El gobierno mexicano mantiene la esperanza de que la ratificación del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) se realice en este mes, pero las posibilidades de que este acuerdo se cierre quedan a la expectativa luego de que el periodo de elecciones se acerca en Estados Unidos y Canadá; la verdadera prueba de fuego es el presidente Donald Trump.
Hace unas semanas, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) apostó por que el T-MEC sería firmado por Estados Unidos en septiembre, “estoy seguro, de que se va a aprobar el acuerdo y eso nos va a ayudar mucho, ya que necesitamos tener buenas relaciones con todos los gobiernos del mundo”, dijo durante una de sus conferencias matutinas.
Para abrir la posibilidad de que se ratifique el acuerdo en este año, la Casa Blanca y el país dirigido por Justin Trudeau condicionaron a México para que realizara una serie de cambios en la reforma laboral, sector automotriz, comercio electrónico, medio ambiente, Pymes, disposiciones en materia de propiedad intelectual y recursos energéticos.
Al ser el cumplimiento de estos términos uno de los detonantes para agilizar este proceso, en la iniciativa de Presupuesto de Egresos de la Federación para el ejercicio fiscal 2020, ya se contemplaron recursos suficientes para ejecutar los cambios, de acuerdo con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
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José Luis de la Cruz, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC), asegura que la ratificación del T-MEC se ha retrasado debido a la política interna que impera en Estados Unidos, en específico, la disputa entre el Partido Demócrata y el presidente Donald Trump.
El congreso norteamericano está deteniendo el Tratado porque cayó en el terreno de la disputa política por la presidencia de Estados Unidos, además los demócratas no quieren que Donald Trump tenga demasiadas herramientas para reelegirse y como una de las promesas fue suplir el TLCAN no tienen otra opción más que obstruir los caminos para su aprobación
En la medida de que se ponga a votación el T-MEC lo más rápido posible, México podrá aportar certidumbre sobre el nuevo marco legal en las relaciones comerciales con América del Norte. También habrá más posibilidades de su ratificación en los países faltantes, debido a que conlleva un menor peso político si se aleja del día de las elecciones presidenciales de la Casa Blanca, el próximo 3 de noviembre de 2020.
El Congreso norteamericano reanudará este lunes sus actividades tras un receso en el que algunos legisladores sostuvieron pláticas con el representante comercial de Estados Unidos, Robert Ligthizer para conciliar posiciones respecto a las últimas demandas que hicieron los congresistas demócratas vinculadas al tratado comercial.
En los últimos años, México ha logrado cifras récord a nivel comercial con sus socios de América del Norte. Durante los primeros cuatro meses de 2019, por primera vez en la historia, el país se convirtió en el primer socio comercial de Estados Unidos, con un comercio superior a 203 mil millones de dólares por arriba de Canadá y China.
José Luis de la Cruz asegura que es poco probable que la ratificación del T-MEC ocurra en este mes, aunque existe una gran posibilidad de que el acuerdo con los otros países pueda cerrarse antes de que termine este año.
“El gobierno mexicano está esperando a que el presidente Trump y la líder del senado Nancy Pelosi logren un acuerdo para presentar en el transcurso de este mes el proyecto de ley de implementación del T-MEC. Mientras eso ocurre, el proceso de ratificación va a seguir pendiente y los cambios que implica se resolverán de forma gradual”.
