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De Alemania para México

La disputa comercial por la imposición de aranceles provocará un cambio en el menú de los mexicanos. En el corto plazo dejarán de consumir cerdo proveniente de Estados Unidos para darle la bienvenida a la carne alemana

“Lo importante será que el mayorista y el detallista no suban los precios”
Alejandro RamírezDirector de Porcimex

Los tacos de carnitas de los mexicanos tendrán el sello ‘Made in Germany’. La guerra arancelaria ha deteriorado la relación comercial entre México y Estados Unidos, aunque esto también se ha convertido en una oportunidad para que el gobierno mexicano volteé hacia otros mercados.

“La diversificación es muy necesaria en este momento porque los productores mexicanos pueden aspirar a mejores precios, además de que nunca es conveniente depender solamente de un mercado”, comenta Walther Osorto, presidente de la Asociación Mexicana Especializada en Cerdos Criollos (AMECC).

Luego de que México impusiera un arancel del 20 por ciento a diversos productos estadounidenses derivados del puerco como piernas, paletas y embutidos, la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) puso en marcha un plan para garantizar el abasto de carne de cerdo en el país por su importancia en el consumo local.

20
por ciento es el arancel a productos estadounidenses derivados del cerdo

A inicios de este mes, la dependencia a cargo de Baltazar Hinojosa asignó la totalidad del cupo que abrió para importar 350 mil toneladas de carne porcina proveniente de América Latina y la Unión Europea.

Fue así que la semana pasada ingresó al puerto de Veracruz el primer cargamento de carne de cerdo alemana.

‘Made in Germany’ es la marca de fabricación más valorada a nivel mundial

El Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) fue el encargado de inspeccionar que el contenedor cumplieran con los documentos y las exigencias sanitarias del país.

Este es el primer paso de México en el camino para lograr una mayor diversificación y una menor dependencia con Estados Unidos, aunque el reto no será sencillo, al tomar en cuenta la estrecha relación comercial que existe entre ambos socios.

25.5
toneladas contenía el cargamento de carne de cerdo alemana

En los últimos 10 años, las importaciones de cerdo estadounidense representaron el 89.2 por ciento de las compras totales que realizó México al extranjero y el 33.3 por ciento del consumo local, de acuerdo con cifras de la Secretaría de Economía (SE).

Alejandro Ramírez, director de la Confederación de Porcicultores Mexicanos (Porcimex), considera que en este momento el gobierno mexicano debe mover sus fichas de tal manera que esta guerra arancelaria le permita crear vínculos duraderos con otros socios comerciales.

“Cuando la disputa por el acero y aluminio termine es importante dejar abierta la puerta a otros mercados para quitarle la concentración a Estados Unidos”, dice Ramírez.

De igual forma, el directivo expresa que se debe impulsar la producción nacional del cerdo para alcanzar una participación del 80 por ciento en los próximos años, desde el actual 60 por ciento.

“México cuenta con un déficit del 40 por ciento sobre el puerco, esto quiere decir que la producción nacional de esta proteína sólo es suficiente para abastecer al 60 por ciento del mercado interno”, sostiene.

Un largo viaje

La distancia en línea recta entre el centro geográfico de México y Alemania es de 9 mil 447 kilómetros, esto equivale a 329 veces el tamaño de la Avenida Insurgentes, la vialidad más larga en la capital del país.

Esta misma distancia tuvo que viajar el primer cargamento de 25.5 toneladas de carne de puerco procedente del continente europeo

El embarque contenía panceta de cerdo congelada acomodada en cuatro lotes y mil 394 cajas individuales cuyo destino de origen fue una planta que se ubica en Wiedenbrück, Alemania.

El importador fue el Establecimiento Tipo Inspección Federal (TIF) 359, ubicado en Jalisco, de acuerdo con información oficial.

“El producto de buena calidad va ayudar a impulsar al mercado mexicano”
Walther OsortoPresidente de AMECC

Pero, ¿cómo logró mantenerse en óptimas condiciones dicho volumen de cargamento a esa distancia, cuando un vuelo comercial entre México y Alemania es de 15 horas aproximadamente?

Alejandro Ramírez, de Porcimex, explica que esto se logró gracias a que la carne fue asegurada con un método especial de congelación.

“La carne tardó cuatro semanas en llegar por barco al puerto de Veracruz. Este producto cuenta con todos los certificados necesarios para ser consumida por los mexicanos, por lo que el periodo de viaje no significa que esté en mal estado”, asegura el director de la Confederación.

Consumo crece

Al año, los mexicanos consumen 19.2 kilos de carne de cerdo per cápita, cifra que ubica al país en la octava posición de las 10 economías que más ingieren esta clase de producto a nivel mundial, de acuerdo con datos del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA).

