El grave pecado de emergentes
Los mercados no han sido gentiles con los mercados emergentes en los últimos meses. En el último año los índices accionarios y de divisas de estas economías han mostrado caídas importantes.
Empeorando aún más las cosas, los recortes en el estímulo monetario de la Reserva Federal y la reciente devaluación del peso argentino ha resultado en fugas de capital, alza de tasas de interés y monedas debilitadas en otros mercados emergentes.
Rolando HinojosaLos mercados no han sido gentiles con los mercados emergentes en los últimos meses. En el último año los índices accionarios y de divisas de estas economías han mostrado caídas importantes.
Empeorando aún más las cosas, los recortes en el estímulo monetario de la Reserva Federal y la reciente devaluación del peso argentino ha resultado en fugas de capital, alza de tasas de interés y monedas debilitadas en otros mercados emergentes.
El Financial Times reporta que este desalentador panorama ha causado que algunos se pregunten si lo que se está viviendo anuncia una vuelta a las crisis cambiarias y de deuda de los 90, y un regreso de los efectos del temido “pecado original”.
El pecado original es una situación definida formalmente por primera vez en 1999 por los economistas Barry Eichengreen, Ricardo Hausmann y Ugo Panizza, en donde un país no es capaz de obtener préstamos extranjeros denominados en su propia moneda local.
El pecado original afecta sobre todo a las economías emergentes, que se enfrentan a deudas denominadas en monedas extranjera que no pueden pagar cuando sus monedas se debilitan frente a estas mismas monedas extranjeras.
Y aunque algunos apuntan que la carga de deuda, relativa al tamaño de sus economías, de los mercados emergentes no es tan alta como en los 90, y que la mayor parte de esta deuda está denominada en monedas locales, hay quienes se mantienen escépticos ante qué tanto ha cambiado realmente la situación.
El pecado en la deuda
En parte, el problema está en que los niveles envidiables de crecimiento económico en los mercados emergentes durante los últimos años han sido financiados con préstamos y flujos de capital provenientes del extranjero.
Esto ha aumentado la proporción de la deuda extranjera de estos países en relación a su producto interno bruto, y ha ocurrido sobre todo en mercados como Brasil, India, Argentina, Chile, Turquía, y Rusia, entre otros.
No es coincidencia que estas mismas economías sean algunas de las que más problemas han visto últimamente en los mercados accionarios y de divisas.
En el caso de México, aunque el nivel de deuda ha bajado de 47 por ciento en 1996 a 30 por ciento en 2013, del 2007 a la fecha el aumento en la carga de deuda ha sido de 10 puntos porcentuales.
Ahora la duda es, ante la continuación de los fenómenos que han orillado a la crisis a muchos mercados emergentes, cuáles de ellos caerán y cuáles se mantendrán de pie.