El financiamiento es un problema común para todas las empresas, sin importar su giro. Conseguir el dinero suficiente para poder invertir y expandirse es crucial para las empresas y, por ende, para la economía del país.
El Banco de México publicó un reporte donde actualiza la situación del financiamiento de las empresas hasta el final del último trimestre del 2012. Sin haber cambios drásticos en la estructura financiera, hay ciertos aspectos interesantes.
Del total de las empresas, un 24.8 por ciento solicitó crédito en el último trimestre del 2012, y sí lo recibieron. Esta cifra es menor si la comparamos con el mismo trimestre del 2011 (25.2 por ciento), y aun menor que en el 2010 (25.6 por ciento).
Algo positivo es la trayectoria del porcentaje de empresas con endeudamiento bancario. En el último trimestre del 2010 la cifra era de 46.5 por ciento, para el mismo periodo, pero del 2011, se elevó a 47.6, y para el 2012 se redujo a 46.9.
Aunque no haya sido un cambio drástico, es bueno que se haya reducido el endeudamiento bancario, y es necesario controlar esto para evitar alguna posible crisis bancaria.
Los obstáculos
Por otro lado, es interesante ver de dónde proviene el financiamiento para la mayoría de las empresas. Un 83.2 por ciento de las empresas recibe crédito por parte de sus proveedores, mientras que un 36.2 por ciento lo recibe por parte de la banca comercial mexicana.
En escalas menores, los bancos extranjeros proveen 6.5 por ciento del financiamiento de las empresas, un 2.3 por ciento emitiendo deuda y 4.8 por medio de bancos de desarrollo.
En este sentido vemos todavía una posible expansión de la banca comercial, ya que el porcentaje todavía es pequeño. Lograr desarrollar un sistema financiero sano es clave para el éxito de las empresas.
Debido a la especialización financiera de los bancos, debería ser mejor para las empresas poder acceder al crédito en la banca comercial que con los proveedores.
Sin embargo, todavía existen trabas para el acceso al crédito.
El reporte de Banxico enumera como principal razón de obstáculo el estado general de la economía.
Después de esta razón, en orden importancia le siguen: las tasas de interés en el mercado de crédito, las ventas y rentabilidad de la empresa, los montos exigidos como colateral, el acceso a apoyo público, las condiciones de acceso al crédito bancario y algunas otras.