La recuperación económica del país se ha dado en un contexto de crecimientos diferenciados, donde algunas actividades productivas continuaban rezagadas. Foto: Especial

Economía mexicana divide en dos al 2023, entre el avance y la desaceleración

La economía mexicana ha logrado cruzar la primera mitad del año con saldo positivo, sin embargo, diversos factores apuntan a que es una racha que difícilmente se repetirá

La economía nacional continúa avanzando al cierre de la primera mitad del 2023 a pesar de reducir su ritmo de crecimiento, sin embargo, se prevé una desaceleración de la actividad productiva nacional a final de año, advierten expertos.

En el segundo trimestre del 2023 la economía mexicana creció 0.9 por ciento con cifras ajustadas por estacionalidad, lo que se traduce como un avance de 3.6 por ciento a tasa anual, de acuerdo a la estimación oportuna del Producto Interno Bruto (PIB) elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

A pesar de que el dato resulta menor al del primer trimestre del año, todavía arroja un saldo positivo respecto al desenvolvimiento de la actividad económica nacional, aunque también expone signos de alarma que sugieren una posible pérdida de dinamismo a mediano plazo y un desempeño más discreto en comparación al que han alcanzado diversas economías del mundo después de la pandemia, según afirma el equipo de análisis del grupo financiero BASE.

“A pesar de las altas tasas de crecimiento económico que ha experimentado México en los últimos trimestres, es importante señalar que gran parte de ello se debe a la recuperación post-pandemia, y que esto aún puede ser considerado un efecto rebote de la crisis del COVID-19. A pesar de un crecimiento acumulado de 3.77 por ciento en los últimos cuatro trimestres, México apenas logra superar el nivel del PIB pre-pandemia”, explica el grupo financiero BASE en su informe de perspectivas económicas.

No todos crecen parejo

Al respecto, Montserrat Aldave, economista principal de FINAMEX, coincide en que la recuperación económica del país se ha dado en un contexto de crecimientos diferenciados, donde algunas actividades productivas continuaban rezagadas, y su estímulo dio un impulso importante a la economía nacional, factor que ya muestra signos de agotamiento.

“Incluso, dentro de la misma industria o los mismos servicios hay desempeños diferenciados, es decir, no todas las actividades están avanzando, todavía hay muchos efectos heterogéneos, por ejemplo, la manufactura ha presentado retrocesos y la construcción ha compensado parte de la caída”, señala Aldave.

Sumando al ejemplo del contraste que expone la analista de FINAMEX es posible encontrar que, mientras las actividades terciarias fueron las que más avanzaron en el segundo trimestre del año, a su interior, el turismo no ha logrado alcanzar el PIB que solía registrar antes de la emergencia sanitaria internacional, de acuerdo al INEGI.

Por otro lado, Iván Arias, director en estudios económicos de Citibanamex, agrega que el desempeño diferenciado dentro de la economía mexicana refleja ya cierta reducción en su ritmo de crecimiento.

“Si bien la demanda interna fue la fuente principal del crecimiento económico del primer semestre de 2023, algunos indicadores relacionados han comenzado a mostrar una desaceleración, en particular el consumo de bienes producidos en México, la construcción residencial y la apreciación del tipo de cambio está mitigando el impacto positivo del crecimiento global sobre el valor agregado por la disminución de las remesas, exportaciones y flujos por turismo internacional medidos en pesos”, explica Arias.

Avance e incertidumbre

El momento por el que atraviesa la economía nacional ha provocado que diversos analistas y organismos modifiquen y mejoren su proyección de crecimiento para el escenario mexicano, sin embargo, de la misma manera coinciden en que para la segunda mitad de este año una desaceleración económica se presentará de forma inminente.

Por un lado, el Fondo Monetario Internacional (FMI) considera que México crecerá 2.6 por ciento en el 2023, dato 0.8 por ciento mayor a su previsión elaborada en abril; incluso las expectativas de los analistas financieros del país han mejorado lo suficiente para aumentar en 0.1 por ciento su proyección del PIB nacional, que de acuerdo a su análisis finalizará el año en 2.4 por ciento.

Sin embargo, el mismo organismo internacional también considera que la economía global crecerá en magnitudes históricamente débiles para sus parámetros, cuestión que impactará en la economía nacional y toda la región; un escenario con el que también coinciden la mayoría de expertos financieros del país.

Al respecto, el factor principal que compromete a la actividad económica nacional e internacional es el efecto de la política monetaria aplicada por diversos bancos centrales alrededor del mundo por más de un año para combatir la inflación, y que mantiene a diversas tasas de interés en los rangos más altos en décadas, como la de México, que actualmente se sitúa en 11. 25 por ciento.

Así, destaca que, entre tantos comentarios y resultados mixtos de la economía nacional, la propia institución encargada de proponer, dirigir y controlar la política económica del país en materia de finanzas públicas admita un crecimiento económico menor a futuro.

“A pesar de los retos globales la economía mexicana cuenta con fortalezas en el mercado interno y externo que muestran un ritmo de crecimiento constante; no existe en este momento evidencia de una recesión en México y la probabilidad de una recesión global ha disminuido, de tal forma que el riesgo de recesión se ha transformado en una probabilidad de crecimiento moderado para 2024”, advierte Gabriel Yorio, subsecretario de Hacienda.

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