Una sucursal de la cadena McDonald’s, ubicada en Altamont, Illinois, llamó la atención en meses pasados por ofertar teléfonos iPhone como incentivo para atraer fuerza laboral, ante la problemática generalizada que ha implicado la recuperación económica, derivada de la pandemia por COVID-19, para reclutar personal y conservarlo por al menos seis meses.
Esta dificultad la confirmó la Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos en un informe publicado a inicios de octubre en el que señala que en agosto, el número y la tasa de contrataciones disminuyó a 6.3 millones, lo que representa una reducción de 4.3 por ciento, respectivamente.
Dichas contrataciones disminuyeron en los servicios de alojamiento y alimentación. Mientras que la tasa de separaciones, que incluyen despidos y renuncias voluntarias, disminuyó en establecimientos medianos con 50 a 249 empleados.
Al respecto, el presidente de la Reserva Federal (FED, por sus siglas en inglés) declaró a los medios que la escasez de mano de obra en Estados Unidos podría durar más que la pandemia de COVID-19 y limitar el crecimiento económicos general, a menos que el Gobierno implemente programas de cuidado de infantes que ayuden a las familias a volver al trabajo, que otorguen mejores opciones salariales y de transporte, o que ofrezcan incentivos para que las personas mayores sigan trabajando.
En Europa el panorama no es muy distinto. Analistas advierten que la falta de mano de obra calificada se ha convertido en un problema para la mayoría de las economías continentales.
Algunos de los países que han reportado ese déficit de trabajadores en sectores como el turismo, el transporte, el hospedaje y el inmobiliario son Alemania, Francia, Portugal, Italia, Holanda, y Reino Unido (afectado, además, por el Brexit).
El caso mexicano del mercado laboral
En México esta situación difícilmente se podría replicar debido a que las condiciones laborales y económicas en el continente Europeo distan mucho de lo que existe en el país en donde hay una mayor competitividad en la mano de obra que se requiere en el mercado laboral europeo, apunta Eduardo Torreblanca Jacques, especialista en finanzas.
“En todo caso, hay mayor similitud entre el mercado europeo y el mercado estadounidense, donde los trabajos de menor capacidad productiva o de menor especificidad se dejan para los aspirantes a tener un trabajo que vienen de otro tipo de comunidades o migrantes.
El especialista contrasta que en México, dada la necesidad de subsistencia, gente con sobrecalificación, en cuanto a capacidad productiva y profesional, acepta puestos de menor competencia.
En este sentido, la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) revela que en el segundo trimestre de 2021, la Población Económicamente Activa (PEA) del país llegó a 57.7 millones de personas, cifra superior en 10.7 millones de personas respecto al mismo periodo de 2020.
No obstante, los resultados de la ENOE indican que en el segundo trimestre del año todas las modalidades de empleo informal sumaron 31 millones de personas, es decir, éste se incrementó en 8.2 millones de personas respecto al del mismo lapso de 2020 y representó 56.2 por ciento de la población ocupada.
Torreblanca Jacques afirma que no es optimista con respecto al mercado laboral, pues el proceso de recuperación económica se ha ralentizado y ha entrado en una etapa depresiva.
“A pesar de que se ha ido recuperando el empleo, si vemos la naturaleza de las actividades informales y de la cantidad de mexicanos que ni siquiera ya están en voluntad de seguir buscando trabajo porque no lo han podido localizar, veremos que todavía el pendiente económico en el mercado laboral es muy grande.”
Aunque reconoce los beneficios de la aprobación de las reformas laborales en materia de subcontratación u outsourcing, apunta a que esto aumenta el costo laboral de las empresas, lo cual se ve reflejado en la inflación; misma que en octubre registró un alza del 6.24 por ciento, la mayor cifra registrada desde 2017.
“Tenemos resultados, en todo caso, mixtos, de la aplicación de la ley de subcontratación; independientemente de que tiene cosas positivas y que acaba dejando en evidencia el abuso que se hizo de esta modalidad por muchas empresas fraudulentas, tardaremos varios meses más en definir con claridad si el resultado final de la nueva ley acaba siendo positivo para los trabajadores, las empresas y la economía en su conjunto”.