La autonomía económica es clave en el empoderamiento femenino, y los negocios asociados con la cosmética y belleza son una vía para lograrlo, en especial, los salones de uñas.
Hace 16 años, al nororiente de la Ciudad de México, Indra, junto con su prima, dio los primeros pasos en su independencia financiera al abrir un negocio dedicado a la manicura; desde ese entonces y tras una primera inversión de 20 mil pesos, su emprendimiento le ha permitido atender sus actividades personales y familiares de una manera flexible.
Antes del mediodía y de atender su agenda de citas, que al día contempla un promedio de cuatro a cinco clientas que pagan entre 100 y 300 pesos, la experta en el cuidado y decoración de uñas ya realizó las primeras tareas de la mañana.
Aunque esto no siempre es así, pues su servicio se caracteriza por ajustarse a los horarios de sus usuarias y su jornada laboral puede iniciar a las 7 de la mañana o terminar cerca de la medianoche.
Entre los beneficios que Indra encuentra al ser su propia jefa, además de disponer de su propio dinero, es la posibilidad de acomodar su rutina: “Yo siento que esa es la gran ventaja, el tiempo”.
Crecimiento de la cosmética, no es un caso aislado
Interesada en visualizar cómo se manifiestan en el territorio las actividades cotidianas a nivel nacional, la geógrafa Mercedes Sánchez Plascencia identificó las entidades federativas en donde los establecimientos como el de Indra han tenido un mayor desarrollo.
Sánchez Plascencia se basó en datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), de los que destaca que la capital del país y el Estado de México son los lugares con mayor presencia de salones de manicura y cosmética.
En la Ciudad de México, las alcaldías con más negocios de aplicación, diseño, boutique, creación y estéticas de uñas son Iztapalapa, Gustavo A. Madero, Coyoacán, Cuauhtémoc y Tlalpan; mientras que en el Edomex, los municipios que encabezan la lista son Ecatepec, Nezahualcóyotl, Tlalnepantla, Toluca y Tecámac.
“Lo que me llamó la atención en cuanto a los hallazgos en este mapa, es que el Estado de México destaca por la zona oriente, toda el área de los municipios conurbados con la Ciudad de México.
“También que son muy numerosos los establecimientos por cada dos kilómetros cuadrados, en donde podría haber desde 22 hasta 26 establecimientos, lo cual me pareció sorprendente”, afirma la especialista.
El número de emprendimientos involucra el tema de seguridad, pues, de acuerdo con la Encuesta sobre la Dinámica de las Relaciones de los Hogares (ENDIREH) 2022 del INEGI, los dos estados mencionados se encuentran entre los lugares en los que las mujeres de 15 años y más han experimentado, al menos, una situación de violencia a lo largo de la vida; ambas entidades con más del 70 por ciento de habitantes agredidas.
“Aquí se podría vincular muchísimo porque justo la seguridad de las emprendedoras también podría ser un elemento para tomar en cuenta en el aspecto geográfico”, asegura.
Información y formalidad para empoderar
Entre 2017 y mayo de 2022, los negocios de cosmética aumentaron 23 por ciento, refiere Fernanda García, coordinadora de Mujer en la Economía del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), tras analizar la categoría de Salones, clínicas de belleza y peluquerías del Directorio Estadístico Nacional de Unidades Económicas (DENUE) del INEGI.
La especialista apunta a la violencia laboral como un factor que limita la participación y el crecimiento de las mujeres en la economía.
Esto llama la atención porque, además de las tareas de cuidado que recaen en las mujeres y jefas de familia, las agresiones laborales pueden ser un elemento para que existan más emprendimientos femeninos, aunque sea en el ámbito informal.
La coordinadora del IMCO señala que en México hay un total de 26 por ciento de emprendedoras, de las cuales, el 82 por ciento se encuentran en la informalidad, lo que corresponde a más de cuatro millones de mujeres.
Advierte que entre los beneficios de estar en el mercado formal son mayores opciones de financiamiento, más ingresos, prestaciones y protección social, por lo que señala la importancia de que las instancias responsables de acreditar los negocios faciliten los trámites y de que las mujeres accedan a mayor información sobre los requisitos para formalizar sus negocios.
Explica que la autonomía financiera es piedra angular en la toma de decisiones, en la libertad de las mexicanas y como herramienta de empoderamiento real ante los índices de violencia.
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