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El gobierno del presidente Enrique Peña Nieto ha impulsado la integración comercial con China tanto en el discurso como en la práctica, incluso firmando numerosos convenios durante la visita del presidente chino Xi Jinping en junio del año pasado.
En dicha reunión, Peña Nieto indicó que México busca que la relación con China reflejara una mayor prosperidad y desarrollo a partir del intercambio comercial, sobre todo en el impulso al desarrollo.
Pero en la práctica, los beneficios la relación con el segundo mayor socio comercial de México se quedan cortos ante la ola de importaciones chinas que el país recibe, mismas que hacen crecer cada vez más el déficit comercial que se sostiene con el país oriental.
Un reporte del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), basado en datos del Banco de México y de la Secretaría de Economía, muestra que en 2013 el déficit comercial rebasó los 54.8 mil millones de dólares – un aumento de más de 3.6 mil millones de dólares contra el registrado en el 2012-.
Con esto, continúa el deterioro en la balanza comercial México-China, cuyo déficit anual es hoy más de 6.5 veces el registrado hace una década.
La razón del crecimiento en el déficit es clara: aunque las exportaciones y las importaciones han crecido al mismo paso, el volumen de las importaciones se mantiene muy por encima de las importaciones. En otras palabras, México tiene más cosas por importar que por exportar en el caso de China.
Como prueba de esta situación está la cada vez mayor proporción que ocupa China en las importaciones anuales de México, que en 2013 alcanzó el 16.1 por ciento. Esto contra la baja proporción que China representa en las exportaciones anuales de México, que en 2013 fue de apenas casi el dos por ciento.
El desbalance se ve reflejado también en la variedad y volumen de productos que forman la relación comercial entre ambos países.
China exporta a México una gran variedad, y gran volumen, de manufacturas, incluyendo pantallas, maquinaria, aparatos electrónicos, circuitos, y procesadores, entre otras.
México, por otro lado, exporta a China minerales (principalmente cobre y sus derivados), petróleo, algunas manufacturas y algunos alimentos.
Con este panorama en mente, es difícil concebir el por qué el actual gobierno mexicano está apostando por fortalecer las relaciones comerciales con China en lugar de diversificar sus socios comerciales (en la práctica y no sólo en papel) o aprovechar mejor aquellas relaciones en donde el país no sale perdiendo.
Comercio de enero
El inicio del año tampoco ha traído buenas noticias para el desempeño comercial de México, ya que el Inegi reporta que durante enero la balanza comercial resultó en un déficit de más de 3.1 mil millones de dólares – un déficit 12 por ciento mayor al registrado en enero 2012.
Con esto, la tendencia negativa en la balanza comercial, que resultó en que la mitad de los meses del 2013 mostrarán déficit comerciales, extiende su paso a este año.
Internamente, la expansión interanual del déficit se compuso por una caída de uno por ciento en las exportaciones y un crecimiento de 0.3 por ciento en las importaciones. La caída en las exportaciones se debió principalmente a que el nivel de las exportaciones petroleras fue 15.8 por ciento menor que en el mismo periodo de 2012.
Lo anterior significa que durante el mes pasado el valor de las exportaciones ascendió a más de 23 mil millones de dólares de exportaciones no petroleras, a lo que hay se le debe agregar los 3.8 mil millones de dólares que generaron las exportaciones de productos petroleros.
En comparación con enero del año pasado, las exportaciones se redujeron alrededor del 1 por ciento. Sin embargo, el país se vio beneficiado por el alza del 3.8 por ciento de las exportaciones dirigidas a Estados Unidos, una muestra más de que la economía de este país sigue recuperándose.
Se espera que durante el 2014 el incremento de estas exportaciones al país vecino continúen creciendo al igual que la demanda de productos por parte de otras economías desarrolladas.
Comercio con el Pacífico
A pesar de las complicaciones que sufre en ciertas áreas la política de comercio exterior, México sigue luchando por establecer más tratados internacionales. El caso más reciente y de mayor relevancia es el Acuerdo Transpacífico de Asociación Económica (TPP, por sus siglas en inglés) que actualmente se encuentra en negociaciones.
Entre los países destacados que quieren formar parte del tratado se encuentran Australia, Canadá, Japón, Estados Unidos y Perú.
En la última Cumbre de Líderes de América del Norte los mandatarios de estos países acordaron colaborar en las negociaciones del TPP para cuidar sus intereses.
Hasta el momento las pláticas no han rendido los frutos esperados y los países involucrados no han conseguido un progreso importante. Sin embargo el TPP sigue estando en la mesa como uno de los mayores avances en materia de comercio exterior que podría conseguir México.
Mientras tanto, China continúa su crecimiento sostenido en las exportaciones. Esto no significa necesariamente que la economía del país asiático se encuentre saludable. En lugar de hacer crecer las exportaciones, China busca impulsar el consumo interno para llegar a conseguir una mayor independencia del comercio exterior.
Por el momento el gobierno de Xi Jinping se ha visto beneficiado por la recuperación económica en las economías desarrolladas que incrementado sus importaciones chinas. También México debe trabajar para aprovechar este tipo de oportunidades macroeconómicas.
