La vinculación de las economías latinoamericanas a naciones de mayor desarrollo, a partir de los flujos de Inversión Extranjera Directa que estos envían, atraviesa un panorama complejo. Foto: Especial

Disminuye la Inversión Extranjera Directa en la región durante el último año ante un panorama complejo

Los flujos de dinero destinados a construir una relación duradera y enfocada al ámbito empresarial, que llegan desde el extranjero hacia América Latina y el Caribe, han disminuido

La vinculación de las economías latinoamericanas a naciones de mayor desarrollo, a partir de los flujos de Inversión Extranjera Directa que estos envían, atraviesa un panorama complejo marcado por la coyuntura global, los conflictos comerciales y hasta la desigualdad que impera en la región.

En el último año, los flujos de Inversión Extranjera Directa (IED) que encontraron como destino a la región de América Latina y el Caribe disminuyeron un 9.9 por ciento, de acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL); una cifra que, a pesar del retroceso, se mantiene por encima del promedio de la última década.

Dicho resultado se da como parte de una tendencia global en la que, gracias a los conflictos geopolíticos vigentes y la persistencia de tasas de interés elevadas, la IED en conjunto ha caído por segundo año consecutivo, incluso dentro de países como Estados Unidos y China, expone el informe anual, titulado: “La Inversión Extranjera Directa en América Latina y el Caribe 2024”.


“El desempeño negativo se atribuyó principalmente a una caída de las entradas de IED hacia el sector de los servicios en la mayoría de las economías de la región, lo que contrasta con el buen desempeño que mostró este sector en 2022. Además, se observó una disminución de los ingresos procedentes del principal inversionista de la región, los Estados Unidos. Pese a esto, las entradas de IED a la región representaron el 14 por ciento del total mundial en 2023, participación que supera el promedio registrado en la década de 2010”, se lee en el documento.

No obstante, la IED dirigida al sector manufacturero ha crecido por segundo año consecutivo, lo que en consideración de la CEPAL demuestra el interés que tienen firmas y capitales de corte transnacional por localizarse cerca de Estados Unidos, considerado el mercado más atractivo del mundo, en una condición marcada por menores costos de mano de obra y alejados de los riesgos bélicos actualmente vigentes.

“Los resultados que expone el organismo reflejan un panorama que es provocado por un fenómeno muy amplio; que no solo refiere a la situación actual de los países inversionistas, ni tampoco al estado en el que se encuentran los países de América Latina y el Caribe, sino a un contexto global donde el capitalismo ha entrado en una fase de mucha inestabilidad, y eso se refleja de manera directa en las inversiones. En un momento marcado por la incertidumbre, los inversionistas siempre van a preferir actuar con cautela”, destaca en entrevista para Reporte Índigo, Raúl Ornelas, integrante del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM.

Estados Unidos y China, una contienda que se expresa a través de la IED en la región

Aunque los registros de la CEPAL plantean que Estados Unidos figura como el principal inversor de IED dentro de países como Argentina, Brasil, Colombia, o incluso México, no implica que China no busque posicionarse dentro de la región; cuestión que ha generado una disputa entre ambas naciones líderes por aumentar su influencia en la región a través de un posicionamiento productivo, que hasta ahora ha sido obstaculizada por la gran economía norteamericana, explica a este medio Enrique Dussel, doctor en economía e investigador de la máxima casa de estudios del país.

“Lo que estamos viendo es una fuerte presión, por parte de Estados Unidos, en contra de la economía más grande de Asia, que viene de años atrás, donde la potencia norteamericana ha estado invitando, y en otros casos chantajeando, a países para plantearles que se sumen a su estrategia económica y comercial contra China, con la posibilidad de adquirir algún beneficio, como una mayor IED, o en todo caso, atenerse a las consecuencias”, advierte el catedrático.

Al respecto, aunque los datos del organismo regional sugieren que los flujos de IED que provienen de China han disminuido en la región, también exponen que, ante la contienda que dicho país mantiene con Estados Unidos, sería posible que la gran economía asiática esté cambiando su estrategia para penetrar América Latina y el Caribe, llegando ahora a sectores estratégicos que puedan brindarle, a largo plazo, una mayor ventaja comercial y hasta geopolítica.

La inversión no rompe con las trampas del desarrollo, por eso hay que cambiar el paradigma

El hecho de que la región registre la llegada de IED no se ha traducido en una condición que derive en poder impulsar un mayor crecimiento económico de los países miembros, disminuir su característica desigualdad y baja movilidad social, por lo que un cambio en la estrategia de captación de flujos de capital transnacional, donde la planificación, el enfoque para atender causas pendientes a partir de los beneficios económicos que pueda llegar a dejar y hasta la modificación en las condiciones que se ofrecen para ser una nación atractiva para la inversión, resulta vital.

“Se tiene un dogma de que a través de la IED se va a salir del atraso y del subdesarrollo, tal como suele destacarlo el Fondo Monetario o el Banco Mundial, pero se vuelve más una relación de subordinación sobre los países emergentes, que termina siendo permanente, eso debe de cambiar”, sostiene Sergio E. Martínez, académico de la Facultad de Economía de la UNAM.

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