¿El crecimiento sureño del que presume la administración de AMLO es sostenible?

Durante el segundo trimestre del 2023 la región sur creció a tasas mayores que el resto del país. Mientras las autoridades mexicanas celebran los resultados, especialistas prefieren tomar con calma el estado económico de esa zona  
María Fernanda Navarro María Fernanda Navarro Publicado el
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Las autoridades hacendarias de México han puesto el foco en el crecimiento económico de los estados del sur, ha superado el avance que mostró el resto del país, pero especialistas en la materia cuestionan si este comportamiento será sostenido.

Durante el segundo trimestre del año, la región sur del país experimentó un crecimiento del seis por ciento en comparación al mismo periodo del 2022, mientras que el avance nacional fue de 3.6 por ciento, el del norte fue de 1.9 por ciento y el centro 3.2 por ciento,de acuerdo con datos del Banco de México (Banxico) en el Reporte sobre las economías regionales Abril-Junio 2023.

El avance sureño está sostenido por la inversión pública del Gobierno federal a través de proyectos como el Tren Maya, la Refinería de “Dos Bocas” Tabasco y el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec. Sin embargo, la estructura económica de las entidades de esta zona del país no cambia, sostiene Jesús Carrillo, director de economía sostenible del Instituto de Competitividad de México (IMCO).

“Estas grandes obras si pueden tener un impacto, pero no sé si va a ser suficiente para que se cierren las brechas de una manera decisiva, en donde quizá se tenga oportunidad de ver un impacto más grande es en el Corredor Interoceánico, aunque no ha sido ni de cerca el monto de inversiones que se necesitó para el Tren Maya o la Refinería, pero por su naturaleza de ser una conexión con el comercio exterior puede tener mayor impacto”, apunta el especialista.

Gabriel Yorio, uno de los entusiastas del crecimiento sureño del país, reconoce que el dinamismo que se observa en esa región está relacionado con la prioridad en inversión que el Gobierno federal le ha dado al sur, además de la relocalización de las cadenas de valor, un fenómeno mejor conocido como nearshoring.

La Secretaría de Hacienda, que encabeza Yorio, anunció desde el 2022 incentivos fiscales para las empresas que se relocalicen en la región del sur y sureste del país, a través de sus actividades comerciales, el Impuesto Sobre la Renta (ISR) y el Impuesto al Valor Agregado (IVA); así como inversiones por más de 20 mil millones de pesos.

Pese a este empuje del gobierno de Andrés Manuel Lopez Obrador a la región sur del país, los estados del centro y norte del país siguen teniendo mejores condiciones para atraer inversiones relacionadas con este fenómeno, en gran medida por el despliegue de infraestructura logística y energética, apunta el Índice de Competitividad Estatal 2023 del IMCO.

Datos del Banco Interamericano de Desarrollo apuntan que México tiene el potencial más alto para beneficiarse del proceso del nearshoring que podría generar potenciales ganancias hasta por 35 mil millones de dólares, equivalente a 2.66 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), derivado de nuevas exportaciones de mercancías.

Atractivos para el nearshoring

De acuerdo con el IMCO la relocalización de cadenas productivas por parte de empresas transnacionales está relacionado con la competitividad de las regiones del país. El despliegue de infraestructura y logística están haciendo a las regiones norte y centro del país espacios más convenientes para el destino de inversiones.

Pero no sólo se trata de infraestructura y logística, de acuerdo con el IMCO entre los elementos importantes para que las entidades sean más atractivas se apunta hacia la innovación, el capital humano listo para adaptarse a los próximos desafíos, economías dinámicas, la apertura internacional y preservar el Estado de Derecho.

En este índice aparecen al fondo de la tabla con una competitividad baja tres estados del sur del país: Chiapas, Oaxaca y Guerrero. En tanto que los tres con mejores calificaciones son la Ciudad de México, Querétaro y Nuevo León.

El estudio del IMCO valora la competitividad de las entidades del país a través de subíndices, por ejemplo, en el enfocado en la Economía los estados del sur tuvieron niveles de media alta, media baja, baja y muy baja competitividad. Campeche fue el estado peor calificado con una muy baja competitividad en materia económica y Guerrero también se encontraba entre los estados con un desempeño muy bajo.

Algo similar ocurre con el subíndice de infraestructura que observa elementos relacionados con sectores financieros, de telecomunicaciones y de transporte, que son condiciones necesarias para impulsar el crecimiento, la inversión y la generación de empleo. En este caso únicamente Quintana Roo obtuvo una evaluación media alta, el resto de los estados de la región fueron calificados con niveles medio bajos y bajos.

El subíndice de innovación, que mide la capacidad de los estados para competir con éxito en la economía, particularmente en sectores de alto valor agregado, intensivos en conocimiento y tecnología de punta, los estados sureños tampoco fueron evaluados de forma positiva. Únicamente Quintana Roo tuvo un nivel medio alto, el resto fue calificado como medio bajo y bajo nivel de competitividad.

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