Créditos 
desde la cárcel

Uno de los personajes emblemáticos del “boom” de las Sofomes, las instituciones de préstamos no bancarias, está de vuelta en el escenario financiero en México. 

Se trata de Armando Guzmán, quien está detenido en Estados Unidos en espera de ser deportado a México, donde se giró una orden de aprehensión en su contra por supuestamente ocultar información a la bolsa.

Eduardo Flores Eduardo Flores Publicado el
Comparte esta nota

$3,643
la cifra de pasivos que no declaró 
Guzmán a la BMV
Armando Guzmán fue director de Metrofinanciera hasta el 2008. En el 2007 no le informó a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) pasivos en créditos inmobiliarios  y desarrollo por más de 3 mil millones de pesos

Uno de los personajes emblemáticos del “boom” de las Sofomes, las instituciones de préstamos no bancarias, está de vuelta en el escenario financiero en México. 

Se trata de Armando Guzmán, quien está detenido en Estados Unidos en espera de ser deportado a México, donde se giró una orden de aprehensión en su contra por supuestamente ocultar información a la bolsa.

Mientras se aclara su situación legal prepara un nuevo negocio. A través de un fondo incorporado en Estados Unidos, quiere invitar a inversionistas a apostar por los créditos de nómina de los trabajadores del gobierno. 

Complejo esquema

El prospecto financiero de la propuesta, en manos de Reporte Indigo, funciona de la siguiente manera:

La operación tiene como finalidad facilitarle préstamo a los empleados de gobierno y sindicalizados en México. Para esto, una institución financiera no bancaria le otorga créditos de nómina a los empleados, recibiendo como garantía pagos semanales o quincenales del trabajador.  

Después, entra Amedroz, compañía con sede en Miami, que inició operaciones en el 2009 y que emite los bonos financieros que se generan a partir de los préstamos que originan estas instituciones no bancarias.

Es decir, el papel que Amedroz vende es una garantía de que los empleados con créditos van a pagar sus deudas a tiempo a la empresa que los contactó originalmente. 

El tipo de bonos que generan son internacionales llamados EuroClearabable de medio término, que el público inversionista, en casi cualquier país, puede comprar en busca de altos retornos. A partir de esto, el flujo de efectivo generado es administrado por Amedroz. 

Las sofomes que hacen el préstamo directamente se llevan un por ciento de comisión. 

Entre los puntos a favor de la oportunidad de negocio, según la comunicación a los posibles clientes, está el hecho de que existen aproximadamente 7 millones de empleados en el gobierno en México y que muchos están en un sindicato. 

El promedio de préstamo sería de mil 500 dólares, a 36 meses y con una tasa de entre 50 y 65 por ciento anual, cobrando aproximadamente 40 dólares a la semana. Es decir, en promedio, el deudor pagará 2 mil 880 dólares en tres años, casi el doble del promedio de préstamo original.

Para los inversionistas que decidan comprar el bono, se espera un 12.5 por ciento anual de retorno, una ganancia generosa considerando el riesgo, que según los documentos es muy bajo.

Lo anterior es posible porque el riesgo de moratoria en los pagos lo acarrea en su totalidad el “originador” del préstamo, es decir, la sofom que hace el préstamo a los empleados, no los inversionistas que compran este instrumento diseñado por Amedroz y Guzmán. 

Además, intuitivamente se espera que los trabajadores afiliados a un sindicato en el gobierno tienen menos probabilidad de perder su empleo que cualquier otro trabajador. 

El comunicado afirma que “el riesgo se ve mitigado por el hecho de que los empleados de gobierno en sindicatos normalmente tienen contratos a largo plazo”. 

¿El costo de “entrarle” al negocio? Un mínimo de 10 millones de dólares por cada inversionista institucional que decida comprar los bonos. 

Bajo sospecha…

El caso es interesante porque en el proyecto aparece el empresario Armando Guzmán, quien fue director de Metrofinanciera hasta el 2008. Pero en el 2007 no le informó a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) pasivos en créd itos inmobiliarios  y desarrollo por un total de 3 mil 643 millones 149 pesos. 

Esto causó que en el 2011 la Procuraduría General de la República (PGR) presentara cargos en contra de Guzmán, y el siguiente año el Tercer Tribunal Unitario penal giró una orden de aprehensión en su contra. 

También en la misma época de bonanza de Metrofinanciera, estaba entre el consejo de administración como secretario Luis Francisco González Parás, hermano del exgobernador de Nuevo León, Natividad González Parás.

El 11 de septiembre, adelantándose a lo que serían problemas financieros para la empresa, Fitch Ratings redujo la calificación de Metrofinanciera de CCC a C, citando preocupaciones con una propuesta de intercambiar deuda con algunos tenedores de bonos.

Finalmente, el 3 de abril de este año, Proyectos Adamantine, una sofom, presentó una demanda en contra de Metrofinanciera reclamando el pago de 179 millones 265 mil pesos por un adeudo del principal de un título emitido en el 2010. 

Lo impactante es que Guzmán fue detenido el pasado marzo en Estados Unidos, por la orden de aprehensión girada en México, pero aun así logró participar en este esquema financiero que está fechado en la segunda semana de abril.

A través de sobornos, algunas personas gozan de privilegios en la cárcel, hablando de comodidades; pero tener la posibilidad de seguir realizando operaciones financieras desde prisión, teniendo en cuenta el historial de Guzmán, debería llamar la atención de las autoridades. 

Glosario

-Pagarés
Documento que registra la promesa incondicional de pago por parte del emisor o suscriptor, respecto a una determinada suma, con o sin intereses, dentro de un plazo estipulado en el documento, a favor del beneficiario o tenedor.

Portal de Amedroz
Conoce a la compañía 
que emitirá los bonos 
para este esquema
 
 

 

Síguenos en Google News para estar al día
Salir de la versión móvil