Los líderes de las grandes economías se han encargado de disipar en constantes ocasiones la llegada a este punto, pero hoy organismos internacionales ya lo están advirtiendo: la recesión mundial es inminente.
Esta semana el Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió que las tres economías más grandes del mundo van a seguir estancadas y para “muchas personas” el 2023 se sentirá como una recesión.
Uno de los elementos principales que sostienen el pronóstico de un negativo panorama económico es el aumento de las presiones de los precios y aunque los bancos centrales de las principales economías se han enfocado en endurecer las políticas monetarias, esta medida presenta riesgos en caso de ser insuficiente o excesiva.
“Si el endurecimiento es insuficiente, la inflación se enquistaría aún más, erosionaría la credibilidad de los bancos centrales y desanclaría las expectativas de inflación. Como la historia nos lo ha demostrado, esto solo haría que a la larga el costo de controlar la inflación sea mayor.
“Un endurecimiento excesivo crea el riesgo de que la economía mundial sufra una recesión innecesariamente severa. También es posible que los mercados financieros tengan que enfrentarse a dificultades ante un endurecimiento demasiado acelerado”, advierte el organismo en el documento “Afrontar la Crisis del Costo de la Vida”.
Se señala que un país está en recesión cuando registra dos trimestres con crecimiento negativo, aunque la Oficina Nacional de Investigación Económica (NBER, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos tiene una definición más amplia de este fenómeno económico y lo describe como “una disminución significativa de la actividad eco – nómica extendida, que dura más de unos pocos meses, normal – mente visible en la producción, el empleo, los ingresos reales y otros indicadores”.
Las grandes potencias al borde de la recesión
De acuerdo con las predicciones del FMI, la invasión de Rusia a Ucrania está abriendo heridas económicas que no se curaron por completo tras la pandemia y la economía mundial para el 2023 se desacelerará de forma generalizada.
El pronóstico de crecimiento mundial para 2022 es de 3.2 por ciento, en tanto que para el próximo año se espera un crecimiento de 2.7 por ciento.
En el caso de Estados Unidos se espera que el Producto Interno Bruto (PIB) avance en uno por ciento debido al endurecimiento de las condiciones monetarias.
El pasado 21 de septiembre la Reserva Federal (FED) de Estados Unidos aumentó 75 puntos base su tasa de interés de referencia para quedar en un rango de tres a 3.25 por ciento. Se trata de un nivel que no se alcanzaba desde 2008 y el tercer incremento consecutivo de la misma magnitud, de hecho, diversos análisis señalan que es probable que la tasa de interés supere el umbral de cuatro por ciento antes de que concluya el año.
Diversos bancos centrales, incluido el Banco de México (Banxico), han seguido los pasos de la FED para evitar que las presiones inflacionarias se enquisten.
“La elevada incertidumbre que ensombrece las perspectivas afecta la capacidad de las autoridades de ofrecer pautas explícitas y precisas sobre la trayectoria futura de la política monetaria. No obstante, comunicar con claridad la función de reacción de la política, su compromiso firme con el logro de los objetivos impuestos por mandato y la necesidad de seguir normalizando sus políticas es esencial para preservar la credibilidad y evitar la volatilidad injustificada de los mercados”, señala el FMI en el ínforme “Sobre la Estabilidad Financiera Mundial” publicado este 12 de octubre.
En el caso de la zona euro, el FMI señala que la desaceleración es más pronunciada debido a la crisis energética generada por el conflicto armado entre Rusia y Ucrania, lo que provocará que el renacimiento en la zona sea de 0.5 por ciento en 2023.
En tanto que el crecimiento de China para este 2022 se verá impactado por el debilitamiento del sector inmobiliario y las medidas de confinamiento continuas aplicadas por las autoridades de ese país. Se pronostica que su crecimiento será de 4.4 por ciento.
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