El IMCO expone la manera en que gastan las entidades federativas

El ejercicio del gasto por parte de los estados que conforman al país se ha caracterizado por variaciones significativas entre lo que se planea y lo que finalmente se ejerce, cuestión que genera un impacto negativo entre su ciudadanía
Gabriel Nava Gabriel Nava Publicado el
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Los diversos estados que dan forma a la nación se caracterizan por registrar variaciones sistemáticas y generalizadas respecto a los montos que aprueban sus congresos y los que en realidad se ejercen.

Parte importante de la prosperidad de una nación recae en la forma en que sus entidades constitutivas logran administrar los recursos económicos y en cómo los gastan; una cuestión que en México se lleva a cabo en un contexto de gasto por encima de lo presupuestado, opacidad y fiscalización deficiente, de acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).

Y es que, a pesar de que uno de cada tres pesos de recursos públicos es ejercido por los gobiernos estatales, no implica que sean invertidos en sectores prioritarios para la población, como salud, educación o infraestructura, ya que, las fallas en términos de seguimiento del presupuesto han permitido que rubros como la comunicación social y la publicidad se vean beneficiadas, expone la más reciente investigación del IMCO, titulada “Informe estatal del ejercicio del gasto 2024”.

“La rendición de cuentas ya de entrada es complicada a nivel federal, basta mencionar  que en la cuenta pública se puede observar que se gasta de forma muy distinta a lo estipulado en el presupuesto de egresos; por ejemplo, en 2023 el gobierno federal transfirió un monto 800 por ciento mayor a lo establecido para Pemex, y ese tipo de  malas prácticas se pueden observar de manera generalizada en las 32 entidades federativas”, explica a Reporte Índigo, Diego Díaz, coordinador de finanzas públicas del IMCO.

Al respecto, el informe destaca que a pesar de que las entidades federativas, en conjunto, planearon gastar un total de 2.62 billones de pesos durante 2023, terminaron ejerciendo un monto nueve por ciento mayor, es decir, 2.85 billones de pesos; dicho de otra forma, el exceso de gasto ejercido por todos los estados registra un monto similar a 2.2 veces el presupuesto implementado por la Secretaría de Salud del Gobierno Federal el año pasado.

“Si bien es cierto que tanto los recursos estimados en las leyes de ingresos como los aprobados en los presupuestos de egresos son susceptibles de modificaciones a lo largo de cada ejercicio fiscal y que en ocasiones estas tienen una justificación, también lo es que las variaciones sistemáticas y significativas entre los montos aprobados y ejercidos en distintos conceptos de gasto son sintomáticas de un proceso inadecuado de planificación o ejecución de los recursos públicos por parte de las secretarías de finanzas estatales”, se lee en la investigación.

Un gasto público local marcado por la opacidad, la falta de contrapesos y aparatos de fiscalización deficientes

Los contrapesos poco fortalecidos, sistemas de fiscalización locales deficientes y prioridades, por parte de las administraciones estatales, alejadas de las necesidades elementales de la población, figuran como aspectos a destacar sobre el hecho de que los estados gasten como lo hacen actualmente, considera el especialista consultado por este medio.

“Hay un factor importante respecto a la necesidad de que los congresos  cumplan con su función como entidad superior de fiscalización locales, que son las que justamente tienen que monitorear que se cumpla con lo establecido, e incluso los propios diputados que cuando vean que a mitad de año ya se gastó más de tres veces el presupuesto asignado a una partida, puedan llamar a rendir cuentas a los secretarios de finanzas estatales para que explicar la causa de ese tipo de ajustes”, puntualiza Díaz.

De lo anterior que sea necesario establecer controles y mecanismos de seguimiento a la implementación del gasto público a nivel estatal, además de una participación activa, por parte de los congresos locales, respecto al tema de la aprobación y supervisión del ejercicio del gasto y poder generar una contabilidad eficiente de los recursos para su mejor implementación, según el IMCO.

Subejercicio, otra  consecuencia de gastar como lo hacen los estados

Un efecto de la forma en que gastan los estados es que, incluso, se han llegado a registrar subejercicios en diversos rubros que representan temas clave para la ciudadanía a la que representan; por ejemplo, ciencia, tecnología e innovación registró un gasto 10. 7 por ciento menor al planeado, cuestión similar a vivienda y servicios a la comunidad, concepto por el cual se ejerció un monto 3.2 por ciento menor al estipulado.

“En lo que respecta a la inversión pública, esta registró un subejercicio pues, aunque se autorizaron 119.9 miles de millones de pesos para este capítulo de gasto, solo se ejercieron 106.5 miles de millones de pesos, cifra 11.1 por ciento menor a la establecida en los presupuestos de los estados”, se alerta en el “Informe estatal del ejercicio del gasto 2024”.

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