La contundencia del resultado de las elecciones en México ha creado nuevos riesgos y oportunidades que reconfigurarán el panorama crediticio del país durante los próximos años. Foto: Especial

El panorama para México se muestra pesimista, según Moody’s

Si el país no consolida una ventaja clara gracias al nearshoring, puede quedarse atrapado en una inercia de bajo crecimiento económico, y eso puede tener implicaciones negativas con su nota crediticia

Un escenario marcado por el deterioro del marco institucional, una mayor carga fiscal y la incertidumbre por la falta de nuevas inversiones plantea un panorama complejo para la administración entrante, que tendrá por misión primordial mejorar dichas condiciones, consideró la agencia crediticia.

México cuenta con diversos pendientes por resolver en un contexto donde la contienda electoral en Estados Unidos  y los resultados de las elecciones dentro del país han creado nuevos riesgos y oportunidades para las empresas y los inversionistas de todo el mundo; cuestión que no figura como una tarea fácil dadas las condiciones actuales detectadas por Moody’s. 

Al respecto, Renzo Merino, vicepresidente y analista sénior del grupo de riesgo soberano de Moody’s Ratings expuso a Reporte Índigo que a pesar de que el proceso de relocalización industrial planteaba una oportunidad excepcional para impulsar a la economía mexicana, tal escenario no se ha concretado en la medida que se esperaba, además de que aspectos como los institucionales y fiscales, por mencionar, se han visto comprometidos por la actual administración; cuestiones que pueden llegar a impactar de forma negativa en la nota crediticia del país.

“Para la próxima administración un desafío que no estuvo presente al inicio del actual mandato es la necesidad de un ajuste fiscal, sobre todo porque estimamos que este año el déficit fiscal estará por encima del cinco por ciento, que es casi el doble de lo que habíamos visto en los primeros cinco años del sexenio actual; de ahí que nos interese mucho conocer, en los meses que vienen, cuál será la estrategia de consolidación fiscal, no solo para el 2025, sino para los próximos años”, destacó el analista.

De lo anterior que, aunque en consideración de la agencia crediticia, la economía mexicana ha registrado un comportamiento estable, la rigidez del gasto producto de factores como el recurso necesario para atender el tema de las pensiones y el continuo apoyo gubernamental a Petróleos Mexicanos(Pemex) han llevado a Moody´s a que se encuentre  ante la posibilidad de reconsiderar la perspectiva de la  calificación sobre el escenario nacional, lo que se sabrá durante la última parte de este año.

“La calificación podría verse presionada a la baja si los indicadores de deuda gubernamental empeoraran significativamente debido a déficits fiscales mayores de lo previsto, o a la materialización de pasivos contingentes. Una desviación de un historial de gestión prudente de la política monetaria y fiscal que socave la eficacia y credibilidad de la formulación de políticas macroeconómicas también generaría presión a la baja”, alertó Moody´s en la última revisión de la calificación crediticia del gobierno de México.

El factor decisivo está en garantizar un buen panorama a largo plazo

Independientemente de las condiciones macroeconómicas, crediticias y hasta energéticas que actualmente rodean al país, el factor clave que podría influir para que la agencia crediticia pueda considerar una modificación en la calificación de México sería si la relocalización industrial se consolida de tal forma que pueda estimular el crecimiento económico del país para poder crecer, durante los próximos años, por arriba del dos por ciento, que es el avance promedio histórico del escenario nacional; o si perderá esa oportunidad, cuestión que de acuerdo con las estimaciones de Moody´s podría provocar que dicho escenario avance, incluso, al uno por ciento anual.

“Con todo lo que ha ocurrido en los últimos años, el potencial del nearshoring está para México y es una oportunidad muy importante para seguir desarrollando la economía del país, y por ende, los beneficios que la población puede recibir de ello, lo que se relaciona con mayores oportunidades de inversión en el país; la pregunta que ahora nos hacemos con la coyuntura actual es, ¿A qué ritmo se va a llevar a cabo?”, expuso a este medio Merino.

De la misma forma, el equipo de análisis de Moody´s para la región expuso encontrarse a la expectativa de conocer la estrategia de la próxima administración para retornar al gasto público a la senda de la disciplina fiscal, y al desarrollo de los nuevos parámetros normativos y su funcionamiento; cuestiones clave que enviarian señales definitorias a empresarios e inversionistas para tomar a México como destino.

Medidas que podrían sumar en la consideración crediticia del país

Permitir que la inversión privada participe forme parte del modelo de negocios de Pemex, que la deuda pública no aumente como lo hizo en la última parte de la actual administración y un mayor respeto por las instituciones figuraron, en consideración de los analistas de Moody´s, como factores que abonarían certidumbre y confianza para la toma de decisión respecto a la nota crediticia de México; quienes se encuentran a la expectativa de observar cómo se desarrolla el nuevo gobierno ante un panorama, de menos, retador.   

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