El impacto económico por el aumento de tasas en Banxico y otros bancos centrales

A nivel mundial la inflación sigue sin ceder por lo que los bancos centrales siguen aplicando una política monetaria restrictiva, algo que derivará en desaceleración económica
Gabriel Nava Gabriel Nava Publicado el
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Las presiones inflacionarias que aquejan a la economía global no han cedido ante el largo periodo de altas tasas de interés, y aún queda pendiente que se refleje el efecto más agudo de esa herramienta de política monetaria, que es la desaceleración económica, señalan analistas.

La tasa de interés objetivo que fija el Banco de México (Banxico) se mantiene en 11.25 por ciento, el nivel más elevado desde que comenzó su ciclo alcista a mediados del 2021, un fenómeno similar al que ocurre con la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) y hasta el Banco Central Europeo (BCE) en donde la consigna es clara: “niveles suficientemente restrictivos durante el tiempo que sea necesario”.

Sin embargo, las decisiones de los bancos centrales no han logrado la influencia necesaria para aliviar los precios de diversos bienes y servicios, por lo que será necesario que la actividad económica disminuya su ritmo de crecimiento lo suficiente para poder cumplir el objetivo de combatir la inflación, explican a Reporte Índigo directores de análisis económico de Monex y Citibanamex.

Aunque el aumento de las tasas de interés busca disminuir el nivel de precios al desincentivar factores como el consumo y la inversión, no implica que sea un proceso que se refleje a corto plazo, lo cual explica por qué economías de diversas regiones y tamaños mantienen vigente el ciclo alcista tan pronunciado, señala Janneth Quiroz, directora de análisis económico, cambiario y bursátil de Monex.

“No es inmediato el efecto, para el caso de Estados Unidos donde se tienen más estudios y se tiene un sistema financiero más robusto, la evidencia empírica muestra que una vez que se comienza a implementar una política monetaria restrictiva, hasta el momento que empezamos a ver los efectos en la actividad económica, llega a tardar un año, hasta año y medio; por lo tanto, para México que tenemos un sistema financiero mucho más pequeño, el impacto es más gradual”, señala Quiroz.

En México, por ejemplo, a pesar de que el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) suma un año a la baja, el componente subyacente, que mide la propensión inflacionaria a mediano plazo, se encuentra en 6.08 por ciento anual según los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), lo que muestra una clara resistencia para disminuir que puede continuar por lo menos lo que resta del año, de acuerdo a la Junta de Gobierno de Banxico.

Por lo tanto, la desaceleración económica figura como el mecanismo pendiente por actuar al agotarse otros elementos como la formación de expectativas por parte de productores y consumidores en un contexto de precios elevados y la corrección de fallas de mercado que inicialmente dieron lugar a los encarecimientos, advierte Iván Arias, director en estudios económicos de Citibanamex.

“Los factores que anteriormente ayudaron a que la inflación disminuyera ya no van a sumar más; los precios de los energéticos ya se estabilizaron, los problemas de logística quedaron atrás y los precios de los productos agrícolas se mantendrán estables, por lo tanto, lo que sume a disminuir el aumento de precios vendrá a partir de un menor ritmo de crecimiento por parte de los hogares y para llegar a eso los Bancos Centrales tendrán que mantener sus tasas elevadas durante algún tiempo”, expone Arias.

El efecto de la desaceleración económica producto del ciclo alcista influye para que las previsiones de crecimiento en 2024 de países como Estados Unidos, México, Italia y hasta Nigeria sean menores a las de este año, como lo expone el Fondo Monetario Internacional (FMI) en su informe sobre la perspectiva de la economía mundial.

¿Fin del ciclo alcista?

Ambos analistas coinciden en que, gracias a que algunos Bancos Centrales se anticiparon a incrementar sus tasas de interés, lo hicieron manera más álgida y con ello redirigieron la inflación a niveles manejables, existen economías que ya iniciaron el recorte de sus tasas de referencia; el caso más notable es el de Brasil.

Luego de llevar la tasa de interés básica de la economía hasta 13.75 por ciento, el Comité de Política Monetaria (Copom) del Banco Central de Brasil registra dos disminuciones del instrumento de política monetaria, esto gracias a la disminución de las presiones inflacionarias previamente experimentadas, como lo explican en su último informe.

En contraste, para el escenario mexicano la Junta de Gobierno de Banxico aún contempla riesgos al alza respecto al tema inflacionario, específicamente con el componente subyacente; lo que implica que las disminuciones en la tasa de referencia del Banco Central nacional aún se visualizan lejanas.

Aunque dichas disminuciones podrían llegar durante los primeros meses del próximo año, los directivos consultados advierten que dado el nivel que se alcanzó en México, todavía podría entenderse a la tasa de referencia en un contexto restrictivo.

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