El costo de las carcachas

El costo de la congestión vehicular en las principales ciudades de México afecta la productividad y la competitividad del país, en detrimento de la calidad de vida de sus habitantes.

El crecimiento exponencial del número de vehículos registrados en México se ha convertido en una variable que amenaza la movilidad urbana. 

En el 2000 existían alrededor de 9 millones de vehículos. Actualmente la cifra supera los 24 millones de unidades.

Rodrigo Carbajal Rodrigo Carbajal Publicado el
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mdp al año es el costo del tráfico vehicular en relación
a la generación de smog e impacto en el cambio climático
El 12 por ciento de la movilidad urbana en Tokio se realiza mediante vehículos privados, mientras que en la Ciudad de México representa el 20 por ciento
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El costo de la congestión vehicular en las principales ciudades de México afecta la productividad y la competitividad del país, en detrimento de la calidad de vida de sus habitantes.

El crecimiento exponencial del número de vehículos registrados en México se ha convertido en una variable que amenaza la movilidad urbana. 

En el 2000 existían alrededor de 9 millones de vehículos. Actualmente la cifra supera los 24 millones de unidades.

El crecimiento de la población y el aumento de su ingreso explican este fenómeno. Sin embargo, el desarrollo de políticas urbanas de calidad también tiene injerencia en el uso del automóvil.

La consultora Mercer sitúa a Tokio como la ciudad número 43 en su ranking de calidad de vida.  La Ciudad de México está ubicada en la posición 122. 

El ingreso (medido por paridad de poder de compra) del ciudadano promedio de Tokio es el doble que el del ciudadano promedio de la capital mexicana.

A pesar de ello, el Instituto de Transporte y de Política Pública en México (ITDP) reporta que existen 450 vehículos por cada mil habitantes en Tokio, mientras que en México la razón es de 353 unidades por cada mil habitantes.  

De este modo, el 12 por ciento de la movilidad urbana de la capital de Japón se realiza mediante vehículos privados.  

En la Ciudad de México, los viajes en vehículos privados representan el 20 por ciento de la movilidad urbana.

Independientemente de las soluciones de política pública en materia de vialidades e infraestructura, la tasa de crecimiento de registro de vehículos ha llamado la atención de las autoridades competentes en México.

En este sentido, el Gobierno de la Ciudad de México emprendió una política que amplió el programa de “Hoy No Circula” con el fin de desincentivar el uso del automóvil, específicamente de los vehículos más viejos.

Generador de externalidades

La lógica detrás de esta acción sigue, en cierta medida, la pauta de política pública recomendada por el ITDP. El organismo emitió un reporte en el 2009 en el que la movilidad urbana y la congestión vehicular podría ser resuelta desincentivando el uso del automóvil a través del cobro de tarifas en las ciudades y del mejoramiento del transporte público.

La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos sostiene que los autos más viejos presentan los niveles más altos de emisiones contaminantes. La explicación citada es que los vehículos antiguos no estaban sujetos a las mismas regulaciones de control de emisiones que existen en la actualidad.

La agencia argumenta que los estándares de emisiones contaminantes han bajado a lo largo del tiempo. 

En la década de los 60, la emisión promedio rondaba los 80 gramos de dióxido de carbono por milla. Treinta años después la emisión promedio registrada fue de menos de 10 gramos por milla.

Además, la agencia registró un promedio de 15 años de vida para los vehículos.

El ITDP calcula que los costos para las cinco principales zonas metropolitanas de México por emisiones contaminantes que generan smog e inciden en el cambio climático son de alrededor de 30 mil 762 millones de pesos al año.

Cuestión de incentivos

Carlos Grandet, del Instituto Mexicano para la Competitividad, expone que el programa “Hoy No Circula” tiene severas fallas en el diseño y la implementación.

Agrega que los hogares con menores ingresos son los más afectados por la política. La mitad de los autos de los hogares del primero al cuarto decil (siendo el primer decil el de menor ingreso) tienen una antigüedad mayor a ocho años, el límite del programa “Hoy No Circula”.

Tanto en Alemania como en Estados Unidos existen programas federales que incentivan el cambio de autos viejos por autos más nuevos con subsidios y estímulos para la compra de vehículos “más amigables con el ambiente”.

En el 2009, Estados Unidos aprobó el programa “Efectivo por Cacharros”, al cual se le asignaron cerca de 3 mil millones de dólares. 

Los incentivos van desde 3 mil 500 hasta 4 mil 500 dólares. La compra del nuevo automóvil implica la venta del vehículo viejo, el cual será destruido por las autoridades.

En Alemania, el programa federal inicial contó con mil 500 millones de euros para ofrecer primas de hasta 2 mil 500 euros.

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