Con un panorama retador de frente, Claudia Sheinbaum tendrá el desafío de desvanecer la incertidumbre económica que el contexto actual y los temas pendientes por atender, incluso por la administración saliente, generan; cuestión a la que inversionistas, y hasta agencias calificadoras, estarán atentos.
Con un crecimiento promedio durante la última administración que se prevé alcance el uno por ciento, altas expectativas por el proceso del nearshoring y más de 46 millones de personas en condición de pobreza, Claudia Sheinbaum, presidenta de México, recibe a la doceava economía del mundo en el marco de un contexto complejo, como lo han descrito diversos analistas.
Y es que, aunque variables como la atracción de inversión extranjera directa y el consumo interno lograron alcanzar registros sin precedentes en el sexenio que acaba de concluir, decisiones como la de cerrar dicho periodo de gobierno con un mayor déficit fiscal, por ejemplo, ha traído consigo la incertidumbre en la consideración que se tiene sobre el escenario nacional, que incluso podría recibir una penalización si no se corrige de inmediato, como lo han destacado algunas de las más importantes agencias calificadoras.
“A pesar de que el gobierno saliente mantuvo la mayoría de los pilares de la estabilidad macro financiera (apoyo al libre comercio, flotación cambiaria, respeto a la autonomía del banco central, regulación financiera sólida), debilitó, al final del sexenio, el pilar de la disciplina fiscal. El déficit fiscal que estimamos será de 6.2 por ciento del Producto Interno Bruto este 2024 (el más alto en más de tres décadas)”, destacó al respecto la dirección de estudios económicos de Citibanamex.
Además, la perspectiva que diversos empresarios e inversionistas han generado respecto al escenario nacional luego de la aprobación de la reforma al Poder judicial y factores como la inseguridad, además de la incertidumbre política interna, según la Encuesta sobre las Expectativas de los Especialistas en Economía del Sector Privado elaborada por el Banco de México, han dejado de manifiesto que la presidenta recibe un país que debe de trabajar en mejorar la imagen que ofrece a quienes le observan como lugar predilecto para el desarrollo de sus actividades productivas y comerciales.
“Sheinbaum debe encontrar un equilibrio entre mantener una economía dinámica y elevar el bienestar de la población. Para ello, deberá atraer inversión y generar empleos de calidad, todo ello en un contexto global y nacional incierto”, consideró la organización México, ¿cómo vamos?
La estrategia económica de Claudia Sheinbaum para lograr impulsar el país: continuidad con cambio
Para poder enfrentar las tareas de impulsar la economía mexicana, restablecer la senda de la disciplina fiscal y mejorar la imagen que el país ofrece como destino de inversión, Claudia Sheinbaum ha dejado claro que su apuesta en términos económicos consistirá en profundizar en las acciones que se llevaron a cabo durante la pasada administración, pues en consideración en suya, han figurado como las bases de toda una nueva forma de hacer política económica en México.
“¿Cómo es que 9.5 millones de mexicanos y mexicanas, de acuerdo con el Banco Mundial, salieron de pobreza en tan solo seis años? ¿Cómo es que, sin subir impuestos, se redujeron las desigualdades? ¿Cómo es que somos de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico menos endeudados y con una moneda fuerte? ¿Cómo es que somos de los países con menos desempleo? ¿Cómo es que hay más bienestar y al mismo tiempo ganaron más los empresarios y los bancos? La respuesta es: cambió el modelo de desarrollo del país”, expuso la primera presidenta del país en su toma de protesta.
Además de las ideas económicas, comerciales y fiscales que fueron la base en el sexenio pasado, la nueva mandataria ha propuesto la implementación de tres nuevos programas sociales, la creación de 100 parques industriales y hasta la construcción de diversas líneas ferroviarias que buscarían detonar el desarrollo regional del país, por mencionar.