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El análisis de Barclays afirma que la magnitud de las futuras inversiones en la industria energética colocaría a México como un rival para los países de Medio Oriente al ofrecer un mercado atractivo
Desde antes de su aprobación, tanto políticos como analistas argumentaron que la reforma energética sería la pieza clave que impulsaría el crecimiento económico del país, el cual con las reformas estructurales se estimaba sería 2.5 puntos porcentuales más alto anualmente. Pero ahora que la reforma ha sido aprobada, la pregunta es cuándo llegarán a sentirse sus efectos en la economía mexicana.
La respuesta, según Barclays, es hasta finales del año 2015 e inicios del 2016. En un reporte publicado esta semana, el banco detalla una línea del tiempo del proceso de inversión que se estima detonará la reforma, basándose en información de Pemex. Todo esto, por supuesto, considerando que se logren aprobar las leyes secundarias de la reforma antes del 20 de abril, cuando concluye la actual sesión legislativa.
El calendario de Barclays señala que es probable que la respuesta gubernamental a la “ronda cero” de oferta de contratos de explotación, en la cual solo participa Pemex, se de en septiembre de este año.
Por lo tanto, se estima que la primera ronda de contratos que estará abierta a la inversión privada no ocurrirá sino hasta mediados del 2015, mientras que las primeras inversiones no ocurrirán hasta finales del próximo año o inicios del 2016.
Con esto, es probable que nuevamente los pronósticos de crecimiento de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), que para este año son de 3.9 por ciento, se vean frustrados por la realidad y tengan que ajustarse hacia abajo.
Cabe recordar que el año pasado los pronósticos de la SHCP, inicialmente de 3.5 por ciento, tuvieron que reducirse cuatro veces, acabando en 1.3 por ciento en noviembre.
México terminó cerrando el 2013 con un crecimiento de apenas 1.1 por ciento. Y este año ya se anuncian los primeros desacuerdos con la optimista perspectiva gubernamental, ya que organismos como el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas y empresas como Credit Suisse han emitido pronósticos que se encuentran considerablemente por debajo de las expectativas de la SHCP.
Sin embargo, no todo es malas noticias, ya que Barclays señala que aunque las inversiones energéticas tardarán aún en llegar al país, el mercado tiene un enorme potencial de expansión en los próximos seis años.
Impacto petrolero
La apertura a la inversión privada de la industria energética tendrá un fuerte impacto económico. De acuerdo al análisis de Barclays, se espera que para el año 2020 se llegue a invertir alrededor de 80 mil millones de dólares al año en este mercado.
En contraste, actualmente se mueven 20 mil millones de dólares anuales para satisfacer las demandas de la industria. En otras palabras, se espera que en tan solo seis años el mercado de servicios de petróleo pueda alcanzar a ser cuatro veces lo que es hoy.
Parte de la nueva inversión provendrá de Pemex, pero el incremento sustancial se dará a manos de los inversionistas privados a los que se les ha comenzado a abrir las puertas con la reforma.
Barclays afirma que la magnitud de las inversiones colocaría a México como un rival para los países de Medio Oriente en materia de ofrecer un mercado atractivo.
Otros pronósticos más pesimistas señalan que el impacto de la reforma energética en los consumidores no se verá hasta dentro de 10 años. La reducción en las tarifas de luz y gas, afirma el rector del Colegio Jurista Jorge Manrique, tiene que ver más con políticas económicas que con la reforma energética.
Manrique señala que además de las leyes secundarias que reglamentan los artículos 27 y 28 de la Constitución, es necesario modificar la ley orgánica de Pemex, la Comisión Federal de Electricidad y otros 32 disposiciones legales de la materia.
La complejidad técnica que representa la materia energética puede ser utilizada por grupos empresariales para acoplar la ley a sus intereses, por lo que todavía falta mucho trabajo por hacer para concretar la reforma en beneficios de todos los mexicanos.
Las tres ganadoras
Dentro de la inversión privada en materia energética, Barclays destaca que las compañías de servicios petroleros de gran tamaño y con un alto nivel de diversificación serán las que mejor aprovechen lo dispuesto por la reforma.
Dentro de estas, el reporte destaca a tres: Halliburton, Schlumberger y Weatherford, como las mejor posicionadas, con especial atención para Halliburton.
Aunque es probable que otras empresas de menor tamaño también participen en esta expansión de la industria, las tres grandes mencionadas son las mejor posicionadas debido a su tecnología, experiencia y nivel de recursos.
En cuanto a cuáles contratos se otorgarán primero, Barclays prevé que los primeros se enfocarán en campos maduros que no han podido ser desarrollados en todo su potencial por Pemex, incluyendo los de Chicontepec. Pero de mayor interés serán los contratos de recursos menos convencionales, como los de yacimientos en aguas profundas.
En este sentido, aunque algunos analistas prevén que los contratos de aguas profundas en el Golfo de México seguirán de cerca a los primeros en ser otorgados, otros opinan que es posible que el gobierno guarde estos contratos para los años 2017 y 2018, una vez que el marco regulatorio sea más sólido.
Los pormenores del paquete de cambios que abarcan la reforma energética y el impacto esperado por el gobierno.
