decidió mantener sin cambios su nivel de producción, el declive en los precios petroleros se profundizó para convertirse en un desplome histórico.

Esto representó un revés contra las anteriores decisiones de la OPEP, que tradicionalmente ha recortado su producción en situaciones similares para así empujar los precios hacia arriba y favorecer los ingresos de sus miembros.

Esta estrategia, diseñada para presionar a rivales como los productores shale que tienen mayores costos extractivos, ha dividido la opinión de los expertos. 

Algunos ven una disminución sobre su influencia y apuntan que tensiones dentro del grupo amenazan con poner fin a su existencia. Otros destacan que en el corto plazo su estrategia ha dado resultado, obligando a los productores con altos costos a recortar sus presupuestos y reducir su producción.

Patadas de ahogado

“La OPEP es el pasado, y su poder sobre las economías del mundo se ha reducido significativamente”, dijo John Hickenlooper, gobernador de Colorado, en entrevista con el diario The Wall Street Journal.

Esta opinión refleja la pérdida de influencia que la OPEP ha sufrido. Mientras que en 1979 el cártel controlaba más del 50 por ciento de la producción global, dándolo amplio poder para fijar precios, hoy en día su participación es de aproximadamente 40 por ciento.

Además de perder terreno contra competidores que han reducido su control sobre los precios petroleros, la unidad dentro de la organización ya no es lo que era antes. Sin una unión firme que les permita actuar como un solo bloque, su efectividad como cártel se ve disminuida.

En parte estas tensiones internas reflejan las consecuencias de su propia estrategia. La caída en los precios ha presionado a algunos de los competidores de la OPEP, pero también ha lastimado las finanzas públicas de sus miembros. 

Con los precios actuales, que rondan 65 dólares por barril, 10 de los 12 miembros de la organización no logran balancear sus presupuestos. 

Irán, Libia, Omán, Argelia y Nigeria han criticado abiertamente la actual estrategia, indicando que ésta beneficia desproporcionadamente a Arabia Saudita y que una vuelta a los recortes de producción sería más adecuada.

Además la estrategia sólo fue efectiva en el corto plazo, ya que aunque la caída de precios redujo la actividad de las productoras estadounidenses, esta caída en la producción ha levantado ligeramente los precios, permitiéndole a los productores de recursos shale volver a expandir sus actividades.

Y aunque el abaratamiento del crudo lo vuelve más atractivo frente a otras fuentes de energía, un análisis del banco Citigroup reporta que esto no logrará descarrilar el desarrollo de largo plazo de la energía renovable.

Produce y vencerás

La OPEP está convencida del éxito de mantener sus niveles de producción cerca de máximos históricos.  El objetivo de la estrategia consiste en marginar del mercado a los productores de alto costo de Estados Unidos (productores shale), quiénes inundaron el mercado de producción y llevaron el precio del crudo a mínimos de seis años a inicios de 2015.

Desde octubre, el número de pozos perforados en Estados Unidos se ha reducido 60 por ciento, alcanzando un mínimo de cinco años. Además, el Departamento de Energía de Estados Unidos refiere que la producción shale empezó a declinar en mayo y que se esperan caídas subsecuentes.

La debacle de corto plazo de la industria energética americana se ha reflejado en el mercado de valores. Mientras el S&P 500 crece hasta llegar a niveles cercanos a máximos históricos, el sector energético registra el peor desempeño dentro del índice.

En términos anualizados, un fondo del S&P que sigue las acciones de exploración y producción de petróleo ha perdido 35 por ciento de su valor.

El portal Bloomberg reporta que firmas como Statoil, Royal Dutch Shell y British Petroleum han anunciado recortes a proyectos que en conjunto alcanzan alrededor de 50 mil millones de dólares. 

La estrategia de la OPEP está golpeando financieramente a compañías como Transocean, el perforador fuera de costa más grande del mundo. La firma, al igual que la mayoría de sus competidores del sector, está fuertemente endeudada, lo que ha motivado a las calificadoras a rebajar su calificación crediticia a niveles de basura.

Arabia Saudita, mayor productor del cártel con una producción diaria de 10 millones de barriles, insiste en continuar con la estrategia actual. Rusia ha mostrado su apoyo a la medida de la OPEP e Iraq incrementó su producción 26 por ciento este mes. En conjunto, estos tres países controlan un cuarto de la producción global.

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