Ante los efectos negativos que las presiones inflacionarias han generado en el poder adquisitivo del mexicano durante los últimos meses, generar una estrategia basada en acciones como implementar un presupuesto, analizar el mercado y hasta el cambio de hábitos de consumo pueden ayudar a salir avante del encarecimiento de precios que no parece ofrecer tregua.
Aunque lejos están los días en que las crisis inflacionarias pulverizaron la capacidad de compra de generaciones enteras en el país, lo vivido durante los últimos meses hace sentir algo similar a lo que abuelos y padres padecieron al observar como un mercancías esenciales, como algunas frutas y vegetales, que llegaron a encarecerse en un 100 por ciento de un mes a otro.
De lo anterior que entender el significado de la inflación, y sus afectos, puede ofrecer un panorama más amplio sobre las implicaciones que dicho fenómeno generar en los ingresos, el consumo diario y hasta la calidad de vida de la ciudadanía, tal como lo expone a Reporte Índigo, Paulina Anciola, subdirectora de estudios económicos de Citibanamex.
“La inflación es el incremento de los precios a través del tiempo, en este sentido, si los precios aumentan de forma significativa y en un ritmo más elevado que los salarios, se reduce el poder adquisitivo de la gente y pueden comprar menos bienes y servicios con el mismo monto. Además, la inflación erosiona el valor de los ahorros y puede complicar el pago de deudas. Lo anterior también tiende a agravar las desigualdades económicas, ya que un incremento en los costos de vida (precios de alimentos, transporte, vivienda y servicios básicos) afecta especialmente a las familias de ingresos bajos”, expone la analista.
Al respecto, vale agregar que en el contexto actual la inflación se sitúa en 4.98 por ciento, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), resistiéndose a disminuir lo suficiente como para que el Banco de México (Banxico) considere que mantiene dicho indicador en el rango objetivo establecido por la autoridad monetaria, que es del tres por ciento.
“Lo que quiere decir ese dato es que, respecto de hace un año, hoy las personas tenemos que pagar casi cinco por ciento más de lo que pagábamos en junio de 2023, y hay que estar atentos porque si el indicador continúa subiendo hay menos posibilidades de que el crecimiento económico se materialice en la proporción de que se tiene pronosticado”, advierte sobre el dato, Ángel Iván Olvera, profesor de economía en Tecnológico de Monterrey, campus Santa Fe.
Por lo tanto, contar con una estrategia que permita aminorar el impacto del encarecimiento de los precios resulta trascendental hoy más que nunca, ya que las previsiones de Banxico apuntan a que las presiones inflacionarias podrían disminuir a un rango aceptables hasta mediados del próximo año, según su último anuncio de decisión sobre política monetaria.
Presupuesto y monitoreo, fundamentales para entender el panorama
La creación de una herramienta contable que permita contrastar los ingresos y egresos que se generan de manera periódica, además de su análisis, ayuda a tener un panorama claro sobre la situación económica propia y posibilita determinar estrategias que abonen a un mejor manejo de imprevistos, como el aumento de precios, por ejemplo.
“Cuando tenemos control sobre lo que gastamos, y lo que es más importante, cuánto gastamos, es mucho más sencillo evitar el endeudamiento, o bien, terminar la semana respirando la quincena”, señala el grupo financiero Ve por Más.
Un consumidor activo puede hacerle frente a la inflación
Llevar a cabo un consumo planificado, que parta de la satisfacción de necesidades fundamentales antes del goce inmediato, y que se genere luego de verificar diversas opciones hasta encontrar la mejor por el menor precio, ayuda a obtener la habilidad de poder sustituir bienes y servicios que se encarezcan; así se puede seguir gozando de la misma satisfacción, sin gastar más.
“Otra buena estrategia para afrontar la inflación es anticiparse a la compra de bienes o productos que una familia necesitará en un futuro próximo. Por ejemplo, adquirir útiles escolares antes de que empiece la temporada escolar. También es posible comprar una cantidad menor a la que generalmente acostumbras mientras la economía se recupera”, aconseja la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros.
Diversificar y proteger el ingreso, clave para que las presiones inflacionarias no afecten de manera significativa
Con un ingreso fortalecido es posible sortear oleadas inflacionarias sin castigar el consumo o dejar de cumplir con obligaciones crediticias, por mencionar; con lo que buscar alguna actividad extra que permita obtener un recurso económico adicional o invertir en instrumentos financieros de bajo riesgo, resultan actividades indispensables a la hora de generar un plan para blindarse de la inflación.
“Es necesario tener en cuenta que el mercado bursátil ha mostrado ser un vehículo eficiente para inversiones a largo plazo. Comenzar a invertir dinero, además de estar protegido contra la inflación, estará creando ingresos pasivos que ayudarán a tener una mejor calidad de vida”, puntualiza al respecto GBM.
Mejores tiempos vendrán, calma
Conservar la calma y apegarse a un plan de acción enfocado a cuidar las finanzas personales resulta decisivo para no ver afectado el ingreso o recibir un impacto significativo en el consumo diario; tarde o temprano los efectos negativos de la inflación suelen disminuir, lo que da paso a poder volver a adquirir ese bien o servicio que se solía adquirir, pero que por cuestiones de precios tuvo que dejarse de lado.
