Crecimiento en manos del gobierno

En materia económica, el 2014 no ha tenido el mejor de los inicios para México. Pero existe la posibilidad de que el panorama cambie si el gobierno mexicano aplica una política fiscal expansiva, lo cual impulsaría el crecimiento económico en el resto del año. 

Pareciera que el camino que tomará la economía mexicana está en manos de Luis Videgaray y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).

En lo que va del año, el principal índice accionario de la Bolsa Mexicana de Valores ha caído casi 4.3 por ciento. 

Rolando Hinojosa Rolando Hinojosa Publicado el
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Millones de dólares la inversión en proyectos de infraestructura que se prevé emprenderá el gobierno mexicano en este año y la primera mitad del 2015; principalmente se trata de proyectos de transporte y telecomunicaciones
Si el gobierno aprovecha las condiciones para aumentar significativamente el gasto público en lo que resta del año, se estima que el impacto en el PIB sería un impulso de 1.5 puntos porcentuales
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En materia económica, el 2014 no ha tenido el mejor de los inicios para México. Pero existe la posibilidad de que el panorama cambie si el gobierno mexicano aplica una política fiscal expansiva, lo cual impulsaría el crecimiento económico en el resto del año. 

Pareciera que el camino que tomará la economía mexicana está en manos de Luis Videgaray y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).

En lo que va del año, el principal índice accionario de la Bolsa Mexicana de Valores ha caído casi 4.3 por ciento. 

El tipo de cambio se ha mantenido por encima de los 13 pesos por dólar, llegando incluso a colocarse por encima de los 13.5 pesos por dólar en febrero. 

Los expertos además prevén que el producto interno bruto (PIB) del país registre una ligera contracción en el primer trimestre del 2014 contra el último trimestre del 2013.

En medio de esta situación, el aumento en los impuestos que forma parte de la reforma fiscal y entró en vigor en enero ha tenido un impacto negativo en la inversión privada y en el gasto de los consumidores. 

Y aunque se estima que el impacto económico negativo de estos gravámenes sea menor al esperado, ya han causado caídas de confianza y una expectativa de que habrá una contracción fiscal en este año.

Pero un análisis de Bank of America Merrill Lynch (BoA-ML) apunta que la política fiscal no será contraccionaria en 2014, sino expansiva. 

Esto debido a que el déficit fiscal (excluyendo la inversión de Pemex) pasará de 0.3 por ciento del PIB en 2013 a 1.5 por ciento del PIB en 2014, el mayor aumento en el déficit en los últimos 10 años. 

Si el gobierno aprovecha estas condiciones para aumentar significativamente el gasto público en lo que resta del año, se estima que el impacto en el PIB sería un impulso de 1.5 puntos porcentuales. 

Tomando en cuenta la reducción esperada en el gasto privado, que será a lo mucho de uno por ciento del PIB, se estima que el impacto neto de la reforma fiscal será entonces un aumento de 0.5 puntos porcentuales en la tasa de crecimiento del PIB.

Menor gasto privado

Aunque la reforma fiscal ha aportado mayores recursos al gobierno y podría ser ahora, a través del gasto público, el impulso que la economía necesita, los mayores impuestos han tenido un efecto negativo sobre el gasto privado, tanto en la inversión de las empresas como en el consumo de la población.

El reporte de BoA-ML señala que los mayores impuestos, que van desde incrementos en el impuesto sobre la renta hasta la implementación de un impuesto especial sobre producción y servicios a bebidas y alimentos con un alto contenido calórico, reducirán en aproximadamente un punto porcentual el crecimiento económico del país en este año. 

Se prevé además que el gasto privado no se recupere sino hasta la segunda mitad del año, gracias a un aumento en las exportaciones y a que el gasto público ponga en marcha el gasto de los consumidores y las empresas.

El análisis indica que es probable que el impacto negativo de la reforma se mantenga ligeramente menor al uno por ciento debido a que la reforma fue progresiva; es decir, que toma más de quienes tienen más altos ingresos. 

Esto debido a que los consumidores con mayores ingresos no reducirán su consumo al mismo paso que la reducción en sus ingresos asociada con los impuestos, optando más bien por reducir sus ahorros.

Pronósticos a la baja

A pesar de que el gobierno podría impulsar el crecimiento aumentando considerablemente el gasto público, el consenso de los analistas apunta que el crecimiento económico de México se mantendrá bajo este año.

Aunque la SHCP mantiene actualmente su pronóstico de crecimiento de 3.9 por ciento, el Banco Mundial estima que será de 3.4 por ciento, mientras que el Fondo Monetario Internacional prevé que sea de tan solo 3 por ciento. 

La encuesta a especialistas en economía del sector privado realizada por el Banco de México arroja resultados similares, con pronósticos de 3.09 por ciento.

Con esto en mente, es cada vez más probable que el crecimiento del PIB sea menor al 3 por ciento este año. 

Sin embargo, el aumento en el gasto público podría tener un impacto significativamente positivo en sectores que se han visto en problemas recientemente, como es el caso de la industria de la construcción. 

BoA-ML estima que el gobierno aumentará en 14 por ciento, en términos interanuales reales, el gasto en infraestructura durante el 2014. 

Dentro de esto, se dará un gasto de aproximadamente 12 mil millones de dólares en los próximos 18 meses, repartidos entre siete grandes proyectos. 

Se espera que este aumento significativo irá destinado principalmente al transporte y a las telecomunicaciones.

 

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