Los ‘más ricos’ aumentaron su fotuna durante el 2017; mientras que la mayoría de las personas que ya se encontraban en situación de pobreza han mantenido sus reducidos ingresos, revela un estudio de Oxfam publicado este lunes.
La organización no gubernamental señala que el uno por ciento de las personas más ricas del planeta amasaron el 82 por ciento de la riqueza que se generó el año pasado. En contraste, la población considerada en pobreza, que asciende a 3 mil 700 millones de personas y representa la mitad a nivel mundial, no se benefició de los nuevos recursos generados; además, no reúnen ni el uno por ciento de la riqueza total generada en 2017.
No obstante, el número de las personas con una riqueza mayor a mil millones de dólares ha registrado su mayor aumento en la historia, debido a que una persona se convierte en nueva multimillonaria cada dos días.
En su informe Premiar el trabajo, no la riqueza, Oxfam asegura que en la actualidad es difícil encontrar a un líder político o empresarial que no exprese públicamente su preocupación por la desigualdad. Sin embargo, asegura, lo que cuenta son las acciones y no las palabras, que es cuando los líderes no actúan para contener este problema.
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El empresario Amancio Ortega, dueño de grupo Inditex, al que pertenece la cadena de tiendas de ropa Zara, en septiembre de 2016 fue considerado el hombre más rico del mundo por unas horas, al superar la fortuna de Bill Gates, por una revalorización en sus acciones de la bolsa. Su fortuna en ese entonces era de 78 mil 600 millones de dólares.
Oxfam toma en cuenta el perfil de este empresario español y lo contrasta con Anju, quien vive en Bangladesh confeccionando ropa para la firma Zara. “Suele trabajar 12 horas al día hasta muy tarde. A menudo tiene que saltarse comidas porque no ha conseguido suficiente dinero. Gana poco más de 900 dólares al año”, relata la organización.
Una de las revelaciones más destacadas del estudio es que las personas encuestadas, dijeron que la brecha en su país, entre personas ricas y pobres de demasiado grande. Esta opinión varía desde un 58 por ciento en los Países Bajos a un 92 por ciento en Nigeria. El análisis contó con 70 mil encuestas realizadas en 10 distintos países, además de tomar en cuenta la distribución de la riqueza en el Global Wealth Databook.
La brecha de género es otra problemática a la que se debe de poner atención, pues la precariedad en los empleos suelen ser ocupados en mayor media por mujeres, “que reciben salarios miserables sin que se respeten sus derechos fundamentales”, además de que “las mujeres aportan a la economía mundial 10 mil millones de dólares en trabajos de cuidados no remunerados, añade el informe.