La economía de Argentina baila un tango. El problema es que un mal paso y puede afectar al resto de los bailarines en la pista de América Latina, incluido México. La pieza musical lleva por nombre ‘el regreso del peronismo’ y sus notas parecen no convencer a los analistas de la tercera economía de la región y mucho menos al presidente Mauricio Macri, quien culpa a la sombra del kirchnerismo por el desentono que experimentó a inicios de esta semana la bolsa de valores de Buenos Aires y el peso argentino.
La moneda se depreció por segunda jornada consecutiva el martes, al cerrar en 58.33 unidades por dólar estadounidense, de acuerdo con el Banco Central de la República Argentina (BCRA).
Por el contrario, el principal índice accionario de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires (BCBA) se recuperó del desplome de más de 37 por ciento que experimentó el lunes, con un avance de 10.22 por ciento, aunque aún lejos del nivel en el que se ubicó al cierre de la sesión del viernes previo a las elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO).
El riesgo país también se deterioró al superar los mil 700 puntos básicos por primera vez desde el 1 de mayo de 2009, año en que el mundo intentaba recuperarse de la crisis financiera que inició en Estados Unidos.
La conjugación de todos estos pasos de baile provocó que los analistas de Bank of America pronosticaran un 50 por ciento de probabilidades de que el gobierno argentino suspenderá sus pagos en algún momento durante los próximos cinco años, mientras que la firma IHS Markit situó la cesación en 72 por ciento.
La deuda bruta del país sudamericano se ubicó en 324 mil 898 millones de dólares en el primer trimestre de 2019, equivalentes a 88.5 por ciento como proporción del Producto Interno Bruto (PIB) nacional, muestran cifras del Ministerio de Hacienda.
Marcelo Elizondo, fundador de la organización Desarrollo de Negocios Internacionales (DNI) con sede en la ciudad de Buenos Aires, explica que los inversionistas reaccionaron con bastante pesimismo ante el posible regreso de un modelo político y económico que se creía en el pasado, ya que estuvo basado en una ideología con corte intervencionista y nacionalista, con controles de cambio, restricciones en materia comercial y una gran dificultad para ordenar la relación del país con los mercados financieros internacionales.
Sin embargo, el también analista económico argentino asegura que, a pesar de que los antecedentes del kirchnerismo no son los mejores, otros factores también influyeron para que el país comenzara a bailar esta pista de tango.
Cambio de pareja, Fernández vs. Macri
La abrumadora victoria de Alberto Fernández en las elecciones PASO ubicó al actual mandatario cerca de la puerta de salida de la Casa Rosa.
Los 17 puntos de ventaja del candidato peronista, quien también se desempeñó como jefe de gabinete del expresidente Néstor Kirchner, complican los pasos hacia la reelección de Macri en los comicios de octubre próximo.
Tras el desplome bursátil y la depreciación de la moneda a inicios de esta semana, el presidente argentino advirtió que eso era solo “una muestra de lo que puede pasar” si la oposición obtiene la victoria en unos meses. Además, el mandatario pidió a Fernández que interviniera con algún mensaje tranquilizador a los inversionistas para que se detenga el deterioro de los activos argentinos.
A pesar de que se esperaba un encuentro oficial tras los resultados electorales, hasta la fecha esto no ha ocurrido y, al menos por ahora, no parece que vaya a ocurrir pronto, sobre todo al tomar en cuenta las notables diferencias personales y profesionales entre los políticos.
El fantasma del peronismo en la pista de baile provocó que el líder del partido Propuesta Republicana hiciera un paso de cadena invertida al convocar a sus asesores con el objetivo de preparar una serie de propuestas que se espera anuncien este miércoles.
El objetivo es cambiar la imagen de dureza y aislamiento, además de contener el impacto de la depreciación de la moneda y de paso recuperar votantes.
“He instruido al equipo económico para que estudie y preparen todas las medidas necesarias para realmente cuidar a los argentinos”, aseguró el presidente Macri en conferencia de prensa.
La más importante del paquete será una promesa presidencial incumplida: subir el piso del impuesto a las Ganancias, a esta le seguirían el impulso a créditos blandos, la ampliación de programas para alentar el consumo en cuotas y de precios esenciales, así como moratoria a las pymes.
Otra de las ideas se relacionaría con la negociación con las empresas petroleras para frenar el precio de los combustibles para los argentinos.
El gobierno tiene puestas todas las esperanzas en este plan y con ello asegurar su permanencia en la Rosada, pero Marcelo Elizondo adelanta que de aquí a diciembre se va a experimentar un nerviosismo en el mercado, debido a que es un proceso electoral complejo en el que el gobierno está débil y tiene poca capacidad de tomar decisiones porque la actual administración concluye en diciembre.
“Argentina vive días cruciales y el escenario internacional no ayuda. Las medidas del presidente Mauricio Macri pueden ayudar a mitigar un poco el impacto, pero no van a impedir que ocurra un cambio político que ya comenzó”.