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La recuperación económica se olvidó de los desempleados. El último reporte de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), publicado ayer, afirma que si bien es cierto que el mundo está superando los efectos de la crisis financiera, las tasas de desempleo permanecen igual.
México no es la excepción. La tasa de desempleo en el país se disparó del 3.4 por ciento en el 2007, hasta ubicarse en niveles cercanos al 5 por ciento.
La escasez de empleos coincide con los peores momentos de la crisis económica, sin embargo es un tema que hasta la fecha no ha podido ser superado.
La OIT estima que en el 2013 el país registró una tasa de desempleo del 5 por ciento y que durante los próximos tres años se mantendrá estable.
De acuerdo al organismo, los mexicanos pueden esperar que para el 2016 el desempleo se reduzca hasta el 4.7 por ciento, lo que no representa un cambio muy optimista.
Lo mismo sucede con las tasas promedio de desempleo en todo el mundo. Actualmente en el mundo existen 202 millones de personas sin trabajo, lo que equivale a una tasa de 6 por ciento de desempleo. Esta cifra se mantendrá estable en los siguientes años ubicándose en el 6.1 por ciento.
En comparación con otras economías latinoamericanas, la OIT afirma que Brasil mantendrá una tasa promedio del 6.6 por ciento y Argentina del 7.4 por ciento.
De tal modo, México se adhiere a la tendencia internacional en temas de empleo. Incluso se podría decir que sus porcentajes de desempleo se encuentran por debajo de la media mundial. Por el otro lado, el rubro en donde sí destacamos es en el número de jóvenes que ni estudia, ni tiene trabajo, los famosos “ninis”.
Este gran sector de la población ha estado presente incluso desde antes de la crisis económica. Estas personas son definidas como aquellas que se encuentran entre la edad de 15 y 29 años y que no se encuentran estudiando o con un empleo.
La diferencia con la tasa de desempleo es que este indicador toma en cuenta otros problemas sociales como la deserción escolar y la escasa oferta educativa.
Actualmente la cantidad de ninis mexicanos se encuentra cercana al 25 por ciento. Entre las 40 economías que analiza la OIT, México es el cuarto país con más ninis de todos, solo por debajo de Turquía, Macedonia e Israel.
Otro de los aspectos que destaca la OIT de nuestro país es el gran porcentaje de la población que se encuentra en la economía informal.
Alrededor del 60 por ciento de los trabajadores reciben ingresos por su trabajo en este sector y son más susceptibles a tener problemas económicos ante una crisis.
Los jóvenes sufren
El reporte de la OIT destaca que los jóvenes, es decir las personas de entre 15 y 24 años de edad, son los más afectados por la débil y desigual recuperación económica alrededor del mundo.
En 2013, aproximadamente 74.5 millones de jóvenes se encontraron desempleados, lo cual representa un aumento de casi un millón de personas por encima del año anterior. Con esto, la tasa de desempleo juvenil se coloca ahora en 13.1 por ciento – una cifra tres veces mayor que la tasa correspondiente a los adultos.
La OIT indica que la disparidad entre el desempleo juvenil y el adulto se coloca así en un máximo histórico. Entre las regiones con las tasas de desempleo juvenil más altos se encuentran el Medio Oriente, África del Norte, y algunos países de Latinoamérica y de Europa mediterránea.
El reporte destaca además que la proporción de jóvenes ninis ha seguido aumentando fuertemente desde el inicio de la crisis en 30 de los 40 países para los que se cuenta con datos.
La situación es tal que en algunos países más de la cuarta parte de los jóvenes de entre 15 y 29 años de edad son ninis.
Dentro de este indicador, México es el cuarto país con la mayor proporción de ninis, de aproximadamente 25 por ciento, rebasado sólo por Turquía, Macedonia e Israel.
Quizá un indicador aun más deprimente es que la tasa de participación global, es decir la relación entre la fuerza laboral y la población en edad económicamente activa, se mantiene más de dos puntos porcentuales por debajo de su nivel previo a la crisis.
Esto indica que más y más jóvenes, frustrados al no lograr encontrar empleo, dejan de buscarlo por completo y se salen por completo del mercado laboral.
Empleos vulnerables
Ni siquiera quienes han logrado mantenerse empleados se han salvado de los efectos negativos que la crisis ha tenido sobre el mercado laboral, pues la OIT indica que la creación de empleos de calidad se ha desacelerado.
En el 2013 se crearon 28.1 millones de empleos en esta categoría, mientras que en los dos años previos el crecimiento anual había sido de 35 millones.
Rusia, el centro y sudeste europeo, y el este y sur de Asia se encuentran entre las regiones con la mayor desaceleración en la creación de estos empleos en comparación con el 2012.
La desaceleración, que mantiene a la creación de empleos de calidad consistentemente por debajo de su nivel precrisis, preocupa a la OIT ya que implica que se compensa mediante la creación de empleos vulnerables.
Estos empleos frecuentemente caen bajo una de estas categorías: empleo de medio tiempo, trabajo por cuenta propia, empleo con duración fija, empleo temporal, empleo a necesidad de la empresa, empleo desde el hogar, y empleo remoto o a distancia.
A menudo ese tipo de empleos son informales, mal pagados, inseguros, no cuentan con protección, y no ofrecen buenos salarios.
En el 2013 se crearon 13.4 millones de empleos vulnerables, lo cual es una cifra más de dos veces mayor que la del 2012 y más de cuatro veces mayor que la del 2011.