La inflación a la alza en todo el mundo, los niveles históricos de deuda en muchos países, los continuos problemas en el suministro de mercancías y el regreso a medidas de confinamiento en diversos países están provocando que la recuperación mundial esté “trastocada”. En palabras de Gita Gopinath, directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), el “crecimiento se enfría”.
Para el tercer año de la pandemia el FMI pronostica un crecimiento de 4.4 por ciento, 0.5 puntos porcentuales menos que lo establecido en la edición de octubre de 2021 de Perspectivas de la Economía Mundial. Esta revisión a la baja incluye tanto a las economías avanzadas como a las emergentes, en donde se encuentra México, y aquellas en desarrollo.
Esta disminución se explica por las condiciones “más débiles de lo previsto” con que arranca el 2022, que entre otros factores destaca las restricciones de movilidad y volatilidad en los mercados financieros por la aparición de la nueva variante de COVID-19 denominada Ómicron. Las afectaciones económicas de esta variante se extenderán hasta el primer trimestre de 2022 y se desvanecerá en el segundo trimestre, según los cálculos de este organismo internacional.
Pero Ómicron no es el único riesgo para la recuperación económica que se ha identificado durante los últimos meses, la senda de incremento de la inflación que se presentó durante el segundo semestre del 2021 es otro elemento que está impulsando estas perspectivas a la baja.
Las presiones en los precios de bienes y servicios a nivel global están impulsadas, señala el FMI, por el incremento casi del doble de los costos de los combustibles fósiles, el alza en los precios de los alimentos y las continuas perturbaciones en la cadena de suministros.
“Presumiendo que las expectativas inflacionarias a mediano plazo se mantengan bien ancladas y que ceda la pandemia, esa inflación mayor debería retroceder a medida de que las cadenas de suministro se recompongan, la política monetaria se endurezca y la demanda se reoriente hacia los servicios, alejándose del consumo intensivo de bienes”, detalla en su informe presentado el 25 de enero el FMI.
Ante este panorama inflacionario las condiciones monetarias se han tornado más restrictivas a nivel internacional, el FMI pone como ejemplo el recorte gradual de las compras de activos y el incremento de tasas por parte de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos.
Cabe destacar que hoy la Fed anunciará los resultados de la reunión de dos días, que arrancó el 24 de enero, de la que se espera un incremento de las tasas para contener el aumento de precios que se presenta desde el año pasado.
De la misma forma que otras naciones, el país dirigido por Joe Biden ha presentado rebajas en su desempeño, en gran medida por la poca probabilidad de la aprobación del programa fiscal conocido como Build Back Better, enfocado en llevar a cabo una inversión de aproximadamente 1.9 billones de dólares en infraestructura y atención social.
Recortan PIB mexicano en informe del FMI
Las expectativas de crecimiento en México también son menores a las proyectadas en octubre de 2021 cuando el FMI presentó su informe previó al publicado este 25 de enero.
El organismo internacional disminuyó 1.2 por ciento el pronóstico de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del país para 2022 al dejarlo en 2.8 por ciento. La lectura que hace de la situación actual de la economía mexicana se enfoca en la respuesta de la política monetaria para tratar de contener la inflación, así como las perspectivas de una demanda externa débil en gran medida empujada por la disminución en las perspectivas de crecimiento de Estados Unidos.
Durante la próxima reunión de política monetaria del Banco de México (Banxico), programada para el 10 de febrero, se espera que se incremente 50 puntos base la tasa de interés interbancario a un día con el objetivo de anclar la inflación que durante la primera quincena de enero de 2022 fue del orden de 7.13 por ciento anual.
Aunque el dato del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) en su variación anual indica una desaceleración desde la última quincena de 2021 en la que la inflación ascendió a 7.26 por ciento, además de sumarse tres quincenas a la baja desde su pico en 7.70 por ciento que se registró en noviembre del año pasado, análisis de mercado señalan que aún se espera un complicado descenso de los precios.