El actual declive en los precios petroleros ya está cobrando víctimas fuera del sector energético, ya que algunos de los mayores bancos del mundo se están enfrentando a pérdidas millonarias debido a préstamos incobrables realizados a empresas energéticas.
El diario The Wall Street Journal reporta que bancos como Citigroup, Goldman Sachs, y UBS, entre otros, tienen decenas de millones de dólares en pérdidas a raíz de préstamos de este tipo que otorgaron el año pasado.
Para los bancos, estas pérdidas representan un preocupante giro de tendencia, después de que en los últimos cinco años obtuvieron en conjunto 31 mil millones de dólares en comisiones sobre transacciones, préstamos, y colocaciones de acciones del sector energético.
Ni siquiera colocar la deuda en mercados secundarios ha podido sacar al sector financiero de esta situación, ya que aún después de recortar el valor de la deuda no han logrado atraer el interés de los inversionistas.
Y para las empresas energéticas involucradas el problema va más allá de caer en incumplimiento de pagos, ya que analistas del sector opinan que este problema puede resultar en una caída aún mayor de inversión en el sector después de años de bonanza.
Reforma en problemas
Los problemas energéticos en Wall Street también afectan a México ya que pueden apagar aún más el interés de los mercados sobre la apertura de este sector a la inversión privada en el país.
El Gobierno ha convertido a la reforma energética en la piedra angular de su estrategia económica, esperando recibir, entre este año y el 2018, 62 mil 500 millones de dólares en inversiones ligadas a las primeras dos fases de licitación de la Ronda Uno de la reforma.
Pero el declive de más de 50 por ciento que los precios petroleros han experimentado desde junio del año pasado ha puesto en duda estos flujos de capital, por lo que el Gobierno ha tenido que ofrecer incentivos fiscales más atractivos para mantener el interés de los inversionistas.
En un escenario de precios en los que el crudo se mantendrá por debajo de los niveles vistos en los últimos años en el mediano plazo, y en el que las empresas energéticas de otros países se están viendo en problemas, se teme que las inversiones (y en consecuencia el impulso al crecimiento económico) no lleguen de acuerdo a lo previsto.
Por el momento el primer bloque de licitación, cuyos resultados serán publicados en julio, será el que ofrezca más claridad en esta situación, actuando como barómetro sobre el interés de los mercados. Hasta ahora, 23 empresas se encuentran en el proceso de precalificación para éste.
