La revolución energética de Estados Unidos está llevando al precio del gas natural a su nivel más bajo del 2014.
A pesar de que el precio suele elevarse a partir de mediados de octubre, el efecto de estacionalidad está siendo opacado por un incremento en la producción de gas este año.
El crudo invierno del 2013 dejó las reservas de gas natural de Estados Unidos en mínimos de más de diez años. Sin embargo, las compañías de gas aceleraron su producción desde principios del 2014, dado que en ese momento la escasez mantenía el precio alto.
Actualmente, el mercado espera que en un futuro cercano la creciente producción se traduzca en una sobreoferta que presionará aún más el precio a la baja.
Desde el 29 de septiembre, el gas natural ha perdido 9.3 por ciento de su valor en el mercado de materias primas.
El consenso de analistas ve probable un escenario de precios del gas a la baja para el invierno entrante, pero advierte que esto dependerá en gran medida de que las condiciones climatológicas permanezcan estables.
A pesar de las estimaciones de una caída sostenida en el precio del gas, los consumidores pagarán una tarifa más elevada que la del año pasado.
La Agencia Energética Internacional argumenta que esto se debe a que las minoristas de gas venderán la materia prima que se acumuló en la primera mitad del año, comprada cuando los precios de mercado eran elevados.
México: importador neto
Una de las bases del discurso del Gobierno de México para defender la reforma energética yace en que las tarifas de gas se reducirán paulatinamente.
Independientemente de la nueva coyuntura que pueda significar la reforma energética, un escenario de caída de precios del gas en Estados Unidos ayudaría al Gobierno Federal a cumplir su promesa.
México ha incrementado fuertemente sus importaciones de gas natural desde el 2005. En ese año, el país importó un promedio de 480 millones de pies cúbicos diarios de gas. La cifra promedio para el 2014 es de mil 385.6 millones de pies cúbicos diarios.
Un estudio del Centro de Investigación para el Desarrollo (CIDAC) calcula que del 2008 al 2013 el precio del gas en Estados Unidos se redujo alrededor de 70 por ciento. Esta situación desincentiva la producción en México (crecimiento de 2 por ciento de 2007 al 2012), lo que se traduce en una falta de capacidad para satisfacer la demanda de gas.
La reforma energética busca incentivar la inversión en infraestructura y producción de gas en México.
Sin embargo, analistas advierten que en el corto plazo el principal determinante de la tarifa nacional será el precio del gas al norte de la frontera.