Un peso sin rumbo
La pregunta que es una constante en el mercado, es el nivel que podría alcanzar el peso mexicano, tras la importante apreciación que registró el mes pasado, con la ayuda del Banco de México, y el tono menos agresivo respecto a la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
Al respecto, una encuesta de Reuters a economistas y analistas de divisas arrojó que el peso podría depreciarse a 20 pesos por dólar para finales de septiembre, en relación al nivel actual de 18.77 pesos.
Lourdes González
La pregunta que es una constante en el mercado, es el nivel que podría alcanzar el peso mexicano, tras la importante apreciación que registró el mes pasado, con la ayuda del Banco de México, y el tono menos agresivo respecto a la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
Al respecto, una encuesta de Reuters a economistas y analistas de divisas arrojó que el peso podría depreciarse a 20 pesos por dólar para finales de septiembre, en relación al nivel actual de 18.77 pesos.
Por su parte, los analistas consultados en la Encuesta Citibanamex de Expectativas, que fue publicada la semana pasada arrojó que el promedio del consenso espera un peso más fuerte.
En particular, los pronósticos para cierre de año fueron modificados a 20.40 y 20 pesos por dólar, desde 20.60 y 20.30 pesos por dólar para 2017 y 2018, respectivamente.
En su comparecencia del miércoles en la Comisión de Hacienda del Senado, Agustín Carstens destacó que la divisa mexicana aún está subvaluada, y luego de la fuerte recuperación del mes pasado, tiene espacio para apreciarse más.
Explicó que el banco central vendió dos mil millones de dólares de reservas para sostener el desplome del peso frente al dólar, una medida que obtuvo poco efecto ante la alta volatilidad de los mercados por la incertidumbre que generó las políticas de Trump.
“Entonces fue allí precisamente donde pensamos que, en vez de usar moneda dura, como los dólares, sería mejor movernos a un esquema en el cual habría posibilidades de ofrecer coberturas sin quemar el parque”, agregó.
El tipo de cambio del Banco de México cerró la semana pasada en 18.65 pesos por dólar, apreciándose 0.74 por ciento.
Aunque el mercado financiero espera que en la medida que se vislumbre el panorama comercial entre México y Estados Unidos, a raíz de la renegociación del TLCAN, la moneda mostraría volatilidad.
Renovada fortaleza
De acuerdo a Reuters, Kathleen Gaffney, codirectora de renta fija diversificada de Eaton Vance, es una de las convencidas que el presidente de Estados Unidos no cumplirá con las promesas a sus electores sobre el proteccionismo, y por eso esperaría que el peso suba dos dígitos en los próximos dos años.
“México se beneficia principalmente de un mayor crecimiento global, y el mercado comienza a tener en cuenta que habrá menos impacto en el comercio de Estados Unidos con México”, precisó.
Al respecto indicó que el comercio mundial está aumentando y México forma parte de la manufactura global.
La expectativa sobre la moneda mexicana es apoyada por los 15 gestores de cartera que forman parte del sondeo de Reuters, que ven al peso subvaluado.
Entre los factores que apoyan la inversión en activos mexicanos como el peso, se encuentran la independencia del Banco de México, instituciones financiera fuertes, y que la economía mexicana está lista para crecer este año, pese a los factores de riesgo que la afectan.
En contraste, hay quienes opinan que no todos los activos tienen un precio razonable, por ejemplo, las valuaciones de las acciones de emisoras mexicanas no lo son, sostuvo, por su parte, Verena Wachnitz, de T. Rowe Price, un gestor de fondos.
Durante el presente año, el peso mexicano lideró las ganancias entre las monedas de América Latina, al repuntar desde mínimos históricos, debido a que se ha fortalecido la confianza que el presidente Donald Trump no impondrá aranceles duros contra las exportaciones mexicanas a Estados Unidos.
También contribuyó una serie de alzas de tasas de interés del Banco de México, y su intervención directa en los mercados de divisas locales con contratos de cobertura.
De fines de 2015 a marzo de 2017, la tasa de referencia se incrementó en ocho ocasiones, a un nivel actual de 6.50 por ciento.
“Lo que pasó (después de la elección en Estados Unidos) fue que la moneda se vendió rápidamente, y bruscamente; mientras que los precios de las acciones tuvieron sólo una reacción modesta y todavía parecía caro en promedio, a pesar de la creciente incertidumbre”, refirió Wachnitz.
Patricia Ribeiro, gerente de cartera de mercados emergentes de American Century Investments, que maneja mil 500 millones de dólares, sostuvo que ha reducido su tenencia en acciones mexicanas, en los últimos seis meses, por la incertidumbre en el futuro de la relación entre Estados Unidos y México.
“Estamos viendo una desaceleración en el Producto Interno Bruto, las tasas de interés suben, y la inflación está aumentando, es más difícil encontrar acciones”, agregó.
El viernes, la Bolsa Mexicana de Valores cerró con un alza semanal de 1.6 por ciento.
Ascenso incierto
Por su parte, Robert H. Neithart, gerente de cartera de renta fija de Capital Group, que administra cerca de 79 mil millones de dólares de activos, aseguró que ha movido gradualmente la exposición a los activos mexicanos, al tomar en cuenta una combinación de factores como la valoración y pláticas comerciales menos hostiles con Estados Unidos.
Los fondos de cobertura y otros especuladores apuestan que el peso tiene más espacio para actuar.
Los contratos especulativos de largo plazo sobre la moneda registró el nivel más alto desde septiembre de 2014, de acuerdo a la Commodity Futures Trading Commission.
Debido a eso, algunos gestores de cartera ven en el bajo costo del peso una oportunidad para invertir en sectores como operadores de hoteles mexicanos, en corporativos de aeropuertos, en títulos de Cemex, y la deuda emitida por Nemak, un proveedor de autopartes.
A su vez, Jamie Anderson, director general de Tierra Funds adelantó que el peso podría ganar “fácilmente otro cinco por ciento”.
“Por debajo de todo esto está el consumidor mexicano; y en el centro es una historia de crecimiento del consumidor mexicano, que lo convierte en un destino muy atractivo”, sostuvo.
Opinó que había presentido que la recuperación del peso mexicano sería bastante rápida e implacable cuando empezó a acelerarse.
“La pregunta ahora es ¿Cuánto más puede ir realmente”.