Diversas naciones alrededor del mundo registran una tendencia decreciente en su Producto Interno Bruto, la cual confirma una desaceleración económica que comienza a tomar fuerza, y de la que ninguna economía puede considerarse exenta.
Durante los últimos días ha trascendido que desde Reino Unido, hasta Japón, se visualiza un magro avance económico; una situación atípica si se considera que naciones como Alemania o incluso Estados Unidos, referentes mundiales del crecimiento y desarrollo, hoy luchan por no caer en recesión.
El panorama económico global ya muestra afectaciones importantes por factores que han impactado en diversos ámbitos, tales como el macroeconómico, el monetario y hasta el geopolítico; cuestión que tomará mayor impulso durante este año.
#Economia | De acuerdo con el Banco Mundial, se prevé para este año 2024, el crecimiento económico se desacelerará por tercer año consecutivo. Del 2.6 % el año pasado al 2.4 %, esto por los factores geopolíticos, entre otros. pic.twitter.com/zfkmGiA0Df
— NeuronaSV (@NeuronaSV) February 21, 2024
De acuerdo con Montserrat Aldave, economista principal en Casa de Bolsa Finamex “Para la actividad económica a nivel global esperamos una moderación importante en 2024 y una recuperación paulatina a partir de 2025. Si bien nuestro escenario central es el de un aterrizaje suave, particularmente para la economía de Estados Unidos, hay que destacar que los crecimientos moderados que observaremos en el corto plazo estarán por debajo del promedio y en algunos casos por debajo del potencial”.
Lo anterior concuerda con las estimaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), que prevé en este año un avance económico global de entre 2.9 y 3.1 por ciento, dato inferior a su promedio histórico, debido a las elevadas tasas de interés de política monetaria para combatir la inflación, la disminución del apoyo fiscal por parte de diversas administraciones públicas como consecuencia del endeudamiento exacerbado por la pandemia y el bajo crecimiento de la productividad.
Además, instituciones como la Reserva Federal y el Banco de México, por mencionar, tienen pendiente lograr ubicar a las presiones inflacionarias en los rangos que se consideran aceptables, ya que “A corto plazo, las autoridades enfrentan el reto de gestionar con éxito el descenso final de la inflación hasta la meta, calibrando la política monetaria en respuesta a la dinámica de la inflación subyacente y, allí donde las presiones sobre precios y salarios claramente se estén disipando, ajustándola a una orientación menos restrictiva”, advierte el FMI.
Impacto diferenciado entre naciones por el bajo crecimiento económico
Aunque las afectaciones económicas antes descritas se viven a una escala global, su reflejo ha sido heterogéneo, ya que algunas naciones registran caídas importantes, como es el caso del Producto Interno Bruto de Alemania que retrocedió 0.3 por ciento en 2023; mientras que otras solo han visto disminuir su ritmo de crecimiento, similar a lo que sucedió al interior de la región norteamericana, señala a este medio Iván Arias, Director en Estudios Económicos de Citibanamex.
“En varias economías ya vimos una desaceleración al cierre de año; para México se revisó al alza los resultados en 2023, que al final del día resultó en una disminución del ritmo de crecimiento comparado con 2022, y en el caso de Estados Unidos sucedió algo similar, no tan abrupto, pero sí se presentó una moderación en su avance económico”, explica Arias.
La desaceleración económica es un fenómeno mundial que ya había sido advertido en las proyecciones del Fondo Monetario Internacional @IMFNews 👇👇 pic.twitter.com/jxwpiPrC6e
— Daniel Meléndez Márquez (@danimelma) February 16, 2024
Incluso, el contraste a nivel regional resulta evidente, ya que mientras Norteamérica se perfila a recibir millones de dólares por concepto del proceso de relocalización de las cadenas globales de producción, la Unión Europea registra avances mínimos en su actividad económica, cuestión por la cual se ha considerado que podría caer en recesión en los próximos meses.
“La economía mexicana está muy ligada a la economía de Estados Unidos, la cual ha mostrado una fortaleza mucho mayor a la esperada; mientras que las economías europeas les ha pegado en mayor magnitud las tensiones geopolíticas tanto por el lado de la guerra de Rusia y Ucrania, como del reciente conflicto entre Israel y Hamás, que ha traído disrupciones comerciales en el Mar Rojo y choques a precios de los energéticos, granos, por mencionar algunos”, señala Aldave.
Perspectiva a futuro para la economía global y regional
Una vez que transcurra el año, y los impactos económicos y comerciales que conlleva, se prevé el panorama a nivel global pueda mejorar, coinciden organismos internacionales y analistas; principalmente por el relajamiento en la postura monetaria de los diversos Bancos Centrales que mantienen sus tasas de referencia en máximos históricos, el reordenamiento logístico y comercial, además de amplias expectativas sobre el posible fin de los conflictos bélicos activos actualmente.
Además, el Director en Estudios Económicos de Citibanamex puntualiza que, las perspectivas positivas podrían materializarse primero en Estados Unidos, generando un incentivo adicional para que la economía mexicana pueda tomar una senda positiva de crecimiento ya en 2025 y 2026.