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El Internet ha llegado a revolucionar la forma en que vivimos cada día. Desde el acceso a la información inmediata hasta la creación del comercio electrónico, los avances tecnológicos han modificado la manera en que vemos la realidad.
Una de las industrias que más se ha transformado con el Internet ha sido el de la música. Durante gran parte del siglo 20, los artistas estaban obligados a contratar los servicios de algún promotor o disquera para poder vender su creación.
Esta necesidad se debía en parte al gran costo que representaba la distribución de la música (que abarca la grabación, producción y venta de canciones) y su promoción.
La falta de una buena remuneración económica siempre ha sido uno de los principales obstáculos para los músicos, sobre todo cuando están comenzando.
En opinión de algunos, este factor es utilizado por las grandes disqueras para tratar a los artistas y sus obras como productos. Con el fin de vender se comprometía la calidad o se obligaba a los cantantes a adoptar ciertos estilos que estaban de moda.
Bajo estas circunstacias llega el Internet, que permite a los artistas distribuir su trabajo y promocionarse en todo el mundo con un costo insignificante.
Esto ha eliminado la necesidad de contar con un representante o el apoyo de una gran empresa para producir música.
Con la llegada del nuevo milenio el futuro de la industria musical se veía prometedor. Sin embargo, los últimos datos recabados indican que no solo los artistas siguen enfrentandose a dificultades económicas, sino que las personas se han acostumbrado a no pagar por conseguir canciones.
Los programas de “peer to peer”, como el Napster o los archivos torrent que se pueden accesar a través de sitios como Pirate Bay, facilitaron el acceso a la música.
Los grandes críticos de este tipo de programas afirman que conforman un tipo de piratería ilegal aún y cuando es difícil identificar una persona que esté lucrando con estos medios.
Con todo y la controversia del tema, la realidad es que las personas cuentan con un fácil acceso gratuito a la musica a través del Internet.
En lugar de pelear una guerra que estaban destinados a perder, las grandes disqueras comenzaron a optar por alternativas cibernéticas para vender música.
Algunos servicios como iTunes permiten comprar canciones en línea mediante descargas autorizadas por quienes tienen los derechos de la música, mientras que otras páginas como Spotify otorgan libre acceso a los usuarios para escuchar las canciones y pagan al artista una cantidad por cada reproducción.
El problema radica en que los negocios de la industria musical legal en línea reportan ganancias ínfimas a los artistas. Para cambiar esto, sería necesario cobrar más a los usuarios, pero muy pocos están dispuestos a pagar hoy en día por escuchar a sus cantantes favoritos cuando los pueden descargar de forma gratuita.
Negocio digital
La vida de músico no es fácil. Aun y si no se toman en cuenta los avances en tecnología, los artistas se enfrentan a un panorama económico difícil.
De acuerdo con una investigación llevada a cabo por el blog The Cynical Musician, el precio promedio de un disco es de 10 dólares. Si el mismo artista se encarga de producir y vender su propio material, en promedio gana alrededor de 8 dólares por disco y 7.50 si acude a un intermediario en Internet.
En el primero de los casos sería necesario que vendiera personalmente 143 discos al mes para llegar a ganar lo equivalente al salario mínimo en Estados Unidos.
Sin embargo, si acude a una disquera y posteriormente a un tienda comercial, su ganancia por disco se disminuye a 1 dólar, por lo que tendría que vender mil 161 discos para ubicarse en el salario mínimo.
Si se acude a un servicio de Internet como iTunes para vender canciones de forma digital e individual, cobraría aproximadamente 1 dólar por canción. Esto representa 0.57 centavos de ingreso directo al artista, por lo que necesitaría tener más de 2 mil descargas para obtener el mismo salario que un empleado de comida rápida.
Los datos crecen de forma exponencial cuando se toman en cuenta servicios gratuitos de streaming. A través de estos sitios las personas pueden escuchar de manera libre las canciones mientras que son sujetos a publicidad.
Los artistas reciben ingresos por el número de reproducciones de su material. Pero si se toma como ejemplo last.fm, se puede notar que por cada vez que se escucha una canción, su autor recibe menos de 1 centavo de dólar.
Esto equivale a que, si se quiere ganar el salario mínimo estadounidense, es necesario que se realicen más de 1 millón y medio de reproducciones al mes.
Caso Spotify
Spotify es una de las más grandes empresas que ofrece servicios de musica stream. De manera reciente, publicaron que en promedio pagan en regalías entre 0.60 y 0.84 centavos de dólar por reproducción.
Aunque esto pueda sonar poco, las subscripciones de 10 dólares mensuales que cobra el sitio de Internet ni siquiera son suficientes para cubrir los costos en regalías que genera un usuario que escucha 35 horas de música a la semana.
Se estima que antes del uso popular del Internet un fanático de la música gastaba entre 50 y 100 dólares mensuales en nuevos discos, lo que equivale a un promedio de 600 a mil 200 dólares al año.
Sin embargo, una persona que escuche más de 16 horas al día de música a través de Spotify estaría generando apenas no más de 800 dólares anuales, de los cuales una cantidad minima llega al artista.