Desde hace una década, la tendencia en el consumo de este tipo de carne ha ido en aumento en el país, a pesar de que su precio promedio también ha ido al alza.

En 2015, un kilogramo de carne molida costaba 71.69 pesos, dos años después se ubicó en 78.14 pesos; en tanto que el kilo de chuleta valía 80.47 pesos, monto que ascendió a 82.27 pesos al cierre de 2017, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

En sintonía, el kilo de lomo costaba 97.16 pesos, dos años después subió a 103.10 pesos, y la milanesa pasó de 73.24 a 80.31 pesos por kilo.

Alrededor de este tipo de carne existen muchos mitos, sin embargo, la realidad es que presenta un alto contenido en proteínas de gran valor biológico y aporta diversos minerales como potasio, fósforo, zinc y hierro, entre otros.

En aspectos económicos, el sector porcino logró una participación del 21.81 por ciento de la producción cárnica en el país al cierre de 2017, ubicándola como la segunda más importante sólo por debajo del pollo, con 48.67 por ciento, muestra el Compendio Estadístico del Consejo Mexicano de la Carne (Comecarne).

Durante el año pasado, la industria logró una producción total de 1.4 millones de toneladas, con un valor de 59 mil 528 millones de pesos.

En promedio, la AMECC vende 5 mil cerdos al año, aunque podría parecer una producción limitada, Osorto precisa que esto se debe a las características de los productos que comercializa. Entre su cartera de clientes destacan restaurantes de primera categoría, hoteles cinco estrellas y sociedad en general que busca carne de mayor calidad.

19.2
kilos de carne de cerdo consume cada mexicano al año

Para Walther Osorto la disputa arancelaria representa una oportunidad para incentivar el mercado interno y no sólo eso, también para que los productores nacionales atiendan la demanda local.

“De momento estamos fortaleciendo al mercado interno desarrollando la raza que manejamos ya que es muy de nicho. Más adelante, nos gustaría empezar a comercializar productos fuera de México para que poco a poco el país se posicione en el mercado global”.

Y no sólo Alemania

El apetito de los mexicanos por la carne de puerco no puede suprimirse. Ante las medidas tomadas por el gobierno de México, la industria porcina ha tenido que voltear hacia otros horizontes para satisfacer la demanda local.

Para Alejandro Ramírez, director de la Confederación de Porcicultores Mexicanos (Porcimex), algunos de los países que se pueden volver claves en la jugada de México son Canadá, Chile, España, Francia, Alemania, Italia, Bélgica, Australia y Nueva Zelanda.

“Tenemos un protocolo sanitario firmado con esos países para que puedan pueden ingresar su producto a la nación. A todos ellos, México les reconoce la calidad de su carne, la cual es apta para el consumo de la población”, comparte Ramírez.

Asimismo, adelanta que se mantendrá un mayor intercambio con Europa, en el caso particular de América Latina, con Chile.

En 2017, México importó 803 mil toneladas de productos cárnicos, que significó un alza de 4.2 por ciento en comparación con 2016, según Porcimex.

Para abril de este año, el volumen fue de 286 mil toneladas, que representa un aumento del 11.2 por ciento, en contraste con 2016.

Para 2018, el director de Porcimex tiene buenas expectativas para el sector, al tomar en cuenta el fortalecimiento del mercado interno derivado de las medidas arancelarias.

“Estimamos que este año la producción crezca 5 por ciento en comparación con 2017, con una inversión de 400 millones de dólares, que equivale a 60 mil vientres”, expone.

México también es exportador

La segunda mayor economía de América Latina también envía carne de puerco hacia otros países, siendo su principal comprador Japón, seguido por Corea del Sur y Estados Unidos.

De la producción total, sólo 8 por ciento se destina a exportación, esta cifra significó un volumen de 124 mil toneladas el año pasado.

Japón compró más de 94 mil toneladas del producto, mientras que Corea sólo 15 mil y el país del norte tuvo un volumen de 10 mil toneladas, según datos de Porcimex.

Otras de las naciones que tienen predilección por la proteína de origen mexicano son Venezuela con 780 toneladas; Puerto Rico, con 293, mientras que Singapur y Jordania, con 80 y 7.6 toneladas, respectivamente.

“De aquí al 31 de diciembre esperamos la entrada de una mayor cantidad de cerdo importado, sin que eso signifique un alza en el precio”
Alejandro RamírezDirector Porcimex

Aunque México está lejos de figurar en la lista de los países más exportadores, Walther Osorto, presidente de la Asociación Mexicana Especializada en Cerdos Criollos (AMECC), se muestra optimista y ve una oportunidad en esta situación.

“Debemos ser más audaces en el aspecto comercial y ser más ambiciosos para que podamos mover nuestros productos en el mundo. Una de las mayores ventajas que tenemos los mexicanos es que siempre convertimos nuestras desventajas en ventajas”.

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